Más fácil o más difícil dependerá de la valoración personal de cada cual. A la vicesecretaria general del Partido Socialista, María Jesús Montero, la negociación con Sumar no le ha resultado un proceso sencillo. Así lo ha transmitido ante los micrófonos de Hoy por hoy, en la Cadena Ser, cuando Ángels Barceló le interrogaba sobre la siguiente fase que no es sino cerrar los apoyos de las fuerzas independentistas. La amnistía cogía de nuevo protagonismo antes de ceder una parte de su cuota a la rebaja de la jornada laboral. Sin embargo, la también ministra de Hacienda, interpretando a la perfección la directriz que Sánchez ha dado para este proceso, se ha mostrado de lo más críptica: “No hay nada acordado hasta que todo esté acordado”. Discreción por bandera en Ferraz y en Moncloa para seducir a Junts, Esquerra Republicana de Catalunya y PNV.

La ministra de Hacienda en funciones no ha desvelado nada de las negociaciones con las fuerzas independentistas y nacionalistas. Todo sigue como hasta la fecha. Discreción y transparencia en todos los acuerdos. Es el mantra que repiten hasta la saciedad tanto en el cuartel general de los socialistas como en el Palacio de la Moncloa, especialmente desde el ala del PSOE. Los de Pedro Sánchez encapsulan las conversaciones con los grupos para evitar cualquier filtración que pueda tumbar el eventual documento final. Por el momento, cuentan tan sólo con los votos de Sumar para la investidura tras el pacto sellado en la madrugada del lunes al martes, en un escenario de cierta convulsión interna en la formación que lidera Yolanda Díaz por las críticas de los emisarios de Podemos, quienes reclamaban más ambición en el texto final a ambas partes.

Acuerdo de "sentido común"

Fruto del acuerdo con el partido magenta nace el compromiso de reducir la jornada laboral a 37,5 horas sin que exista un perjuicio en el salario del trabajo. Un escollo en origen, pero que ambas fuerzas sortearon con relativa solvencia en las últimas horas. La titular de Hacienda celebra esta medida y subraya que, tal y como aparece en el documento que PSOE y Sumar hicieron público el martes, todo lo relacionado con la mejora de los trabajadores se abordará “en el marco de la negociación con los agentes sociales”. Además, precisa Montero, este proyecto se orienta al desarrollo de un “estilo de vida que permita implementar otras facetas de nuestra vida”.

En cualquier caso, Montero confía en que el acuerdo se logrará “con más o menos entusiasmo” y permitirá impulsar una medida, la reducción de jornada laboral, que cataloga como de “sentido común”. “Hay que seguir avanzando. Esperamos conseguir los apoyos necesarios para que Pedro Sánchez sea investido como presidente del Gobierno”, insiste la ministra de Hacienda en funciones y vicesecretaria general socialista, quien se limita a actualizar el estado de las negociaciones con un escueto “siguen avanzando”.

Diálogo con el independentismo

Para la implementación de este acuerdo, Partido Socialista y Sumar necesitan del apoyo de las fuerzas nacionalistas e independentistas de la Cámara Baja. Un escenario que, a día de hoy, parece aún lejano. En Ferraz confían plenamente en sacar adelante las conversaciones con estos grupos. El calendario aún no apremia, dado que entienden que tienen tiempo de sobra hasta esa fecha fronteriza -el 27 de noviembre- que marca la convocatoria automática de elecciones. El plan del PSOE pasa por cerrar la sesión de investidura para la segunda semana de noviembre o, en su defecto, la tercera, encapsulando la eventual unción del jefe del Ejecutivo entre dos grandes baños de masas con líderes de calado de la Unión Europea. Lo cual requiere un acelerón mayor en las conversaciones.

Para ello, han de solventar el gran punto negro de las negociaciones: la amnistía. Sin embargo, como lo han hecho con el resto del proceso, los socialistas sacan del radar periodístico las conversaciones y encuentros con el equipo negociador de Junts y de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC). “No hay nada acordado hasta que esté todo acordado”, ha resumido la titular de Hacienda, para agregar a continuación que los grupos nacionalistas han acudido a las reuniones con “una perspectiva de máximos”. No obstante, Montero entiende que una negociación requiere de una amplitud de miras que permita ver los elementos que conlleven a avances en “convivencia”.

Montero tampoco ha dado pistas sobre el estado del acuerdo para la ley de amnistía con Junts. La ministra ha insistido en que “hasta que todos los puntos estén acordados, no hay acuerdo”, aunque sí ha subrayado que el texto del perdón a los líderes procesistas favorece un pacto global para, a través del diálogo, “avancemos en el mejor encaje de Cataluña en España”.

En clave del independentismo vasco, EH Bildu ya se abrió al ‘sí’ a Sánchez sin establecer condicionante alguno. No así el PNV, quienes precisaron este martes que la agenda de Sumar y del Partido Socialista no es la suya. En cualquier caso, los socialistas consideran que la plataforma liderada por Díaz “ha mostrado disposición a apoyar los acuerdos que alcancemos con el resto de grupos”. “Ojalá seamos capaces de llegar a un acuerdo antes del 27 de noviembre”, ha argumentado la ministra de Hacienda en funciones, al tiempo que reiteraba las bondades del documento de 48 páginas suscrito son sus socios de gobierno.