La portavoz parlamentaria del Partido Popular, Cayetana Álvarez de Toledo, se ha declarado este martes "feminista amazónica de la escuela de Camille Paglia", que viven el Día de la Mujer como una "celebración de los logros" conseguidos por la mujer en los últimos años, ha negado que exista una política machista contra la mujer y se ha desmarcado de las manifestaciones del 8 de marzo alegando que no comparte el feminismo imperante en España.

Álvarez de Toledo ha pedido que no se la incluya en "un bloque monolítico llamado mujeres". "Soy feminista amazónica de la escuela de Camille Paglia, es el feminismo que reivindico, y cada uno pude ser de lo que quiera", ha señalado en rueda de prensa en la Cámara baja y para sustentar sus declaraciones ha recurrido a los principios y puntos de vista de la crítca Camille Paglia.

Camille Paglia es una crítica social, intelectual, escritora y profesora estadounidense y una de las mayores exponentes del feminismo heterodoxo: repudiada por los sectores más fuertes del feminismo escorado a la izquierda y citada constantemente por el sector de la derecha. En 1990 publicó 'Sexual personae', un ensayo en el que reflexiona sobre la sexualidad y el erotismo a través de la historia, el arte, la ciencia y la literatura de la cultura occidental. Esta obra fue rechaza por siete editoriales antes de que la Universidad de Yale decidiese publicarla y en ella ya define las claves de su pensamiento respecto al papel de la mujer en el ámbito privado, sexo, y el ámbito público, sociedad.

En una entrevista reciente para 'El Confidencial' argumenta el porqué su obra fue rechaza en siete ocasiones antes de conseguir publicarse: "No se aceptaron mis puntos de vista porque, automáticamente, la ideología tomó la medida al movimiento y empezó a haber una corriente que hoy es cada vez peor, la del odio hacia el hombre. Y creo que es terrible que las feministas más mayores estén empujando a las más jóvenes a estar resentidas con los hombres y a considerar a los hombres como opresores. Porque, tal y como he demostrado en mis investigaciones, es precisamente gracias al hombre -que ha construido la civilización, la modernización en la Revolución industrial- que la mujer de hoy tiene un trabajo fuera de casa para ser independiente de un marido, un hermano, un padre”.

La pensadora, en la misma entrevista, ha seguido haciendo hincapié en su punto de vista respecto al hombre: "Gracias al hombre tenemos lavadoras que nos quitan de encima todas esas tareas que antes teníamos que hacer. Y ese fue uno de los puntos más controvertidos de la publicación de 'Sexual personae' en 1990".