Tras el duelo entre Junta de Andalucía y Estado por la gestión hídrica de Doñana y su corona norte, ahora vuelve la guerra del agua de manos de la sequía. El presidente andaluz, Moreno Bonilla afirma que quiere reavivar la confrontación con la ministra Teresa Ribera, pero pide al Estado un cronograma de inversiones e infraestructuras hídricas.

La Junta de Andalucía señala que Moncloa arrastra los pies para atender la crisis hídrica que viven provincias en estado crítico, como Málaga o Cádiz. Moreno afirma que no solo habla de “transferencias de agua, sino de lo más importante, desaladoras y pantanos, que son competencias del Estado”, afirma este viernes, y recuerda que es el Estado el que tiene las competencias en más del 60% de los recursos hídricos de la comunidad.

Los pantanos andaluces están por debajo del 20%, pero en regiones como el Campo de Gibraltar rondan el 10%. Las zonas más críticas, como la Axarquía malagueña o el Campo de Gibralta gaditano–, son competencia de la Junta de Andalucía. A pesar de la esperanza que dejan las borrascas Irene y Juan, la actual lluvia es insuficiente, casi anecdótica, tendría que haber al menos “30 días de lluvia continuada como mínimo”, calculó Moreno tras reunirse con el Comité de Expertos frente a la sequía, para que las reservas alcanzaran un nivel de seguridad hídrica.

Desde Madrid evitan entrar en confrontación, pero las acusaciones de inacción desde la Junta son respondidas desde los socialistas andaluces, que acusan a Moreno Bonilla de “mala gestión” ante una realidad climática ante la que llevan años sin actuar.

Restricciones a la vista

Que vivimos la peor sequía en varios puntos de Andalucía por duración es un hecho consolidado. Hasta la Comisión Europea y su mirada global del satélite Sentinel han puesto el foco en el Campo de Gibraltar. El presidente andaluz ha anunciado que, si un milagroso diluvio de 30 días consecutivos ­no lo remedia, las restricciones afectarán a capitales como Sevilla, Córdoba o Málaga.

En la capital de Andalucía y su entorno metropolitano, la empresa pública Emasesa –si las previsiones catastróficas siguen cumpliéndose– reducirá la presión en las horas nocturnas, eso sí, tras Semana Santa, cuando Sevilla pasa su reválida en materia económica y turística.

Ya hay cuatro millones de andaluces que, en mayor o menor medida, se ven afectados por las restricciones. Esto incluye a regiones afectadas por las restricciones de regadío en zonas verdes o cancelación de baldeo urbano. Dentro de este grupo, se calcula un millón de personas que ya lidian con restricciones, como sucederá a partir del lunes en la localidad costera de Fuengirola (83.226 habitantes).

Desde la Junta movilizan millones en un cuarto decreto de sequía, 200 millones de los que un cuarto va destinado a la agricultura y trabajan ya en varios puertos que están habilitando conexiones para introducir agua dulce en la red hídrica a través de barzos cisterna.

Acuerdos en lugar de confrontación

Desde Madrid, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha tratado de despejar la confrontación que plantea la Junta. Morán reprocha a Moreno el  “tono” y la estrategia y recuerda que el Estado no ha dejado de moverse ante la sequía. “No vamos a generar debates artificiales en torno a esta cuestión”. Desde el Miteco señalan los 1.200 millones que el Estado ha destinado a Andalucía.

Pero la ‘guerra del agua’ con las restricciones de fondo está salpicando la política andaluza. El secretario general de Agua de la Junta, Ramiro Angulo, ha vuelto a usar el argumento de la “herencia envenenada" que los socialistas dejaron hace un lustro. Angulo culpa concretamente al actual líder de los socialistas andaluces, Juan Espadas, "muchas de las obras que el actual gobierno de Andalucía está ejecutando para los andaluces las guardó él en un cajón cuando era viceconsejero de Medio Ambiente” acusa a Espadas, ejemplificando las inversiones en la Sierra de Huelva o el pantano de Rules, en Granada.

Los socialistas, por su parte, critican la gestión de los fondos y presupuestos, “no repitan más que ustedes movilizan 1.500 millones en agua porque sólo lo hacen en el papel y en la propaganda. En cinco años le han ido sobrando presupuestos sin gastar año tras año", responde Espadas. La guerra del agua tira de hemeroteca y desde el PSOE andaluz recuerdan que era Rajoy quien redujo la inversión en infraestructuras entre 2012 y 2017.

Mientras, a pie de campo, los agricultores miran al cielo. La Asociación de Comunidades de Regantes de Andalucía (Feragua) calculan que la próxima campaña, el agua de la que dispondrán solo cubre el “menos del 5%” de sus necesidades. Ante esta cruda realidad y el ruido de sables que despierta la ‘guerra del agua’, los regantes lamentan que las medidas de Junta y Estado llegan “tarde” y son “cortas”.