“La mayor inquietud en Europa y en nuestro país es la influencia de la ultraderecha". Esta fue la contundente afirmación que hizo la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, ayer en un desayuno organizado por Nueva Economía Fórum. Es más, aprovechó la oportunidad para aconsejar al PP que no se deje llevar por sus socios de gobierno en diferentes autonomías hacia una regresión en derechos y libertades.

Para cualquier progresista, el discurso de Cristina Narbona resultó un chorro de aire fresco al reivindicar la formación de ciudadanos y ciudades que combatan los efectos negativos del clima, yendo de la mano de los jóvenes con ideas muy claras al respecto, y con el refuerzo de una reivindicación internacional coordinada entre los socialdemócratas a fin de implantar el bienestar social, la libertad y la fraternidad.

De regresó a casa, no tuvo inconveniente en saludar la iniciativa de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz (Unidas Podemos) en reunirse y buscar acuerdos con otras fuerzas progresistas. “El voto fragmentado en la izquierda se pierde. El que haya más cohesión entre los que están a la izquierda del PSOE es una buena noticia”.

“La revolución pendiente es la de nuestras mentes para hacer frente a la realidad que nos toca vivir sin retrocesos en las conquistas sociales”, aseveró citando al filósofo Edgar Morin. El peligro de esas influencias, según la presidenta socialista, es que conduzcan a una regresión en derechos y libertades, “que nos quieran forzar a dar marcha atrás”, porque le preocupa mucho que la ultraderecha esté tirando hacia territorios extraordinariamente peligrosos desde el punto de vista del mantenimiento del derecho.

A raíz de que su partido haya hecho una apuesta arriesgada al incorporar nuevos miembros del Tribunal Constitucional y que alguno de ellos deje bastante que desear, Cristina Narbona reiteró sus temores de que en líneas generales se tomen decisiones que conduzcan a desandar el camino recorrido.

Como ejemplo próximo, citó que tanto PP como Vox están impulsando una información falsa sobre el conflicto policial. Están llamando a una convocatoria con interpretaciones no veraces sobre lo que puede significar la modificación de la ley mordaza, dijo. A su juicio, no hay nada más destructivo para la democracia que la información falsa.

Con contundencia, rechazó también la manida acusación de que el PSOE gobierna con independentistas y herederos de los terroristas. “Esas cosas no son ciertas. Con independentistas vascos y catalanes hemos gobernado todos”. Hizo memoria de la cesión de un porcentaje del IRPF que realizó José María Aznar a consecuencia de las presiones de Jordi Pujol, entonces President de Cataluña, a cambio de consolidarse en la Moncloa.  O la negociación con HB que el PP llevó a término en Navarra sobre los presupuestos.

 Para conseguir estabilidad económica y seguridad jurídica de la inversión nacional y extranjera y acceder a los fondos europeos, es preciso pactar y ni el PP ni Ciudadanos han estado dispuestos a hacerlo. Y, en línea con la denuncia hecha esta semana en la tribuna del Congreso por el diputado vasco Odón Elorza, la presidenta del PSOE fue muy tajante: “Sólo quiero recordar que no hay ningún terrorista en el Congreso de los Diputados, ni en el Senado. ETA dejó de matar durante el mandato del presidente Rodríguez Zapatero”.