En las últimas horas se ha conocido una de las noticias más llamativas en los últimos años en lo referido a los tribunales españoles. Los magistrados encargados de juzgar en el Tribunal Supremo al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, comunicaban, sin haber redactado aún la sentencia firme, que lo hallaban culpable de un delito de "revelación de datos reservados". Es un final anticipado, antes del definitivo, al juicio por el cual se investigaba la filtración del correo electrónico por el cual Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, reconocía a la Fiscalía que había cometido un fraude a la Hacienda Pública.
Una causa que ha copado numerosos titulares y que ha retirado del foco mediático el verdadero asunto por el que esta circunstancia relación a Álvaro García Ortiz se ha producido, siendo este el delito que, presuntamente, habría cometido la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
Aún todavía siendo el fiscal general del Estado principal protagonismo, comienza a aparecer ahora en mayor medida este caso de fraude, aunque no para conocer cómo avanzan las investigaciones que se realizan en los juzgados, sino por el futuro cercano en el que, incluso, podría ver cómo Alberto González Amador pudiera esquivar el juicio y salir indemne de todo este proceso, aunque eso es algo que dependerá de lo que se incluya en la sentencia que está pendiente de publicar por parte del Tribunal Supremo.
La situación es la siguiente, si la filtración se da por probada definitivamente en la sentencia y el fiscal es condenado, se abriría una posible vía por la cual en los dos tribunales donde está siendo juzgado Alberto González Amador, los abogados del novio de Isabel Díaz Ayuso podrían alegar que se declare la nulidad de pruebas y dar fin a la causa abierta. Un efecto dominó que podría derivar en que la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid salga liberado del presunto fraude a la Hacienda Pública que habría cometido por un valor de más de 300.000 euros y el cual, tal y como debe ser recordado, reconoció ante la Fiscalía mediante el correo electrónico que fue filtrado y que Miguel Ángel Rodríguez tergiversó afirmando que fue el Ministerio el que ofrecía un pacto a González Amador si se declaraba culpable.
Ahora, la defensa de González Amador ejecutará la estrategia que tenía preparada en caso de que Álvaro García Ortiz fuera hallado culpable, por la cual pasará a solicitar la nulidad de la causa marcando que se ha vulnerado el derecho a la defensa del novio de Isabel Díaz Ayuso. No obstante, tendría que darse una circunstancia específica, siendo esta que el Tribunal Supremo marque que la filtración haya afectado a un tercero, siendo este González Amador.
Una última bala, pues esta sería la única vía que les queda para frenar el desarrollo del juicio después de múltiples intentos de evitar que González Amador se enfrente definitivamente a la Justicia.
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