El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha acompañado este miércoles a los reyes, Felipe VI y Letizia Ortiz, en su visita a las zonas de León y Zamora afectadas por los incendios forestales. En la comitiva también ha estado la ministra de Igualdad, Ana Redondo. Tras visitar a los vecinos afectados, la comitiva ha saludado a los bomberos de la Brigada Helitransportada de Castilla y León y Mañueco ha sido víctima de un embarazoso momento fruto de los recortes y desprecios hacia el operativo anti incendios de su comunidad.
Primero, los reyes han saludo a los bomberos en Sanabria, dándoles la mano, y después, ha ido Mañueco con la misma intención, pero se encontró con la negativa por respuesta. El primero de los bomberos le saluda, el segundo esconde su mano y le niega el saludo y, cuando llega al tercero, éste le pregunta si son “un puto despilfarro”. El presidente autonómico se ha negado a responder mientras el bombero le sigue diciendo algo, y después ha optado por evitar darle la mano al resto de bomberos para así evitar ser rechazado como por el primero. Mañueco se ha limitado a saludarles con la mirada y felicitarles por su labor en la lucha contra el fuego con un escueto “buen trabajo”. El recibimiento de Mañueco en Las Médulas no ha sido mucho mejor, donde los vecinos le han recibido con gritos de “¡Da la cara, sinvergüenza!”.
Mañueco se tiene que apartar porque los trabajadores, a los que precariza y no dota de medios suficientes, le niegan el saludo. pic.twitter.com/X8eheMgIuz
— Javier García Martín (@javiergmart) August 27, 2025
El desplante de los bomberos de la Brigada Helitransportada no ha sido aleatorio, sino que ha estado justificado por los recortes y los desprecios que llevan sufriendo años en su labor contra incendios en Castilla y León. La prueba más fehaciente de ello fueron las declaraciones del consejero de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, señalando que “mantener el operativo de incendios todo el año es absurdo y un despilfarro”, justificando así los recortes del Gobierno autonómico en la política forestal.
A estas palabras pronunciadas en 2018 se suma la soberbia con la que Suarez-Quiñones respondía a las críticas por su ausencia en los primeros momentos de los incendios este mes de agosto. En este momento, estando en la Feria Gastronómica de Gijón, alegó que tenía “la mala costumbre de comer”. Y ahora, más de dos semanas después del inicio de la oleada de incendios que ha quemado más de 150.000 hectáreas en la comunidad, el consejero está escondido o desaparecido, ya que no ha vuelto a hacer acto de presencia en la gestión de la crisis.
La oposición fuerza su comparecencia
Pese a la negativa del Partido Popular, la totalidad de los grupos de la oposición en las Cortes de Castilla y León han forzado la comparecencia extraordinaria de Alfonso Fernández Mañueco para que detalle las acciones de su Gobierno y del equipo de extinción frente a los severos incendios que están arrasando amplias zonas de la comunidad.
Mañueco, así, tendrá este viernes -día en el que se ha programado su comparecencia- que defender su gestión de los fuegos que han calcinado más de 150.000 hectáreas en la comunidad durante este mes de agosto entre duras críticas de la oposición, especialmente del PSOE, que este lunes ha anunciado que exigirá la dimisión tanto del presidente de la Junta como del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones.
Además, para este viernes se ha convocado una concentración frente a las Cortes de Castilla y León coincidiendo con la comparecencia del presidente autonómico. Colectivos, asociaciones y organizaciones sindicales y políticas de la comunidad, bajo el lema ‘Mala gestión ¡Quiñones dimisión!’, recibirán a Mañueco desde las 10:00 horas en las Cortes, una hora antes del arranque del Pleno extraordinario.
Los convocantes de la movilización darán lectura a un manifiesto conjunto para exigir el cese "inmediato" del consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, y su director general del Medio Natural, José Ángel Arranz, a los que responsabilizan de que en dos semanas la ciudadanía de Castilla y León haya visto cómo ardían miles de hectáreas de nuestro paisaje y entorno natural.
