La situación de emergencia en España está forzando a todas las administraciones a tomar medidas excepcionales para paliar las consecuencias del brote de coronavirus. El sistema sanitario es el principal protagonista de la situación, luchando de forma incesante contra unas cifras que no dejan de aumentar, posicionando a nuestro país como el cuarto con mayor incidencia de coronavirus a nivel global y dejando tras de sí, según el último balance del ministerio de Sanidad, a 40.000 contagiados y 2.700 fallecidos.

El Ejecutivo realiza ímprobos esfuerzos contrarreloj para garantizar el abastecimiento del material necesario a hospitales, centros de salud y residencias. Mascarillas, guantes, respiradores asistenciales y material sanitario de toda índole es reclamado por las comunidades autónomas mientras el Gobierno busca en un mercado inestable garantizando que la compra cumple con los parámetros sanitarios que requiere esta crisis.

El propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha explicado este martes tras la reunión del consejo de ministros que ya han sido repartidas más de cinco millones de mascarillas. Además, el dirigente -miembro del mando único del Ejecutivo en el estado de alarma- ha anunciado que se estrechará la coordinación con la Comunidad de Madrid, principal foco de contagio en España. Concretamente, el ministro ha acordado tres medidas concretas: desplegar recursos sanitarios procedentes de otras partes de España, redoblar la compra de algunos productos como los respiradores y activar toda la capacidad nacional para fabricar productos sanitarios.

Ante la escasez que presenta el mercado y lo costoso que está siendo conseguir todos estos productos, el Gobierno ha dado un paso adelante, reclamando al tejido industrial español que, siempre que sea posible, reconduzca sus operaciones para fabricar este material. Además, el Comité Técnico de Gestión realizó una petición pública a empresas, ayuntamientos y particulares para que informaran del acopio de este tipo de material que tuvieran en su poder, reclamando así un ejercicio de solidaridad para dar lo necesario al sistema común.

Llegado el momento de tomar medidas excepcionales, y ante la fuerte demanda del mercado, el Gobierno ha empezado a buscar este acopio en lugares que no se preveían como fuente originaria. Es el caso de las plazas de toros. Obligadas a tener una enfermería, al menos las de mayor envergadura, los enclaves taurinos gozan de respiradores asistenciales y otro tipo de materiales que podrían ser necesarios.

Por ello, el Ministerio de Sanidad ha reclamado a los ayuntamientos que “con carácter inmediato, pongan a disposición de éstos los respiradores y equipos de anestesia que se encuentran en las enfermerías de las Plazas de Toros”. ElPlural.com ha tenido acceso a la misiva que ha dirigido la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) a los Consistorios: “Los Ayuntamientos deberán ponerse en contacto con Delegaciones y Subdelegaciones de Gobierno al objeto de dar cuenta de los equipos disponibles y de articular la recogida y traslado de estos equipos a los centros correspondientes”.

Esta petición concuerda con la realizada previamente por la Comunidad de Madrid a las clínicas veterinarias. Concretamente, Isabel Díaz Ayuso se puso en contacto con el Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid para trasladarles la necesidad de recursos y solicitar sus respiradores mecánicos.