Miles de ultraderechistas, liderados por Santiago Abascal, se han concentrado este lunes frente a las sedes socialistas de numerosas ciudades de España, protagonizando escenas muy violentas que han provocado la condena del propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Lejos de recapacitar, la extrema derecha ha anunciado nuevas protestas en las sedes del Partido Socialista en toda España. Todo ello ante el silencio del PP.

En un mensaje en la red social X, antes Twitter, Sánchez ha sostenido que atacar las sedes del PSOE es "atacar a la democracia y a todos los que creen en ella". Además, ha recordado que tras más de 140 años de historia del partido "nunca nadie será capaz de amedrentar al PSOE". "Seguiremos adelante", ha subrayado. 

En las manifestaciones de este martes contra el PSOE, los radicales prometen violencia : “Llevar piedras” y “quemar Ferraz”.

Advertencia de los ‘cachorros’ de Vox

“Este martes volvemos. Esto no hay quuien lo frene”, ha advertido Revuelta, el frente juvenil ligado a Vox.

La organización Revuelta se define a sí misma como un movimiento juvenil con el objetivo de avivar el espíritu revolucionario de la "juventud patriótica”. Gracias a Vox, Revuelta ha demostrado una notable capacidad financiera. Entre sus miembros más activos en redes se encuentran jóvenes figuras del partido de Santiago Abascal.

Además de Revuelta, la retórica incendiaria continúa con Alvise Pérez, activista afín al partido ultra. “Esta vez no iremos a hondear banderas. Iremos de forma organizada a defender el honor de España”, ha amenazado el activista de extrema derecha.

Por su parte, la diputada nacional de Vox, Carla Toscano, directamente ha recordado a los mártires de la Guerra Civil. "Que sean siempre nuestra inspiración y rueguen por nosotros y por España", ha dicho. 

Vox sigue su pulso 

Lejos de pedir perdón por su actitud, Vox ha culpado al ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, por las cargas policiales en la protesta contra los pactos de investidura de Pedro Sánchez y la ley de amnistía que se han sucedido este lunes por la noche en la sede del PSOE en Madrid.

La manifestación tenía como objetivo expresar la oposición a los pactos de investidura del presidente Pedro Sánchez y a la ley de amnistía que se está debatiendo. En lugar de pedir disculpas por su actitud, Vox ha acusado al Gobierno de "ordenar" a la Policía Nacional confrontar a "españoles de a pie que reclaman unidad y ley".

Santiago Abascal, líder de Vox, ha centrado sus críticas en el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, y en el ministro Fernando Grande-Marlaska, a quien ha calificado como "vil mamporrero" por su supuesta contribución a la "criminalización" de los manifestantes que protestan contra la amnistía y el supuesto "golpe" que Vox sostiene que se está fraguando. Abascal ha declarado que su partido continuará movilizándose tanto en las calles como en las instituciones para oponerse a las acciones del Gobierno.

Jorge Buxadé, eurodiputado y vicepresidente primero de Acción Política de Vox, ha criticado la actuación de la Policía, culpando al ministro Marlaska por "ordenar cargar a la policía para enfrentarla a españoles de a pie que reclaman unidad y ley". También ha señalado la falta de atención en las fronteras y el aumento de la delincuencia como otros problemas que requieren la atención del Gobierno.

Por su parte, el secretario general de Vox, Ignacio Garriga, ha lamentado que en 2017 no se utilizara la fuerza contra quienes participaron en disturbios y actos violentos durante las protestas en Cataluña relacionadas con el referéndum ilegal del 1 de octubre. En su opinión, la situación actual demuestra una doble vara de medir por parte del Gobierno, ya que, según él, ahora se cargó y se utilizó gas lacrimógeno contra quienes defienden la unidad de España.

Manifestaciones en toda España

La protesta en la sede del PSOE en Madrid no fue un caso aislado, ya que miles de personas se congregaron en distintas ciudades de España para expresar su rechazo a los acuerdos entre el PSOE y partidos independentistas, así como a la ley de amnistía que se encuentra en proceso de negociación con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts.