Medio siglo después de la llegada de Juan Carlos I al trono, por primera vez se ha conocido el balance contable de la monarquía, por parte del Tribunal de Cuentas. Un balance que arroja cifras millonarias como los 8.431.150 euros que se llevó la monarquía del erario público tanto en 2022, como en 2023.

Pero de esa abultada salen otros presupuestos destinados a las nóminas, como las que reciben el rey Felipe VI y la reina Letizia. Según esta auditoría, de los ingresos que reciben de los Presupuestos Generales del Estado, 543.839, medio millón de euros, son destinados a la asignación anual para la familia real, con una retribución de 270.609,60 euros anuales para el jefe del Estado y de 148.826,44 euros para la reina Letizia. Es importante no olvidarse de la reina emérita Sofía, que percibió de los españoles un total de 121.776 euros anuales.

En cuanto a sueldos y salarios del personal, la Casa Real se dejó 4.2 millones de euros. El resto del dinero se emplea en otros gastos calificados de ordinarios, entre los que figuran 666.000 euros en atenciones protocolarias, 567.000 en teléfono, 215.000 en material informático, 567.000 en servicios profesionales independientes y 82.000 euros en el alquiler de medios de transporte.

Además, la casa del rey cuenta con otra serie de ingresos entre los que destacan los 120.000 euros procedentes de valores negociables y créditos de activo inmovilizado, y a 31 de diciembre de 2023 tenía en tesorería un total de 7 millones de euros, mayormente en cuentas bancarias, para hacer frente a gastos diversos y adelantar dinero a otras instituciones que después compensan los pagos, tal y como señala el informe hecho público.

El Tribunal de Cuentas avala la gestión económica de la Casa Real

La primera auditoría del Tribunal de Cuentas a la Casa del Rey determina que “las cuentas anuales” de la Corona “expresan, en todos los aspectos significativos, la imagen fiel del patrimonio y de la situación financiera de la Casa de Su Majestad el Rey”, a fecha del 31 de diciembre, “Así como de sus resultados y flujos de efectivo y del estado de liquidación del presupuesto”.

El Tribunal de Cuentas avala así la situación financiera de la jefatura del Estado en un informe que “se ha realizado y concluido” en aplicación de la modificación del Real Decreto Ley de reestructuración de la Casa del Rey 434/88 que aprobó el Consejo de Ministros en 2022 y al posterior convenio suscrito entre la Casa del Rey y el propio Tribunal de Cuentas.

Desde el Palacio de la Zarzuela han publicado hoy este informe de auditoría del Tribunal de Cuentas junto a las cuentas anuales de la Casa del Rey para el ejercicio 2023. Junto a ambos documentos, añadieron una nota del Jefe de la Casa Real, Camilo Villarino, donde comunica que está de acuerdo con ambos informes: “Apruebo las cuentas anuales, formuladas de acuerdo con el Plan General de Contabilidad Pública correspondientes al ejercicio 2023. A dichas cuentas anuales se refiere el informe de auditoría emitido, con fecha 24 de junio de 2024, por el Tribunal de Cuentas”.

Primera auditoría

Fue a finales del mes de enero cuando el equipo específico designado por la propia presidenta de la institución contable, Enriqueta Chicano, para auditar la contabilidad de la Casa del Rey desembarcó en el Palacio de la Zarzuela y realizó una serie de visitas para contabilizar hasta el último céntimo de la Corona.

Esta auditoría forma parte de las medidas que el jefe del Estado estableció tras ser proclamado rey hace una década, con el objetivo, dice Felipe VI, de reforzar la transparencia y eficiencia del control contable de la Corona. Hasta 2022, estos informes los elaboraba la Intervención General del Estado, pero por deseo voluntario del rey, las finanzas a partir de 2023 y en adelante las realizará el propio Tribunal de Cuentas, que además es independiente de la Administración del Estado y depende directamente de las Cortes.

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