Se cierra el círculo de la corrupción que anidó hace 20 años Arganda del Rey (Madrid). El pasado lunes, el exdiputado del PP en la Asamblea de Madrid y exconsejero delegado de la Sociedad de Fomento de la localidad capital, Benjamín Martín Vasco, describía como él y el alcalde Ginés López abrieron las puertas del consistorio a la red de Francisco Correa, de qué manera amañaron contratos públicos y que ambos aceptaron tratos de favor en forma de dinero en efectivo y regalos, como viajes o relojes en el marco de la trama Gürtel.

La confesión de Martín Vasco completa la del propio Correa, Pablo Crespo (ex número dos de la red), el exregidor Ginés López y el que fuera presidente de Martinsa y del Real Madrid, Fernando Martín y confirma los delitos atribuidos por parte de la Fiscalía en este apartado del caso. En concreto, de la veintena de acusados, 13 lo ratificaron al hablar hace unas horas y otros seis prevén hacerlo este martes. Solamente el funcionario del Ayuntamiento de Arganda, Luis Bremond, a su vez asesor jurídico, ha dado portazo a un pacto público con el ministerio público.

Las confesiones de todos los nombres anteriormente mencionados dan buena cuenta de la corrupción a tres bandas que tuvo lugar en Gürtel donde, además de beneficiarse con contratos públicos, la trama intermediaba en nombre de otros empresarios ante altos cargos ‘populares’, donde la red operaba.

Reconoce toda la corrupción

Entre los actos fraudulentos que ocurrieron en este ayuntamiento madrileño, el exparlamentario del PP, que fue aupado en la época de Esperanza Aguirre, emitió que Correa “dirigía un entramado de empresas para la obtención de contratos públicos” para el cual se “amañaban adjudicaciones”. “Yo mantenía una relación de amistad y confianza con él, que presumía constantemente de su capacidad de influencia sobre algunos dirigentes del Partido Popular y de las actividades corruptas que llevaba a cabo en comunicades y municipios gobernadas por el PP”, apuntó.

Asimismo, Martín Vasco reconoció ser “uno de los cargos públicos y políticos del Ayuntamiento de Arganda que favoreció la contratación pública tanto de empresas del Grupo Correa como de empresas relacionadas con Correa”. En este sentido, admitió que recibió comisiones en metálico y especie por valor de 363.295 euros entre 2000 y 2008. Además, cobró 242.000 euros en efectivo, recibió relojes y se costeó su propia boda y el viaje de novios con lo que recibió de Gürtel.

El exconsejero delegado recuerda que alegó “inexistentes razones de urgencia” para adjudicar directamente a las compañías de Correa y que, ya una vez en la cúpula, el exdiputado afirmó que empleó la empresa pública para dar forma una especie de “Ayuntamiento paralelo”, tras asumir una “buena parte de la actividad municipal”; y, con ello, “reducir al máximo el control de la oposición política y de la intervención municipal, al no estar sometida a las rigideces presupuestarias municipales y ser más fácil desde ahí agilizar y manipular la contratación para favorecer a las empresas relacionadas con Correa”.

“Para la gestión de la Sociedad de Fomento contraté a Isaac García Requena para gestionar las obras, a Luis Bremont Triana para llevar los servicios jurídicos y a Juan Fernández Caballero como director Financiero”; acentúa el escrito de confesión del exdirigente popular, quien apostilla que “los tres estaban al tanto de la manipulación de los expedientes de adjudicación y contratación”.

En el plano de los contratos, Martín Vasco explicó que el Ayuntamiento adjudicó contratos a la trama, como el inicio de obras de la nueva comisaría de la Policía Municipal de Arganda, pero también a otras compañías externas a la red, en favor de las cuales intermediaba Correa, como Construcción Hispánica y Teconsa. El antiguo diputado relató en este sentido que “ya era conocedor de que entre el gestor de Hispánica, Alfonso García-Pozuelo, y Francisco Correa existía una estrecha relación, y que había cobrado de dicha empresa comisiones por las adjudicaciones recibidas en otros municipios, como el de Boadilla del Monte”.

Otra de las piedras angulares de la trama en la localidad tiene que ver con el pelotazo de Martinsa, firma a la que se adjudicó el proyecto UE-124, plagado de irregularidades. Esto se dio también gracias a la intermediación de Correa con el beneplácito de las autoridades locales del PP.

En este plano, Martín Vasco reconoció haber mantenido “diversas reuniones con Fernando Martín para tratar el expediente del concurso, algunos incluso antes de que el PP ganara las elecciones municipales en mayo de 2003”. “Se pactó secretamente que, cuando Martinsa resultara adjudicataria, se tramitarían y aprobarían desde el Ayuntamiento las modificaciones urbanísticas que incrementarían de manera significativa el número máximo de viviendas que se permitiría construir en dicho ámbito, de manera que Martinsa pudiera aprovechar toda la edificabilidad de la UE-124”, añadía.

“Como colofón final, mediante este escrito, expreso de manera rotunda mi profundo pesar por mi participación en los citados actos anteriormente descritos y mi arrepentimiento por dicho proceder, mostrando mi asunción de los mismos y pidiendo perdón por el daño causado”, concluyó.

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