El Gobierno aprobará este viernes en el Consejo de Ministros declarar zona catastrófica el área afectada por la riada extraordinaria del río Ebro, que ha puesto en jaque a varios municipios de La Rioja, Aragón y Navarra. Así lo ha confirmado este martes el presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, tras la visita que ha realizado a la localidad zaragozana de Pradilla.

“Vamos a actuar para paliar las consecuencias sobre los cultivos”, ha anunciado Sánchez, quien ha aprovechado la visita para volver a transmitir la “solidaridad” del Gobierno central con todos los ciudadanos damnificados. “Lo importante es que todas las administraciones estemos detrás de los vecinos. Es muy importante el ejemplo de coordinación que se está dando en Aragón. Me gustaría reconocer el trabajo de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado”, ha añadido.

Una visita en la que ha sido recibido por el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán; el presidente de las Cortes autonómicas, Javier Sada; el presidente de la Diputación de Zaragoza, Juan Antonio Sánchez Quero; la delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano; el alcalde de la localidad, Raúl Moncín, así como otras autoridades políticas y miembros del Ejército -de la UME-, de la Guardia Civil y de la Policía Nacional

Tal y como ha argumentado Sánchez, el objetivo del Ejecutivo central con esta medida es “paliar cuanto antes las consecuencias de estas inundaciones y tratar de, al menos, en lo materialmente posible, por parte de las Administraciones, que los vecinos y vecinas recuperen su día a día cuanto antes”. “El Estado está aquí”, ha subrayado, ante de ensalzar la labor del Ejército, de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y de las Fuerzas de Seguridad, además de la coordinación entre todas las CCAA.

Lambán: “Pintaba francamente mal hace 48 horas”

Por su parte, Lambán ha recogido el guante de su “amigo” Sánchez y también ha incidido en la importancia que ha tenido la coordinación “perfecta” que se ha dado entra las diferentes Administraciones a lo largo de estos últimos días, frente a la “descoordinación y dejadez” de la riada ocurrida en 2015.  

De hecho, Lambán ha recordado que el ahora presidente del Gobierno ya visitó Pradilla en 2015, cuando cundió la "desazón" por la "dejadez" con que se gestionó este fenómeno adverso, y que en ese momento “se comprometió a ocuparse” de la situación del Ebro.

Asimismo, el presidente aragonés ha reconocido que la limpieza del cauce del Ebro “pintaba francamente mal hace 48 horas”, y por ello ha celebrado que finalmente se haya podido resolver de manera “bastante tranquilizadora” sin que se haya tenido que lamentar “una catástrofe”. Una resolución que Lambán ha destacado que no podía haberse dado sin la coordinación “perfecta” entre las instituciones y la “previsión inversora” del Gobierno central.

Por último, el acalde de Pradilla, Raúl Moncín, ha explicado que este municipio ha vivido "momentos difíciles", pero "ha salido bien" y no ha sido necesario evacuar a la población, y ha apostado por seguir limpiando el río con el Gobierno de Aragón y la CHE.