Los focos han apuntado hacia Félix Bolaños en esta gélida mañana de enero en Madrid. El ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática protagonizaba un desayuno informativo organizado por Europa Press y con el Hotel Rosewood Villa Magna como marco incomparable para la intervención de uno de los hombres fuertes de Pedro Sánchez en Moncloa. Todo ello, tras una maratoniana jornada en el Congreso saldada con una nueva victoria para el Ejecutivo tras lograr la convalidación del tercer decreto anticrisis.

Este éxito parlamentario no se ha quedado fuera a de su discurso inicial, pero a este lo ha acompañado de un rosario con las medidas más significativas adoptadas desde el Gobierno para proteger a una "mayoría social", incluyendo al sector empresarial, presente en este evento. El ministro de la Presidencia aporta unas ligeras pinceladas de lo que supondrá el turno de España al frente del Consejo Europeo, cuyo liderazgo lo ostentará durante todo el segundo semestre de 2016. De hecho, ya ha remarcado esa potenciación de la pata internacional con la Cumbre de la OTAN, donde también se vio la influencia de España en el resto del mundo. "Tenemos un horizonte claro de oportunidades y lo haremos", ha resumido Bolaños.

En este sentido, ha aludido al pesimismo surgido de la crisis de 2008, al que da por amortizado y liquidado. "La pandemia no nos ralentizaría, los fondos europeos se están utilizando, cuando alguien decía que la inflación era algo con lo que teníamos que lidiar, hemos conseguido con políticas paliar estos efectos" ha apostillado. "¿Se imaginan qué podremos conseguir en 4 años y con el viento a favor?", se ha preguntado un Bolaños que ha resaltado las dificultades a las que han tenido que hacer frente tras remarcar las diferencias en la acción de Gobierno entre esta concatenación de crisis y la financiera de la pasada década.

Liderazgo y protagonismo

El titular de Presidencia no ha querido dejar pasar la oportunidad de mencionar el Foro de Davos de la semana pasada, donde el presidente del Gobierno salió especialmente reforzado tras cosechar innumerables elogios. "Preguntaron a Sánchez cómo habíamos conseguido que la situación económica fuera tan bien", ha indicado, subrayando el rosario de cumplidos que se llevó el presidente del Gobierno, máxime cuando hace no demasiados años se veía a España como un problema. "Hoy somos la vanguardia de las oportunidades. Se nos reconoce fuera de las fronteras y cuesta más que ocurran en nuestro territorio", ha puntualizado.

Bolaños ha remarcado que su intervención se podría resumir en dos palabras: "España funciona". El ministro de Presidencia ha mencionado los positivos indicadores económicos que no son fruto del "azar" sino de las políticas de la propia acción del Gobierno. "Por eso lideramos las inversiones internacionales, aumentando un 55% la inversión extranjera en el país", ha destacado.

"Los fondos europeos no son para remodelar glorietas, sino para transformar y que España dé ese salto de calidad que necesitamos", ha afirmado un acatarrado y "aún renqueante" Félix Bolaños, que ha citado el acuerdo del H2Med entre Barcelona y Marsella como ejemplo. Un proyecto que capitaliza España y al que se adhieren después Portugal, Francia y Alemania, remarcando la importancia de que Barcelona sea su escenario porque tiene que ser "motor de España".

La solución ibérica es otro de los puntales de liderazgo europeo. España protagonizó, junto con Portugal, una medida que ahora sea la "envidia de Europa, que ha comportado que las empresas españolas sean "más competitivas", amén de aliviar el bolsillo de las familias. Con todo, Bolaños ha insistido y retratado la crudeza de la oposición en el territorio después de detallar algunas otras iniciativas gubernamentales que explican los marcadores económicos. 

Pero España no solo funciona en lo económico, sino también en lo social, tal y como ha remarcado el ministro de Presidencia, que ha definido las líneas maestras de este Gobierno como una suerte de escudo para la mayoría social, mediante mecanismos como los ERTE o la reciente rebaja del IVA en algunos productos de la cesta de la compra o la creación del Ingreso Mínimo Vital (IMV). "No nos podemos permitir la pobreza. Es una obligación moral ayudarlos. Para eso lo creamos", ha sentenciado el ministro.