Este domingo, 9 de junio, los españoles acudirán a las urnas para elegir la representación española en el Parlamento Europeo. Cinco años han pasado desde los anteriores comicios y la carrera por convertirse en la primera fuerza está más apretada que nunca. El Partido Popular (PP), acusado por la falta de presentación de un programa electoral y sus nexos con la ultraderecha, cae en estimaciones con el paso de los días. Muy cerca, buscando el sorpasso, Teresa Ribera capitanea a un PSOE con un programa muy ambicioso para Europa.

“Un proyecto verde y social” frente a la “austeridad” y los “modelos del pasado” es el ideal que defiende la todavía vicepresidente y ministra para la Transición Ecológica y que ha defendido en la entrevista concedida a ElPlural.com. El auge de la ultraderecha, aupada por los democristianos y liberales, es la principal amenaza que vislumbra de cara a las elecciones, en las que está en juego el rumbo de una Europa que, entre otras cosas, recuperará las reglas fiscales.

La austeridad no puede volver a la Unión Europea (UE) y para ello Ribera quiere seguir marcándole el paso a los Veintisiete, tal y como ha hecho en materia energética y climática desde el Ejecutivo español. Ahora pretende hacerlo ahora desde dentro y con un programa muy ambicioso de más de 100 páginas, del que destacan cinco puntos clave y una lista interminable de medidas distribuidas en bloques marcados:

Impuestos medioambientales y a grandes fortunas europeas

El interior del gran documento contiene múltiples medidas que pivotan entorno a una economía “moderna y funcional” que afronta las dos revoluciones que lo socialistas consideran que atraviesa el continente, la verde y la digital. “No se pueden ni obviar ni frenar, es absurdo pensarlo, hay que utilizarlas como transformadores que nos permitan generar más empleo y de mejor calidad”, trasladan desde de la formación. Para ello es vital una agenda social basada en el “reparto social potente de los beneficios generados”, matriz de la que emana una de las medidas más ambiciosas del programa: “impuestos a grades fortunas europeas”.

“La concentración de la riqueza y el incremento de las desigualdades” obligan, en concepción de los socialistas, a la asunción de este gravamen, al que se sumarían otros de “solidaridad” que afecten a sectores “infragravados” como el bancario y a la recompra de acciones. Así, la formación del puño y la rosa propone “apostar por el Estado del Bienestar” frente a austericidio, el recorte de derechos y el sálvese quien pueda. De la mano tributaria, revirtiendo lo recaudado en los trabajadores europeos y abordando también la transición ecológica, se ponen sobre la mesa un “paquete de impuestos medioambientales progresivos”.

Una Europa feminista, LGTBI y solidaria con los jóvenes

Otra de las aristas clave es la defensa y protección de los colectivos históricamente discriminados. Por un lado, las mujeres y las personas LGTBI, atacadas y damnificadas por su mera existencia, y, por el otro, los jóvenes, castigados por el devenir de la economía capitalista y la falta de resiliencia que garantice la supervivencia económica a las generaciones de la parte baja de la pirámide. Estas discriminaciones empujan a un sentimiento de que “las instituciones les han dejado atrás”, lamentan los socialistas. El abordaje es individual y amplio para los tres colectivos:

  • Feminismo: perspectiva de género en los fondos europeos, cierre de la brecha de género en el mercado laboral, avances en materia de cuidados y conciliación, definir la violencia de género como “euro delito” y una “directiva contra la prostitución”.
  • LGTBI: lucha contra la LGTBIfobia y el caso de menores en las aulas, combate contra los obstáculos que golpean a las familias LGTBI y abordaje del chemsex (consumo sexualizado de sustancias estupefacientes).
  • Jóvenes: definición de normas de calidad para las ofertas de empleo y prácticas, un plan europeo destinado a abordar la crisis de vivienda estudiantil, educación y formación profesional accesible e inclusiva.

Vivienda asequible

“Para muchas ciudadanas y ciudadanos europeos encontrar un hogar accesible, bien por compra o alquiler, de calidad y eficiente energéticamente es un desafío apremiante”, introduce esta materia el plan de ruta del PSOE. Para abordar este problema, que en España golpea cada vez a más familias, se plantea un abordaje comunitario a través de una Estrategia Europea de Vivienda que cree un “compromiso político y presupuestario firme” por parte de la UE y sus Estados miembros.

A esta estrategia, la formación liderada por Ribera en estas elecciones propone sumar un Plan Europeo de Vivienda Asequible, que cuente con las familias con menos recursos y las rentas medias; una Estrategia Europea de Rehabilitación y Renovación Urbana y la obligatoriedad de que el 30% de la vivienda nueva sea vivienda asequible para los grupos de bajos ingresos y otro 30% sea para los grupos de ingresos medios; herramientas para controlar y revertir la gentrificación y protección frente al desalojo forzoso.

UE fuerte y que encarne la paz

El viejo continente no atraviesa su momento más boyante en lo que a posicionamiento internacional se refiere, relegada a un plano muy secundario en la pugna de bloques, y el objetico definido por la formación es volver a transformar a la Unión Europea “un operador relevante a nivel mundial, un faro vinculado a la calidad de la democracia”. Para ello es vital una “renovación de las instituciones” y la “ampliación de la UE”, recoge el programa, sumando a “Ucrania, Moldavia, Georgia y los Balcanes occidentales”. También se refiere el documento al genocidio que Israel está cometiendo sobre la población palestina.

“Seguiremos trabajando con nuestros socios de la UE para materializar la solución de dos Estados, con el reconocimiento del Estado palestino, que conviva en paz y en seguridad con Israel”, está plasmado en el programa socialista, donde también se apuesta por mantener e incrementar la ayuda a UNRWA (agencia de la ONU para las personas refugiadas palestinas). “En el actual contexto internacional, es más importante que nunca seguir defendiendo el multilateralismo y un orden internacional basado en reglas, los valores democráticos, el respeto de los derechos humanos, la tolerancia y la igualdad”, cierra el PSOE su propuesta de paz.