La cuestionable maniobra política de Isabel Díaz Ayuso explorando la comercialización de la vacuna Sputnik V, fármaco que aún no ha sido autorizado por la Unión Europea, ha generado malestar en algunos organismos europeos y hay quienes han lanzado advertencias a la presidenta de la Comunidad de Madrid.

Es el caso del portavoz de la Comisión Europea, Eric Mamer, quien ha recordado que si bien es cierto que “no podemos prohibir a nadie que compre otras vacunas al margen de las que están incluidas en la cesta de compras colectivas”, la UE “ha optado por esperar la aprobación de la Agencia Europea del Medicamento a diferencia del Reino Unido donde el gobierno ha optado por usar un mecanismo de emergencia”. En este sentido, quien quiera comprar la vacuna rusa deberá utilizar el procedimiento de emergencia asumiendo “las consecuencias jurídicas y financieras si hay problemas sanitarios futuros” por el uso de una vacuna no autorizada por la Agencia Europea del Medicamento.

Mamer ha precisado que las labores europeas se limitan a la coordinación, pues se decidió que la UE “no es ni el Reino Unido ni los Estados Unidos de América” y se optó por “dar una respuesta unida”.

 La unidad de los 27 países europeos “ha impedido que unos estados tengan un nivel de vacunas superior al de otros” garantizando “una estrategia importante para salir unidos” de esta crisis.