Algunos de estos concejales reconocían posteriormente que su ausencia de la votación era la única forma de expresar su rechazo a la propuesta, mostrando de paso su desacuerdo con la decisión de su partido de no oponerse a dicha proposición. Los ediles consideraban que para otorgar el nombre de una persona a una calle había que valorar su vida en conjunto, no teniendo reparos en calificar la vida de Carillo como “siniestra”.

Carrillo tendrá su calle
La propuesta, que fue realizada por el PSOE y apoyada por los otros dos partidos de la oposición, IU y UPyD, contó únicamente con la abstención de los populares, como ya dijo la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, al reconocer tras la muerte del histórico dirigente del PCE que no se opondrían a esta proposición. Por tanto, a pesar de la espantada de los concejales del PP, se ha aprobado honrar la memoria de Carrillo, dándole su nombre a una calle de la capital.

La calle de Fraga
La postura del Partido Popular contrasta con la mantenida tras el fallecimiento de Manuel Fraga, fundador de su formación. Unas semanas después del deceso, Ana Botella se apresuró a proponer que fuera homenajeado con una calle en la capital. En aquella ocasión, nadie del PP faltó a la votación, que se aprobó con el apoyo de PSOE y UPyD y, eso sí, el voto en contra de Izquierda Unida. La idea fue criticada desde la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, cuyo presidente, Emilio Silva, aseguró que dicha decisión iría contra la Ley de Memoria Histórica, por haber formado "parte de un régimen que secuestró la democracia durante cuarenta años".

Parte de la Historia de España
Durante el debate previo a la votación, el concejal del PSOE Jaime Lissavetzky ha realizado un breve discurso, en el que ha recalcado que Carrillo, cuya imagen “estará asociada a la reconciliación nacional, a los Pactos de la Moncloa, a la Constitución Española y a su compromiso con la lucha por las libertades”, “forma ya parte de la Historia de España”, destacando además "profundo apego de los españoles" hacia su persona, su "claridad de ideas", así como su voluntad de diálogo y conciliación.