El sábado 9 de julio de 2022 será un día para el recuerdo en lo que respecta a la defensa de la diversidad sexual y de los derechos del colectivo LGTBI. El Orgullo ha puesto su broche de gala tras una semana cargada de festejos, celebraciones y reivindicaciones diversas.

Bajo el lema 'Frente al odio: Visibilidad, Orgullo y Resiliencia', una marea de entre 600.000 y 700.000 personas ha abarrotado las calles de Madrid, con el objetivo de defender la igualdad para las personas LGTBI en todos los ámbitos de la sociedad y para abogar por el respeto a los derechos que tantas décadas ha costado conseguir. El desfile ha recuperado, tras dos años de pandemia, el formato rodado y la ausencia de restricciones. 40 ha sido el número de carrozas presentes, una cifra inferior a las más de 50 con las que arrancaron las predicciones.

La presencia institucional, a la orden del día… pero no del todo

Numerosos representantes del Gobierno de España han hecho acto de presencia en la manifestación, entre los que se puede destacar a la ministra de Igualdad, Irene Montero, la titular de Derechos Sociales, Ione Belarra, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska y la responsable de la cartera de Ciencia e Innovación, Diana Morant, entre otros.

Por otro lado, en el plano regional y local, han estado en el acto el secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, la líder de la oposición, Mónica García, el portavoz del grupo parlamentario de Más País, Eduardo Rubiño, y la concejala del PSOE en la Asamblea de la capital, Enma López, entre otros. 

No ha sido el caso del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, ni de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quienes pese a ser los máximos representantes institucionales de la ciudad y de la región respectivamente, no han asistido a ninguno de los actos que han tenido lugar a lo largo de la semana.

A la ausencia de las figuras políticas mencionadas, hay que sumar que ambas cúpulas han tomado decisiones que han sido consideradas “signos de sabotaje” al Orgullo y a sus símbolos. Desde el Ayuntamiento de Madrid se ha destacado la negativa del alcalde a desplegar en la fachada del Consistorio la bandera arcoíris, muestra de apoyo al colectivo LGTBI que se hizo durante años y que lleva interrumpida desde el año 2020.

Por parte del ejecutivo regional, fue especialmente controvertido un cambio realizado en la programación de la cadena pública Telemadrid: la sustitución parcial de la programación especial del desfile por una corrida de toros. Si bien es cierto que ese cambio duró tan solo una hora, ha sido la primera vez en siete años que la cadena regional no ha emitido en su totalidad el desfile. Ambas decisiones han sido fuertemente criticadas por la oposición, los sindicatos y los asistentes a la manifestación.

Almeida, en el punto de mira de los cánticos y de las críticas

“¡Almeida, te irás, y el Orgullo seguirá!”, es uno de los cánticos que ha podido escucharse en la cabecera de la marcha a su llegada al edificio del Ayuntamiento. Un lema sencillo, pero que hace su función: ser la punta de lanza del descontento del colectivo ante el sabotaje institucional sufrido desde el Ayuntamiento y la Comunidad.

Algunos de los representantes públicos presentes han aportado su punto de vista al respecto a ElPlural y, al igual que los manifestantes, han sido incisivos con los mandatarios madrileños. Monica García ha preguntado, en tono irónico: “¿Qué es lo que no les gusta de la diversidad y de la tolerancia?”.

Eduardo Rubiño, diputado por Más Madrid en la Asamblea de la capital, ha explicado que el Orgullo ha salido adelantea pesar del boicot institucional” y de “los problemas impuestos a los organizadores”, y ha constatado que la ciudad de Madrid “se merece a un alcalde que esté a la altura de lo que se ha vivido en el Orgullo”. Juan Lobato, por su parte, ha cargado contra Isabel Díaz Ayuso, defendiendo que la libertad por la que siempre aboga la presidenta madrileña es “fake” y que los asistentes a la manifestación le están plantando cara. Otros, como Enma López, han sido más contundentes todavía, constatando que Almeida “no tiene vergüenza”.

Madrid, un ejemplo en la defensa de los derechos LGTBI

Las trabas impuestas desde las instituciones quedan en un segundo plano cuando se piensa en el ejemplo que ha dado Madrid en la tarde de este sábado. Frente al sabotaje, la agitación, los problemas y las limitaciones impuestas por unos pocos, la realidad es que 700.000 personas se han agolpado en las calles de la capital para defender aquello que consideran justo y legítimo: la inclusión social y estructural de las personas LGTBI, la visibilidad y representación de las mismas en los espacios públicos y el respeto a la diversidad sexual.

Otra reivindicación que tampoco puede pasarse por alto, ya que se encuentra en el titular de la manifestación, es el ruego por el cese definitivo de los discursos de odio, que legitiman y perpetúan la violencia contra el colectivo y el problema que supone la LGTBIfobia. Por último, cabe destacar el aumento en la afluencia: 700.000 personas es una cifra que supera con creces la de la edición anterior, la de 2019, alrededor de 400.000 asistentes.