Toda la prensa nacional abre este viernes con la huelga, ayer, de la enseñanza y las manifestaciones en las principales ciudades españolas contra los recortes y el retroceso de la ley Wert; todas las cabeceras menos La Razón, que sorprende con una portada surrealista sobre la “vuelta” del Rey “al taller”. El diario de Marhuenda anuncia una nueva operación del monarca para el 25 de noviembre y relega la movilización de docentes, alumnos y padres a la parte inferior de la portada con un titular que busca desacreditar la convocatoria: “La huelga con ‘sangre’ entra: los piquetes diseñaron una ‘hoja de ruta’ para boicotear las clases”.



 



Violencia y coacción
Como ya hizo en mayo de 2012 con motivo de las movilizaciones contra los recortes en Educación, La Razón vuelve hoy a los ataques contra los estudiantes, al acusarles de “boicotear” las clases a través de “piquetes” que actuaron, según afirma “con violencia y coacción”.



La portada que dedicó La Razón a los estudiantes en 2012
El año pasado, el diario que Francisco Marhuenda dedicó una portada vergonzosa con las fotos de los líderes estudiantiles y el siguiente titular: “Los malos estudiantes agitan la educación”. La portada incendió Twitter y generó varios trendings topics en la red social. Le Monde la calificó de “repugnante, innoble y patética”.

Clima de impunidad en las universidades
En el mismo estilo, hoy, La Razón resume la huelga y las manifestaciones en toda España contra la política educativa del Gobierno como “un paisaje conformado por embozados, barricadas, contenedores en llamas, piquetes, violencia y falta de libertad”. El diario marianista acusa a los estudiantes de “coaccionar” en un “clima de impunidad en los recintos universitarios”.

“Los piquetes camparon casi a sus anchas y actuaron con modos matoniles para imponer por la fuerza lo que no podían por la razón”, afirma el diario, que carga, también, contra “algunos rectores” por su “connivencia con las algaradas”. Como no podía ser de otra manera, La Razón da por fracasada la huelga, a pesar de que los sindicatos confirmaron ayer un 83% de participación.