Albert Rivera es pasado en Ciudadanos a todos los niveles. La cúpula que encabeza Inés Arrimadas rompió desde un primer momento con los preceptos de su antecesor, lo que ha llevado a éste a alejarse del partido que fundó en 2006. Desde entonces, el expresidente liberal se ha echado en brazos de Pablo Casado y el Partido Popular, con quien mantiene una estrecha relación. De hecho, Rivera estará en la gran Convención Nacional de los conservadores del próximo otoño, según publica La Razón.

La dirección de Ciudadanos fía su futuro a la próxima convención que la cúpula liberal ha convocado para el mes de julio, con la esperanza de sacar al partido del estado vegetativo en el que se encuentra. Madrid, Cataluña y, en primer término, la maniobra fallida de Murcia han dejado a los naranjas al borde del colapso y con una hemorragia de cargos en dirección a Génova.

El futuro no es para nada halagüeño, pero las esperanzas no se han perdido en Alcalá 253, por lo que la convención de julio es un evento marcado en rojo en el calendario. O Arrimadas logra que su tripulación reme de nuevo al unísono o será otro clavo en el ataúd de Ciudadanos. Lo único que se sabe con certeza, en este momento, es que el “padre” de la formación se desentiende de su hijo.

Inés Arrimadas no tendrá la foto junto a su antecesor en el cónclave liberal. Albert Rivera no asistirá y continúa en su acercamiento al Partido Popular. De hecho, desde su entorno, deslizan que está más que molesto con la estrategia que ha tomado su sucesora mientras que el Partido Popular ha dejado la puerta abierta a una adhesión que se da prácticamente por hecha.

La ruptura con el partido que fundó es tal que, en el mismo mes en el que se celebrará la convención naranja, Rivera aparecerá en fotografías junto a dirigentes del Partido Popular en un curso sobre prensa y poder que se celebrará en Castilla y León y al que asistirá, además del presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, Pablo Casado.  

En Génova se ha extendido la idea de que cuentan con Albert Rivera como invitado de gala a la Convención Nacional de otoño en la que Casado buscará un nuevo impulso para sus siglas tras la aplastante victoria de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. La presencia del ex de Ciudadanos supondría un golpe de efecto en el marco de la estrategia de aperturismo de la formación conservadora.

El entorno de Rivera traslada que Ciudadanos “no tiene más futuro político que aceptar su absorción por el Partido Popular” y creen que cuanto más se retrase, “más difícil será el encaje de Arrimadas en el proyecto y su continuidad en la vida política”. Asimismo, consideran que “menor será el precio que pueda pedir Ciudadanos para gestionar la pérdida de autonomía”.

La reflexión del entorno de Albert Rivera coincide con el sentir de Génova. Entienden que los batacazos electorales de Ciudadanos y su atrofia orgánica llevan a que en el PP deslicen que los cargos liberales “cada vez valen menos”. A su vez, consideran que la estrategia de lo dirección nacional del PP debe centrarse en el “liderazgo de Casado y el diseño de una alternativa sólida” en lugar de seguir haciendo hueco a cargos de “una formación que está ya amortizada”.