Cayetana Álvarez de Toledo se ha cavado su propia tumba durante esta semana. Su ofensiva contra La Sexta le ha puesto en contra de una mayoría de su partido, que ha corregido a su portavoz en el Congreso y le ha instado a “cambiar de canal” y a respetar la “libertad de expresión”. Lo mismo ha ocurrido con la prensa afín al PP, que ha incrementado su acometida contra la diputada y, de paso, contra Pablo Casado.

El silencio del líder del Partido Popular se ha convertido en una frase muda de ratificación e incluso de protección. Pablo Casado no ha dicho aún ‘esta boca es mía’ ya sea para reprender o sostener a su portavoz. Esta posición de equidistancia silente le ha puesto en la diana junto con Cayetana Álvarez de Toledo.

Los principales medios de la derecha no sólo atacan las palabras contra la libertad de expresión de Álvarez de Toledo, sino que también censuran la actitud de Casado al “mantener” a la portavoz por el “temor” que reside en su interior a que José María Aznar ponga en marcha la maquinaria contra él.

Así titula la apertura de la web de La Razón en la mañana de este miércoles. El periódico del Grupo Planeta fue uno de los primeros en censurar las acusaciones de Cayetana Álvarez de Toledo contra La Sexta. De hecho, en uno de los artículos del lunes, el medio que dirige Francisco Marhuenda comparó a la portavoz parlamentaria de los populares con los “independentistas”.

La razon

Miedo a Aznar

La Razón y otros representantes de la derecha mediática han solicitado la cabeza de Pablo Casado. De hecho, el periódico del Grupo Planeta titula su apertura de la web “Casado desoye al PP y mantiene a Cayetana Álvarez de Toledo por miedo a Aznar”. En el artículo, Carmen Morodo se refiere al líder de los conservadores como un dirigente “sin autoridad”.

“Está atado de pies y manos porque fue él quien la impuso contra el criterio mayoritario de su organización”, explica la periodista de La Razón en su artículo. Además, agrega que la intención de Casado para con Cayetana Álvarez de Toledo era “proyectarla en una carrera política meteórica”.

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Revela que algunos miembros de los conservadores advirtieron personalmente a Pablo Casado de lo que podría suponer su designación como cabeza de lista del partido por Barcelona a las elecciones y, por supuesto, su posterior nombramiento como portavoz parlamentaria.

“Casado está demostrando que no tiene autoridad para resolver el problema que representa para el partido que en el número tres del organigrama haya alguien que va por libre, que se siente blindada por el apoyo que tiene de Aznar”, informa Morodo, quien añade que “tiene en contra a la mayoría” de su propio partido.

Asegura que algunos miembros del PP se lamentan de que “le da todo igual” y que “cree que Casado no está en condiciones de desautorizarla”. De hecho, Álvarez de Toledo vende en las entrañas de Génova que “fue el PP quien fue a buscarla” y no al revés. Una posición de poder impostado por José María Aznar, al que Pablo Casado no se atreve a plantar cara.

“Altiva y de trato difícil"

Ni siquiera Antonio Martín Beaumont, hombre ligado al Partido Popular desde los inicios, brinda su apoyo a Cayetana Álvarez de Toledo. Además de haber sido el tercer presidente de Nuevas Generaciones de Alianza Popular, Beaumont cuenta en su currículum con ejercer, en la actualidad, como director de Esdiario.

Beaumont, que además de su diario, cuenta con una tribuna en La Razón, ha cargado duramente contra Cayetana Álvarez de Toledo. El periodista desvela que fuentes del partido han indicado que “no es la persona elegida para encarnar ese nuevo e ilusionante proyecto” y alegan que “no está dando la talla”.

De hecho, asegura que la política hispano-argentina ha agotado los últimos trazos de paciencia que quedaban en algunos “notables” de Génova. Este sector crítico con Álvarez de Toledo la define como “inoportuna” y “reincidente”.

Pero Beaumont sube el tono contra la portavoz parlamentaria de los conservadores y la define como una persona altiva, de trato difícil y sin cultura de partido”. “Nadie duda de que Cayetana es una política combativa y bien preparada para desmontar la superioridad moral de la izquierda y del independentismo, pero otra cosa bien distinta es darle voz y mando sobre la marcha parlamentaria y comunicativa de este nuevo PP”, zanja.