Este miércoles 19 de noviembre se ha conocido que el novio de Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, ha despejado las dudas sobre el futuro del lujoso ático que tenía alquilado en pleno centro de Madrid y ha anunciado su compra por una hipoteca de 600.000 euros después de años de disfrute junto a la presidenta madrileña con un importe de 5.000 euros mensuales de alquiler, según ha adelantado El País.

Un inmueble que ha supuesto el centro del debate en numerosas ocasiones y que, pese a ser públicas las características y comodidades de este, la responsable de Sol ha llegado a negar que se trate de un ático de lujo. Así, en una ocasión la presidenta madrileña llegó a reírse al escuchar esto cuando las pronunció un redactor de este medio en rueda de prensa. "¿Podría aclarar si el piso en el que vive está unido con el ático de lujo de la planta superior? ¿Y cómo explica esa unión si el Ayuntamiento la prohibió?", fue la cuestión planteada. "Hay que morirse de la risa con ustedes", dijo, al referirse al inmueble como "de lujo".

Pese a ello, lo cierto es que este ático mide 158 metros cuadrados que, sumados al piso que está justo debajo y en el que vive la pareja, asciende a 342 metros cuadrados. En esta línea, ElPlural.com tuvo acceso a la información registral del ático en cuestión a través del Registro de la Propiedad de Madrid. Los datos hablan por sí solos: "Ciento cincuenta y ocho metros ochenta y tres decímetros y cuatro centímetros cuadrados, situada a la derecha según se sale del ascensor y con fachada a la calle. Fachada a la zona ajardinada interior derecha. Vestíbulo, cocina, aseo y dormitorio de servicio, sala de estar-comedor, despacho, aseo y cuarto de baño principal, dormitorio principal, tres dormitorios más, un pequeño vestíbulo de servicio y terraza". Prestaciones las citadas de las que no gozan todos los españoles, a un precio, el del millón de euros, que no todos los españoles pueden permitirse. 

Y es que al hilo de ello, este periódico consultó diferentes portales inmobiliarios con el fin de obtener una mayor precisión, en la zona en la que se encuentra este inmueble ElPlural.com ha encontrado tanto pisos en venta como alquileres, cuyo precio, para viviendas similares a la que se está haciendo referencia, no baja en ningún caso del millón de euros. Si se prefiere rentar un domicilio de características similares, el precio mensual que arrojan estas plataformas oscila entre los 3.200 y los 4.000 euros.

Además, justo debajo de este ático se encuentra el inmueble principal que ha acaparado el mayor número de titulares y de polémicas. Uno de los motivos principales para conseguirlo fue la puesta en marcha de obras ilegales en el interior del mismo, que fueron inicialmente denegadas por el Ayuntamiento de Madrid debido a su magnitud y a la falta de la presentación de toda la documentación pertinente para llevar a cabo semejantes reformas. Sin embargo, las modificaciones en el interior del inmueble continuaron a la espalda de la prohibición de la Administración municipal, y ello tuvo consecuencias fatales para un local del edificio. En concreto, la ruptura de una tubería bajante durante las obras provocó el vertido de aguas fecales en un restaurante de la planta baja, mientras que sus dueños estaban de vacaciones. Al regresar, se encontraron un panorama de lo más desagradable y tuvieron que cerrar durante varios meses, y cuando fueron capaces de arreglar el destrozo, poco después volvió a ocurrir el mismo accidente, pero esta vez, por un vertido de agua corriente mientras se estaba dando un servicio de cena. Tras este segundo problema, el restaurante se vio obligado a cerrar porque se fue a la quiebra.

A razón de ello, el propio Alberto González ha reconocido indirectamente las irregularidades de estas obras. Lo ha hecho al solicitar al Ayuntamiento la regularización de estas obras, lo que implica que no están regularizadas al haberse saltado las advertencias y prohibiciones de la Administración, y por ende, son ilegales. Esta petición de regularización vino tras una segunda denuncia por parte de Más Madrid, que podía implicar la visita de un inspector al interior del inmueble. Para evitar ese mal trago, González solicitó que se regularizara la situación de la vivienda, aunque de momento, sin éxito. La formación progresista, en el mismo sentido, instó al Ayuntamiento de Madrid y al alcalde, José Luis Martínez-Almeida, a que tratasen a Ayuso y a su pareja como "ciudadanos corrientes" y que no existiera ningún trato de favor en esta situación.

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