La batalla de Madrid se ha convertido ya en un serio problema para Mariano Rajoy. Si Esperanza Aguirre siempre fue una enemiga peligrosa, su heredero a decidido ir a la guerra abierta, y Aguirre ha decidido apoyarle. El primer Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid que presidió Ignacio González y su primera rueda de prensa fue toda una declaración de intenciones de que su política reflejaría la derecha más dura: privatización de la sanidad e imposición del euro por receta. Rajoy y la propia Esperanza Aguirre habían criticado con dureza al gobierno catalán cuando impusieron el euro por receta. También Rajoy y todo el PP han negado por activa y por pasiva que fueran a desmantelar el Estado del Bienestar privatizando, por ejemplo, la Sanidad.

Ahora Ignacio González quiere demostrar que hay un Partido Popular que cumple: liberalización total de horarios comerciales incluidas las rebajas, mantenimiento de la supresión del impuesto de patrimonio (que Rajoy mantuvo después de que lo recuperara Zapatero) y mantenimiento de la bajada del tramo autonómico del IRPF en un punto.

Guerra total
Cuando Esperanza Aguirre le comunicó a Rajoy que dimitía y dejaba la política le pidió que se respetase a su heredero, Ignacio González, pero el compromiso de Rajoy duró bien poco. Ese mismo día desde Génova se inició una campaña para que fuera Lucía Figar (consejera de Educación) la nueva presidenta de Madrid. En el PP se vivieron 48 horas de enorme tensión y finalmente se mantuvo a Ignacio González, pero la magnitud de la batalla dejó claro a los dos bandos que la guerra continuaba.

Esperanza Aguirre afirmó en su rueda de prensa de despedida que abandonaba todos los cargos, incluido el de presidenta regional del PP, porque "nunca" le gustaron las bicefalias -" eso se lo dejo al PNV" llegó a afirmar- pero la cruenta batalla interna le obligó a contradecirse a sí misma: rectificó y no piensa dimitir como presidenta regional del PP, sabe que sí lo hace Ignacio González "está muerto" políticamente, según explican fuentes del PP a ELPLURAL.COM.

¡Rajoy amenaza con llevar al constitucional a un presidente del PP!

Las espadas están en alto y muy afiladas. Hasta el punto de que la reacción de Moncloa al anuncio de que los madrileños pagarán dos veces por los medicamentos al imponer el euro por receta, es contundente: Rajoy, en una entrevista concedida a la COPE, declara que no descarta recurrir la medida ante el Tribunal Constitucional. Esperanza Aguirre sale en tromba en defensa de Ignacio González y en rueda de prensa afirma que también Rajoy había dicho que nunca subiría el IVA y luego lo subió. No fue un rejonazo, fue una puñalada.

Estalla el Madrid Arena
En medio de la batalla campal tiene lugar la tragedia del Madrid Arena que provoca una guerra pública y notoria entre la alcaldesa, Ana Botella, y el presidente de la Comunidad, Ignacio González. Es una guerra sin cuartel y no hay armisticio posible porque está en juego el control del poderoso PP madrileño.

Ignacio González tiene enfrente al Gobierno, a la dirección nacional del PP y a Ana Botella (esposa de José María Aznar). Muchos pueden pensar que son demasiados enemigos y demasiado poderosos, mientras que Ignacio González 'solo' tiene a su lado a Esperanza Aguirre. Pero Aguirre y el Gobierno de la Comunidad de Madrid son, también, dos cañones poderosísimos.

Mensaje: hay un PP que cumple y no es el de Rajoy
Con las medidas que aprueba hoy Ignacio González persiguen un doble objetivo: compensar sus primeros anuncios ‘antisociales’ y demostrar que hay un Partido Popular que cumple sus compromisos electorales: bajar impuestos.Con la ley de Medidas Fiscales y Administrativas para 2013 se conceden bonificaciones en impuestos para proyectos como Eurovegas, que van desde el 9% hasta el 95% en algunos casos.

Pero también se mantienen medidas que fueron bandera de Aguirre, como la rebaja en un punto en el tramo autonómico del IRPF o la supresión del impuesto de patrimonio. Esta última tasa la recuperó Zapatero al final de su mandato y Rajoy la mantuvo, incumpliendo su promesa de eliminarla. Quien sí se mantuvo firme fue Aguirre, que se las ingenió para que no fuera efectiva en Madrid.

Estas concesiones fiscales que González mantiene colocan a Rajoy en una posición muy incómoda ante Bruselas y ante su electorado.

Además el Gobierno madrileño aprueba hoy otra medida muy “liberal”: libertad total en la fecha y duración de las rebajas, podrán comenzar el 1 de enero (antes de Reyes) y prolongarse todo lo que quieran los comerciantes.

Quedan muchos capítulos por emitirse en el culebrón de la batalla del PP en Madrid.