La propuesta firme presentada por el PSOE de cara a las próximas elecciones europeas del 9 de junio ha radicado en la figura de la vicepresidenta tercera del Gobierno central, Teresa Ribera. La titular de Transición Ecológica se ha convertido en la principal apuesta de los socialistas para ganar los comicios europeos debido a su fuerte y consolidado perfil que se ha consolidado en los últimos años en la Comunidad Internacional con medidas como la excepción ibérica en el mercado energético. 

Con esta consolidada candidatura, los socialistas llevarán al Parlamento Europeo una apuesta aún más férrea para seguir potenciando, con marca española, la transición energética en la UE con un perfil que ha ganado sendas batallas en Bruselas. Este movimiento de ficha se suma a las valoraciones que organismos internacionales han vertido en favor de España en esta materia: tanto la Comisión Europea como el Banco de España han certificado que nuestro país es, de la UE, uno de los menos perjudicados por la espiral inflacionaria desde 2022. Un escenario que se explica gracias a dos medidas de calado: la solución ibérica y el escudo antiinflación impulsados por el Gobierno de Pedro Sánchez en la pasada legislatura.

Con esta nueva meta en el horizonte próximo, Ribera se ha expresado en los siguientes términos en redes sociales: "Un honor ser propuesta para encabezar la lista del PSOE al Parlamento Europeo, siguiendo los pasos de Josep Borrel, gran ejemplo para todos. Queremos más Europa, más justa y solidaria, más social, verde y feminista. Sabemos que esta es la agenda que garantiza progreso y bienestar”, ha expresado este miércoles. 

Desde Ferraz, anunciando este miércoles su candidatura, al tiempo también han ensalzado la conocida capacidad de Ribera para alcanzar consensos y acuerdos entre partidos de distintos colores en el plano europeo y nacional. Ejemplo de ello, el pacto con la Junta de Andalucía para preservar y salvaguardar el Parque Nacional de Doñana o el Mar Menor en Murcia. 

Experta en medioambiente y con una acuciada trayectoria política 

Quizás sea su etapa dentro del Gobierno de coalición de Sánchez la que más ha trascendido a nivel político y mediático, pero lo cierto es que Teresa Ribera lleva a sus espaldas una carrera profesional, centrada en el medioambiente y en el desarrollo sostenible, que merece la pena repasar.

Nació en Madrid en 1969 y se licenció en Derecho por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM). En su juventud ya se interesó por el campo ambiental, especializándose en Derecho Internacional y de la Unión Europea. Su carrera profesional comenzó en el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, donde ocupó diversos cargos relacionados con la gestión del agua, la biodiversidad y el cambio climático. En 2004 fue nombrada directora general de Cambio Climático y posteriormente secretaria de Estado de Cambio Climático, siendo la responsable de la negociación internacional y la política nacional en esta materia durante los gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras dejar el gobierno en 2011, Teresa Ribera continuó su labor como experta y asesora en diversas instituciones internacionales, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) o el Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales (IDDRI), del que fue directora entre 2014 y 2018. También participó en varios foros y redes de alto nivel sobre cambio climático y desarrollo sostenible, como el Consejo Asesor Global de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), el Panel de Alto Nivel sobre el Pacto Mundial del Medio Ambiente o el Consejo Asesor de la Iniciativa de Transparencia Climática.

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Su regreso a la primera línea de la política fue de la mano de Pedro Sánchez en el Gobierno de coalición entre PSOE y Unidas Podemos en 2018. En esta primera etapa, Ribera aprobó medidas clave como el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la Estrategia de Descarbonización a Largo Plazo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética o el anteproyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. Aún con mayor grado de responsabilidad, cabe rememorar que la ministra fue la organizadora principal de la Cumbre del Clima de Madrid (COP25) de 2019, en tiempo récord. 

No fue hasta 2020 cuando ascendió de rango dentro de Moncloa siendo nombrada vicepresidenta tercera y añadiendo a su cartera ministerial las competencias de Reto Demográfico. Desde este cargo, Ribera impulsó la recuperación verde de la mano de los fondos europeos Next Generation de la UE. Al unísono, logró hacer de España un hueco en el ámbito europeo y de la Comunidad Internacional defendiendo la ambición climática y los retos que quedan por enfrentar en esta materia. 

Debido a la huella que su labor ha dejado en los últimos años, Ribera ha sido galardonada con el Premio Cambio16 a la Mejor Gestión Pública, el Premio Ecovidrio a la Personalidad Ambiental del Año, el Premio de la Fundación Renovables a la Trayectoria Profesional o el Premio de la Asociación Española de Fundaciones a la Mejor Iniciativa Filantrópica.

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