El PP se encuentra ya con un amplio rechazo ciudadano contra la Ley de protección de la vida del concebido y de los derechos de la mujer embarazada, como se denomina el nuevo empeño del ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón, y también con la opinión en contra incluso de muchas voces en el partido. Ahora son los cristianos de base quienes manifiestan su malestar.
Violencia contra los derechos fundamentales
Cristianos y cristianas de base de Madrid valoran que “la nueva contrarreforma del Gobierno está tristemente inspirada por la Moral católica más conservadora” y denuncian la violencia contra los derechos fundamentales de las mujeres que implica “especialmente grave en el contexto de necesidad que viven la mayoría de las mujeres de este país.”
Restauracionismo moral del PP
Para esta organización “la huella de la moral católica más tradicional parece incuestionable en ese planteamiento de restauracionismo moral que el PP pretende implantar en materia de interrupción del embarazo.” Y se preguntan: “Pero, legislar en base a concepciones morales particulares, ¿es de recibo en una sociedad pluralista ideológica, cultural y moralmente? ¿Es democrático?”
“Equiparan la IVE con el homicidio”
“¿Cómo entender que, a pesar de que la practica la IVE no ha aumentado en los últimos años y a pesar de que prácticamente han desaparecido los abortos clandestinos, el Gobierno de un país que se dice democrático se someta a la presión de una minoría, -los sectores ultra católicos- aceptando la barbaridad jurídica e ideológica de equiparar la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) con el homicidio,” se preguntan
Condenan el aborto… y el uso de preservativos
Para los cristianos de base “a la mujer le corresponde decidir la interrupción de su embarazo, contando siempre con garantías sanitarias, psicosociales y jurídicas adecuadas en los servicios públicos.” Consideran que a las jerarquías religiosas “tampoco les preocupan muy seriamente los abortos: al menos no ponen mucho énfasis en impulsar políticas preventivas de embarazos no deseados, llegando a aberraciones como prohibir o condenar el uso de preservativos.”
Legislar de acuerdo a la “moral” católica
Por ello denuncian “la actitud del gobierno que pretende legislar de acuerdo con la 'moral' dela Iglesia Católica, que no es la del conjunto de la ciudadanía (… ) Con una mano restringen las condiciones de la IVE en el caso de fetos con malformaciones graves o muy graves y con la otra mano, recortan las ayudas a la dependencia. Dicen proteger la vida y la familia, pero congelan el salario mínimo, o desoyen el clamor de la gente que grita para que no les desahucien de sus casas”.
No es tiempo de cruz y espada
También rechazan “la actitud de la jerarquía de la Iglesia Católica, siempre dispuesta a influir en las orientaciones políticas y en la tarea legislativa de los gobiernos. No es ya el tiempo de que la cruz y la espada sigan juntas, pero este país, gracias tanto al Gobierno como a la Jerarquía dela Iglesia Católica, está viviendo en estos tiempos una vuelta al pasado de miseria, de corrupción y de atropellos contra todos los valores éticos y cívicos.”
Fundamentalismo católico infiltrado
En Cataluña, otra entidad de cristianos de base, Esglesia Plural, afirma sobre esta reforma de ley que “pone de manifiesto cómo el fundamentalismo católico, insignificante en Cataluña y minoritario en todo el Estado español, está infiltrado en el gobierno del PP e impone modelos morales impropios de sociedades maduras, y atenta contra el respeto más básico a la libertad de las personas, la libre conciencia y la responsabilidad individual.”
Sistach quiere una ley más restrictiva
En este sentido, Església Plural manifiesta su más frontal rechazo “a la nueva propuesta de Ley del aborto y lamenta las declaraciones de apoyo que ha recibido por parte del cardenal arzobispo de Barcelona, Lluís Martínez Sistach, el cual, en declaraciones a la COPE, todavía la quería más restrictiva.”
Los derechos del nonato
“El derecho a la vida, y a una vida digna, es, ciertamente, el derecho que exige la defensa más alta, y por tanto el nonato goza de derechos por los que la sociedad debe velar. –Apuntan- Pero estos derechos se deben modular, respecto de los de la madre, en función de la etapa de gestación en que se encuentra la nueva vida engendrada. La comunidad científica ha de determinar estas fases y el derecho y las leyes deben adaptar la defensa de esta vida…”
Hipocresía y perversidad
“Entendemos que es inmoral y de una gran hipocresía y perversidad prohibir el aborto en casos de malformaciones del feto o de enfermedades que pueden provocar una discapacidad grave. Especialmente en estos casos, la decisión de la madre cobra mayor relieve, porque a ella y a su pareja, en su caso, les corresponderá cuidar de esta persona con todas sus limitaciones y dependencias”.
Ningún obispo español en la línea del Papa
Para los cristianos de base catalanes “ninguno de los obispos de España ni Cataluña está preparado, hoy por hoy, para poner en marcha la nueva línea eclesial del papa Francisco, que recientemente manifestó “No podemos seguir insistiendo sólo en cuestiones referentes al aborto, el matrimonio homosexual o el uso de anticonceptivos. Es imposible….”
Raíces del nacionalcatolicismo
“La jerarquía española no puede, y seguramente no quiere, olvidar sus raíces nacional-católicas que la llevan a aferrarse a influir políticamente en aquellos temas estrella que le garantizan mantener un cierto poder sobre la sociedad y sus privilegios materiales, como son: la moral, la enseñanza, el adoctrinamiento y el modelo de familia”, concluyen.