El PP vuelve a servirse de sus mayorías para evitar dar responsabilidades. Pasó con la DANA en Valencia, históricamente en la Xunta de Galicia -donde los populares siempre han exhibido músculo en las urnas- y vuelve a darse con los incendios que todavía mantienen en vilo al país, sobre los que los gobiernos autonómicos se niegan a dar explicaciones acerca de las llamas.

En este sentido, las administraciones de Alfonso Rueda -precisamente Galicia- o Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León rechazan, dirección nacional mediante, la posibilidad de poner en marcha comisiones de investigación tanto en los parlamentos regionales como en el Congreso de los Diputados.

La oposición lo ha intentado todo en los territorios en los que gobierna la derecha, pero sin éxito. De esta manera, sí pueden producirse debates, comisiones, etc. pero ninguno de estos supondrá un problema a los líderes regionales de turno, ya que las preguntas que pudieran resultar más comprometidas vendrán de su propio partido, mientras que tendrán la capacidad de limitar los tiempos de intervención tanto suyos como de las formaciones que sí quieran poner pie en pared ante la inoperancia.

Entretanto, Génova también mantiene engrasada su maquinaria en el sentido de que intenta verter toda la responsabilidad sobre el Gobierno central, forzando de esta manera comparecencias urgentes en el Senado de varios ministros del Ejecutivo de Pedro Sánchez, mientras elude hacer lo propio con políticos de su signo.

El PP continúa así con una estrategia que en el último año ha utilizado después de todas las tragedias y polémicas: cero autocrítica, reproches sin fundamento a Moncloa y huida hacia delante. A veces este modus operandi pasa por dilatar los tiempos, como sucede en el ejemplo gallego, donde Rueda no hablará hasta dentro de dos semanas a pesar de lo urgente de las explicaciones.

Cabe destacar que el presidente de la Xunta no solo es un ejemplo más de la falta de planificación y gestión que lleva a cabo el Partido Popular y que ha vuelto a quedar al descubierto este verano, sino que además se ha ausentado de sus obligaciones en momentos clave mientras pueblos y montes ardían. Una foto que le persigue días después en este aspecto es su presencia en una plaza de toros en uno de los momentos más delicados de la región.

Y esa, que es solo una imagen, da buena cuenta de la actitud que él y su equipo han mantenido a lo largo de la época estival, siendo únicamente otro ejemplo de su inacción el hecho de que retiraran a varios bomberos para después movilizarlos de nuevo. El mismo movimiento en un escenario crítico y a la vez que pedía más recursos al Gobierno de España.

La previsión es que Rueda comparezca el próximo 9 de septiembre cuando se han quemado a estas alturas más de 95.000 hectáreas. Lo hará a petición propia mientras que la izquierda del PSOE gallego (PSdeG) y el BNG reclama la creación de una comisión de investigación después de acusar a Rueda de liderar la que ya califican como “la peor gestión de la historia” en términos de incendios. Esta no parece que vaya a producirse.

 Resto de presidentes autonómicos

Por su parte, el presidente de Castilla y León intervendrá en las Cortes de su comunidad este viernes después de que el fuego haya arrasado 166.000 hectáreas. En su caso, la comparecencia fue acorada el viernes por la Diputación Permanente, votando a favor de ella PSOE, Vox, UPL, Soria Ya y el Grupo Mixto. El PP, de nuevo con mayoría en esta región, se abstuvo.

De nuevo la respuesta del partido conservador ha resultado tardía, como ocurriera con la DANA, cuando la ineficacia del president valenciano, Carlos Mazón, provocó un retraso en las alertas de protección civil que demostraron poder haber resultado fundamentales para salvar vidas. En lo que respecta a los incendios y la actividad de Mañueco, su ejecutiva esperó hasta nueve días para llamar de manera “urgente” al personal especializado en el apagón o contención de las llamas y mantuvo inoperantes uno de los Puestos de Mandos Avanzados de la provincia de León.

Otra de las autonomías más afectadas por la oleada de incendios ha sido Extremadura. Aquí, su lideresa María Guardiola directamente no tiene pensado hablar de su gestión a pesar de la insistencia de la oposición de un territorio donde han ardido unas 20.000 hectáreas.

Ese silencio lo repetirán Isabel Díaz Ayuso en Madrid, Juanma Moreno Bonilla en Andalucía o Jorge Azcón en Aragón, donde el fuego ha resultado, eso sí, menos virulento.

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