"Absoluto respeto a la decisión judicial". Esta ha sido la declaración con la que la Casa del Rey ha recibido la noticia de que la infanta Cristina de Borbón, hermana de Felipe VI no podrá beneficiarse de la llamada 'doctrina Botín' y continuará sentada en el banquillo.

Cristina de Borbón en el banquillo..., una escena que se seguirá repitiendo. Foto EFE



Una posición de distancia inamovible
Una posición que ha mantenido Zarzuela desde el arranque mismo del nuevo reinado, de la que no se ha apartado en ninguno de los momentos procesales por los que ha pasado el caso Nóos, y que le ha servido de blindaje y cortafuegos frente a la contaminación de la Corona en un caso de corrupción.

Una posición que contrasta con algunos momentos del anterior reinado de Juan Carlos I, en especial al comienzo de la instrucción, cuando la Casa del Rey se declaró "sorprendida" por la actuación de los jueces.

El rey y el ducado
Felipe VI, además, redobló en julio pasado su desmarque institucional respecto de la suerte judicial de su hermana al retirarle el pasado mes de julio el ducado de Palma. Un episodio que vino acompañado de polémica, por cuanto la Infanta pretendió haber solicitado previamente y por escrito la renuncia al título pero la Casa del Rey, en un acto insólito, le desmintió con contundencia.

Poco después de conocerse la decisión de la Audiencia de Palma, Don Felipe ha recibido en audiencia a la diputada de En Marea-Podemos, Alexandra Fernández, manteniendo con normalidad su agenda. Esta entrevista polítca se encuentra dentro de la segunda ronda de consultas con las formaciones parlamentarias para formar gobierno. Durante el encuentro, el Rey no ha mostrado ninguna contrariedad en su gesto ni ha ofrecido una imagen de especial seriedad.