El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, durante su intervención en la clausura de la Conferencia Política del PP, en la que se pretenden sentar las bases del programa electoral con el que el partido concurrirá a los comicios generales. EFE



Mariano Rajoy huye ahora del plasma como antes huía de los micrófonos. En lo que parece el final de su camino político, cuando todos, fuera y dentro, le piden cambios, apuesta por sí mismo. El presidente del Gobierno está hasta en la sopa. Va de entrevista en entrevista e, incluso, organiza encuentros informales con periodistas en salas de Moncloa, en los que, sin embargo, no se contiene y carga sin reparo contra cadenas críticas como La Sexta.

La ruptura con Arriola
Rajoy ha cambiado a su asesor de siempre, Pedro Arriola, por Narciso Michavila, el hermano del exministro de Aznar, como adelantó ELPLURAL.COM. Y se nota en imagen. En las arcas del PP aún no se sabe, ya que lo que cobra el nuevo gurú es un misterio, después de las abultadas facturas que cobraba el marido de Celia Villalobos.

Michavila ha ido ganando terreno en Génova en los últimos meses, aunque ya elaboraba encuestas para el PP desde antes de las pasadas elecciones autonómicas y municipales. Es presidente de GAD3, una empresa fundada en 2001.

El verdadero problema
Con la ayuda de Michavila, el líder popular pretende dar una imagen más cercana, lejos de aquella otra prepotente que eludía a los medios en ruedas de prensa sin preguntas o apariciones en pantallas de plasma. Dice ABC hoy que “Mariano Rajoy se ha propuesto vencer al propio Rajoy: romper con la imagen fría y distante con la que le relacionan muchos españoles, y atraerse de nuevo a los votantes que han abandonado al PP porque lo identifican con los recortes y la corrupción”. Como si a los votantes les faltara razón.

El problema de Rajoy y el PP, según ABC, no es que lo hayan hecho mal. El problema es “que no lo han explicado bien”. El diario conservador dice que el presidente “gana en las distancias cortas”, pero que “sigue sin poder disimular la desconfianza absoluta que siente por los medios”.

Su última carta 
Rajoy ha apostado por sí mismo, añade ABC, al nombrar a Jorge Moragas, su mano derecha, como jefe de la campaña electoral; lo que significa poner toda la responsabilidad del futuro mediato de su partido en sí mismo.