Con motivo del revuelo mediático causado por la salud de Antonio Tejero, guardia civil que provocó el golpe de Estado el 23 de febrero de 1981 en el Congreso de los Diputados, quien se encuentra en estado crítico, las redes han estallado en reacciones, siendo la esgrimida por Cayetana Álvarez de Toledo la que ha despertado confrontación en el plano político.
La diputada del Partido Popular ha publicado un mensaje en X -antigua Twitter-, esta tarde del jueves, el cual ya ha eliminado, en el que aseguraba que la democracia en España “ha sufrido dos golpes de Estado”: el de 1981, conocido como 23F, y en 2017, en clara alusión al referéndum ilegal de independencia en Cataluña el 1 de octubre.
Debido al hecho de haber comparado dos hechos de la historia reciente nacional bajo un mismo parámetro, las reacciones han estado servidas, siendo la esgrimida por Gabriel Rufián la que pronto se ha ganado buena parte de difusión en la red social mencionada.
A modo de réplica, el parlamentario catalán ha contestado en los siguientes términos: “¿Qué tipo de propaganda se debe comprar (o problema cognitivo se debe tener) para considerar a un grupo de guardias civiles entrando en el Congreso con pistolas patriotismo y a un grupo de personas entrando en colegios electorales con votos un golpe de Estado?”, se ha preguntado a modo de reproche y reflexión.
¿Qué tipo de propaganda se debe comprar (o problema cognitivo se debe tener) para considerar a un grupo de guardias civiles entrando en el Congreso con pistolas patriotismo y a un grupo de personas entrando en colegios electorales con votos un golpe de estado?
— Gabriel Rufián (@gabrielrufian) October 23, 2025
Antonio Tejero, en estado crítico
El teniente coronel que propició el fallido golpe de Estado en 1981 en la Cámara Baja, a sus 93 años, se encuentra en estado crítico de salud desde su residencia habitual, en Valencia. Según ha apuntado de esta manera su familia después de que en el transcurso de este jueves se haya comunicado mediáticamente su fallecimiento de manera precipitada.
Tejero irrumpió en el Pleno del Congreso al grito de “¡Quieto todo el mundo!” durante la votación de la investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del Gobierno central. Junto a 200 guardias civiles, secuestró a los diputados de la Cámara durante la noche del 23 al 24 de febrero de 1981 hasta las 10:00 horas de la mañana, cuando fracasó el golpe.
El teniente coronel fue condenado por la justicia por “rebelión militar” a cumplir 30 años de cárcel, puesto finalmente en libertad en 1996 y expulsado de la Benemérita. La última vez que apareció en público fue en 2019, cuando los restos del dictador Francisco Franco fueron reubicados en el cementerio de Mingorrubio.
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