Tras más de dos semanas con los montes del país ardiendo, este sábado ha sido el primer día en el que la situación parece querer mejorar, descendiendo hasta 13 el número de incendios activos de alto riesgo en Castilla y León, Galicia y Asturias y con Extremadura ya sin incendios de este nivel. 

Según ha anunciado este sábado la directora general de Protección Civil, Virginia Barcones, los incendios de nivel 2 se localizan en las comunidades autónomas de Castilla y León, Galicia y Asturias, mientras que Extremadura ha salido ya de esta situación tras varios días en ella. El incendio que más preocupa este sábado es el de Igüeña en la zona de El Bierzo (León). Ha arrasado 1.000 hectáreas en las últimas horas y es el único que evoluciona desfavorablemente principalmente porque la orografía está dificultando el acceso de los efectivos de lucha contra el fuego en el frente activo más peligroso, que es el del norte.

Sin embargo, a pesar de esta leve mejora de las condiciones, desde el Partido Socialista en Galicia han alzado la voz para poner en el punto de mira al Ejecutivo de Alfonso Rueda, a quien acusan de tener sometidos a sus brigadistas a condiciones pésimas y arriesgando sus propias vidas. Según ha denunciado la portavoz socialista de Medio Rural en el Parlamento gallego, Carmen Dacosta, “es inaceptable que la Xunta obligue a los bomberos a elegir entre arriesgarse físicamente cargando todo ese peso en la cintura o dejar el dispositivo en el coche”. Con ello, hacen referencia al llamado “equipo de oxígeno de última hora”, un dispositivo fundamental para poder salvar sus vidas en caso de quedar atrapados durante un incendio, ya que proporciona aire limpio durante un tiempo limitado. 

Sin embargo, según sostienen desde el grupo socialista, los brigadistas no pueden utilizarlo porque carecen de un equipo ergonómico que les permita llevarlo. Por ello, Dacosta ha expuesto las críticas de estos brigadistas que lamentan que los cinturones que utilizan tienen el mismo diseño que los distribuidos por ICONA en los años 90, sin ninguna adaptación ni modernización. Agregan, además, que estos cinturones, ya sobrecargados con guantes, cantimplora, botiquín, mascarilla, gafas, linterna y otras herramientas esenciales, no tienen el espacio ni la resistencia necesarios para soportar el peso del autorrescatador. “Hablamos de un equipo que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. No es aceptable que la Xunta obligue a los brigadistas a elegir entre ponerse en riesgo físico cargando con todo ese peso en la cintura o dejar el oxígeno de última hora en el coche, donde no sirve para nada”, ha expresado Dacosta.

Un agravio con las brigadas de tierra

Entre otras cosas, desde las filas socialistas en la cámara gallega señalan que las brigadas de helicópteros de la Xunta sí que disponen de mochilas adaptadas y diseñadas para transportar el material de emergencia, por lo que denuncian el “inaceptable agravio” por el que el Gobierno de Rueda niega este material a los brigadistas de tierra.

No puede haber bomberos de primera y de segunda. Todos arriesgan su vida cada vez que salen a la montaña, y todos tienen derecho a las mismas garantías de seguridad”, ha defendido Dacosta. Por ello, ha exigido a la Xunta que proporcione de inmediato a las brigadas de tierra mochilas oficiales para transportar equipos de oxígeno de última hora, garantizando así unas condiciones mínimas de seguridad laboral.

Asimismo, los socialistas han advertido también de la creciente necesidad de aumentar este tipo de equipos de protección en contextos de cambio climático, ya que los llamados incendios de sexta generación se caracterizan por una virulencia extrema, con una progresión muy rápida y cambios repentinos de comportamiento en cuestión de minutos, lo que multiplica el riesgo de quedar atrapados para las brigadas que trabajan al pie de la montaña. “No hablamos de un lujo, hablamos de salvar vidas”, ha sentenciado.

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