El que fuera ministro de Transportes, Movilidad Sostenible y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, ha pasado su primera noche en la cárcel, pero antes de traspasar las puertas de Soto del Real ha querido disparar en todas las direcciones. Begoña Gómez, mujer del presidente del Gobierno, ha sido la principal damnificada del pataleo del ex secretario de organización del PSOE. Al más puro estilo Víctor de Aldama, el político valenciano ha arrojado acusaciones al aire, sin aportar ninguna prueba y evidenciando, más allá del grado de veracidad de sus palabras, su desesperación.

El juez instructor de la causa, Leopoldo Puente, ha escuchado a la Fiscalía Anticorrupción y ha dictaminado que existe riesgo “extremo” de fuga por las elevadas penas solicitadas (24 años de prisión), también en el caso de su exasesor Koldo García (19 años), y ha mandatado la asunción de la medida preventiva de prisión sin fianza. Integración en organización criminal, cohecho, uso de información privilegiada, tráfico de influencias y malversación son los diferentes delitos que se le imputan al diputado valenciano, que ha decidido revolverse concediendo entrevistas y declaraciones polémicas.

La defensa de Ábalos pivota en torno a la tesis de la cacería, impulsada por el Gobierno de coalición y el Tribunal Supremo -dos actores cuya relación no atraviesan su mejor momento-, y la supuesta protección de otras personalidades, como la esposa de Pedro Sánchez, y empresas, como Air Europa. Así lo ha ido relatando por los diferentes medios de la derecha mediática, que han acogido con gusto los señalamientos sin más pruebas que la palabra de una persona que este jueves ha dormido en la cárcel y que podría hacerlo durante el próximo cuarto de siglo.

“Algunos hablan de golpe judicial. Pues lo del fiscal general es un juego de niños en relación a lo mío”, ha protestado en una entrevista concedida a El Mundo. Tras estas palabras se encuentra el malestar del exministro por la no imputación de Air Europa en lo que a su rescate se refiere. Ábalos considera que, si a él se le imputa cohecho por pagos a cambio de su intervención, la supuesta empresa corruptora también debería de afrontar los delitos imputados. La razón por la que esto no se produce la tiene muy clara.

“[Air Europa no está imputada] Porque sería abrir el melón de Air Europa, y ahí podemos llegar a Begoña. Podemos llegar bien llegados. Es inaudito que me acusen a mí de recibir algo y no acusen al que me lo da”, ha lanzado la bomba el que fuera un hombre fuerte en el PSOE. Ábalos asegura que, como ministro de Transportes, recibió mucho presión de la aerolínea para aprobar su rescate, que también acudió a la mujer del presidente ante el estado de “desesperación” que atravesaban. Por el momento, no existe más prueba que la palabra de los señalados Ábalos y Aldama.

El PSOE lamenta la postura de Ábalos

El ingreso en prisión de otro exsocialista implicado en la trama hace daño al partido del puño y la rosa. Sin embargo, la preocupación no se basa tanto en las palabras lanzadas por Ábalos, que desde el PSOE atribuyen a la desesperación, como en la progresión de una causa que está haciendo herida en el partido. Acaba de entrar en prisión preventiva y se enfrenta a una pena de 24 años de prisión por varios delitos de corrupción, “tiene derecho a defenderse", quitan peso desde Moncloa y Ferraz.

“La resolución conocida hoy del Tribunal Supremo es un paso más en un procedimiento judicial que cuenta con todo nuestro respeto", ha ahondado la formación en un comunicado.  "Es tiempo de la Justicia", añaden, insistiendo en la actuación del partido. "Frente a cualquier indicio de corrupción" el PSOE ha actuado "tolerancia cero, transparencia y medidas contundentes desde el primer minuto", han la tesis asumida desde el estallido del caso. "Ojalá todos los partidos hicieran lo mismo", han zanjado, lanzado un claro dardo al Partido Popular, que protagoniza ahora una performance de escandalización.

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