Con el acuerdo de coalición ya cerrado con Sumar, el Partido Socialista se remanga antes de afrontar una semana que se antoja clave. La fase de negociaciones trasciende ahora todos los niveles de dificultad. El pacto con sus socios de Gobierno no era sino la escalada de menor complejidad en el ascenso al Alpe d’Huez. La etapa reina empieza ahora, previo paso por un Comité Federal, el principal órgano de decisión del PSOE entre Congresos, en el que Pedro Sánchez marcará la pauta argumental de la ley de amnistía. El secretario general deshojará, por primera vez, la margarita del perdón a los encausados por el procés catalán. De momento, tanto en público como en privado guardan la doctrina a cal y canto, aduciendo, como ya hiciera María Jesús Montero este miércoles, que “no hay nada acordado hasta que todo esté acordado”. Más allá del remarcado acento político, se espera que un espaldarazo unánime al acuerdo suscrito con Sumar por parte de la cúpula socialista, que a su vez dará luz verde a la consulta a la militancia.

Aun con el acuerdo de coalición sobre la mesa, la amnistía acapara el foco de los titulares. Moncloa y Ferraz trabajan en el encaje constitucional del texto para atar, por fin, el apoyo de Junts para la investidura. Solventar el escollo del independentismo es crucial para la investidura de Pedro Sánchez, pero los socialistas han guardado bajo llave este asunto durante meses con el objetivo de evitar cualquier filtración que pusiera en peligro la negociación con los de Carles Puigdemont y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). Nadie en la Ejecutiva se ha movido de la consigna del secretario general. La palabra “discreción” conjugaba con “transparencia” en las respuestas de los altos cargos a cada pregunta sobre la medida de gracia; más allá de precisar sus bondades de manera sucinta.

Primeras pinceladas a la amnistía

El envoltorio estará a la vista de todos hasta que se selle el acuerdo “punto por punto”. Tampoco se esperaba un mayor grado de profundidad al respecto en el Comité Federal de este sábado. Lo cierto es que incluso el contenido parcial del cónclave se ha mantenido en cuarentena, lejos del radar mediático. Al menos hasta el momento. Según ha podido saber ElPlural.com, voces próximas a la Ejecutiva detallan que será el propio Sánchez el encargado de sentar doctrina ante los suyos en lo que respecta a la amnistía. Las primeras piedras del nuevo vademécum socialista, aunque no ofrecen muchas más pistas de la intervención del presidente en funciones. El secretario general sentará las bases y la filosofía de un eventual acuerdo que trasciende a la investidura e incluso a una legislatura, sino que busca el encaje idóneo de Cataluña con el resto de España. 

Lo cierto es que el optimismo en Ferraz crece a medida que se acerca el 27 de noviembre, fecha límite antes de que expire el plazo para celebrar la investidura. “Lo tenemos cada vez más cerca”, deslizaba el presidente del Gobierno este miércoles desde Bruselas. Pese a haber consumido algo menos de la mitad de ese periodo, en el PSOE transmiten confianza para rubricar los acuerdos, incluso ante una semana que se antoja compleja a la par que crucial.

Esta próxima semana convergen en el tiempo la jura de la Constitución de la princesa Leonor -el 31 de octubre-, a la que no asistirán los potenciales socios de la coalición, y la festividad de Todos los Santos -1 de noviembre-. A pesar de ser dos jornadas complicadas, en Ferraz no contemplan que ello sea impedimento para oficializar, en caso de que cristalice, algún acuerdo. En el supuesto de amarrar un apoyo sustancial el próximo lunes, se dará luz verde ipso facto a su anuncio. Mismo proceder en caso de coincidir con el festivo del próximo miércoles.

La sensación de acelerón es palpable, aunque en fueros socialistas aún se resisten a hablar de una fecha concreta para la coronación de Pedro Sánchez. En el cuartel general del PSOE deslizan cierta querencia por la segunda semana de noviembre, a las puertas del congreso del Partido Socialista Europeo de Málaga los próximos 10 y 11 de noviembre. No obstante, no se descarta emplazarla a la próxima semana y encapsular la sesión de investidura en los prolegómenos de la Cumbre de Barcelona. Dos citas de calado a título comunitario para tomar la temperatura a los niveles de popularidad del presidente en funciones en el exterior.

Espaldarazo unánime a la coalición

En cualquier caso, antes de afrontar la semana crucial, el Partido Socialista tocará a rebato este sábado en la calle de Ferraz. El pasado martes se convocó una reunión del Comité Federal, máximo órgano de decisión de la formación entre congresos, donde se someterá a escrutinio de sus miembros el acuerdo de 48 páginas que suscribió con Sumar y que se concibió como la escenificación de la sintonía de Sánchez con su “querida Yolanda”.

Asimismo, el comité federal del PSOE se apoyará en la militancia para ratificar la política de pactos de la cúpula, concretamente el acuerdo suscrito con Yolanda Díaz. Será una votación obligatoria y vinculante, tal y como marcan los estatutos de la formación socialista desde el regreso de Sánchez en 2017. Espaldarazo de la militancia y de la dirección al jefe del Ejecutivo con un apoyo unánime al pacto de coalición con Sumar. La amnistía, en cambio, no recaba tantas reacciones positivas. De hecho, la vieja guardia pretoriana socialista se resiste a pasar por el aro y recubre de críticas la posibilidad del perdón a los líderes del procés. También barones actuales se han pronunciado contra ella, como es el caso de Emiliano García-Page, quien acortará su viaje a Toulouse para asistir al comité federal. No obstante, ninguna de estas voces críticas ha elevado el tono para que la medida de gracia se someta al escrutinio de las bases; dado que tampoco es obligatorio.