Después de mucho tiempo luchando por conseguirlo, la Plataforma por la Comisión de la Verdad ha intervenido este año en el Senado dando voz a las víctimas del franquismo en el acto en conmemoración contra los crímenes del Holocausto que se celebra cada año en la Cámara Alta.La abogada Cristina Almeida en nombre de la Plataforma que plantea una comisión de la verdad institucional que investigue los crímenes del franquismo, intervino para reivindicar la presencia silenciada de los cientos de miles de desaparecidos forzados de la dictadura que sufrió España.

Educar sobre el holocausto
La abogada recordó que este año Naciones Unidas, propone como tema de las actividades de conmemoración y de  educación sobre el holocausto, “el Holocausto y la dignidad humana”. Explicó que “es precisamente esa necesidad de conocimiento de la memoria, lo que justifica la presencia de la Plataforma por la creación de una Comisión de la verdad sobre los crímenes del franquismo, que aquí represento”.

La ONU reclama al Gobierno
“Precisamente esa comisión para conocer la verdad de nuestra historia, ha sido igualmente reclamada por distintos grupos de Naciones Unidas al Gobierno Español”, añadió. Dijo también que parte de esa verdad, afecta a la memoria de los españoles y españolas que sufrieron, murieron y resistieron en los campos nazis.

Franco abandonó a sus compatriotas
Almeida señaló que “su presencia allí derivo del abandono que el franquismo hizo a sus aliados nazis, cuando le pidieron al régimen de Franco que hacían con los españoles que se encontraban en los campos, y que podrían ser salvados si no les hubieran negado la nacionalidad española que tenían, calificándolos de apátridas y dando vía libre para su eliminación por el ejército nazi”.

Apatridas del franquismo
“Por eso hemos tenido siempre, como españoles y españolas conscientes de esa represión, que el recuerdo de estos apátridas para el franquismo, tengan un recuerdo permanente y estén presentes año tras años en este acto”, continuó.

Cruel represión
Se refirió a  la cruel represión que sufrió el pueblo judío en esos campos de exterminio. “De ahí nuestra indudable y colectiva solidaridad”. Pero la crueldad de aquella situación, además del asesinato de millones de judíos, “supuso la represión para otros colectivos y minorías étnicas como los gitanos, intelectuales comprometidos, los homosexuales y en general los discrepantes y combatientes del régimen nazi”

Recordando a Jorge Semprún
“Por eso estamos todos aquí, bajo el amparo del Senado Español, institución de todos los españoles y de compromiso con esta celebración”, dijo. “Hemos oído citar aquí, e incluso hacer lecturas de un personaje respetado y entrañable que sufrió la persecución de ambos regímenes, el escritor Jorge Semprún”.  Almeida destacó como Semprún  se definió siempre a sí mismo como deportado “en solidaridad con el conjunto de los españoles que sufrieron dicha persecución”.

Españoles asesinados
“Miles de españoles y españolas fueron asesinados en esos campos. Más de 200 madrileños murieron en los campos de exterminio nazis. Mujeres españolas y de otros países europeos, fueron violadas, vejadas, maltratadas y asesinadas, y algunos lograron resistir tanta crueldad y conservar la vida, luchando incluso dentro de los campos con esa solidaridad necesaria con todos los que allí intentaban sobrevivir, hasta la liberación de los campos”, prosiguió la representante de la Plataforma.

“En nuestra memoria”
Mencionando el libro de Semprun, “Vivir es Resistir”,  dijo que ¡ellos, pocos, resistieron y vivieron, aunque hoy hayan ido muriendo poco a poco, sin que en este país se les haya considerado víctimas del franquismo-nazismo. La voz de esos deportados tiene que formar parte oficial de nuestra memoria”.

Compromiso por la no repetición
“De este acto queremos obtener un compromiso, de acuerdo con lo que nos propone Naciones Unidas: que la memoria democrática y antifascista no solo de nuestro país, sino de todo los países, pase a formar parte de nuestra educación, de la educación de la sociedad, de nuestros niños y jóvenes. Ese conocimiento es la mejor garantía de la “no repeticion”.

Reivindicar el heroísmo
Para la abogada memorialista “ya es hora que afrontemos esta memoria que nos llevaría, de acuerdo con el título de este año, “ El holocausto y la dignidad, a reivindicar la dignidad y heroísmo de las víctimas de tales hechos, y el recuerdo de su actuar en defensa de los mejores valores de la sociedad”.

El mal absoluto y la absoluta fraternidad
“Ese hecho monstruoso no fue otra cosa que el enfrentamiento entre el mal absoluto (el exterminio), y la fraternidad absoluta de todos los que la sufrieron que supieron en tan tremendas circunstancias, hacer de la solidaridad una resistencia a la maldad, dando incluso familia a niños que se quedaron sin ellas al ser asesinadas por los nazis”.

Niños y adolescentes maltratados
En este sentido, refirió el caso de Sigfrido Meyer, “a quien los republicanos españoles le dieron la familia que necesitaba. Adolescentes maltratados que, después de esa terrible experiencia llegaron a ser premios Nobel de la Paz o de literatura como fueron Elie Wiesel; Imre Kertesz entre otros”.

Tiempo para la fraternidad
“La memoria no es solo conocimiento. Es dignidad, es una forma de vida y de convivencia y se nos hace más necesaria cada día por los movimientos que estamos viendo en distintos países de Europa, de violencia, de criminalización de grupos como los refugiados, la formación con aspiraciones de gobierno de grupos neonazis que no auguran buenos tiempos para la fraternidad, y que no son la garantía de no repetición que la memoria conseguiría”.

Un futuro de igualdad
Concluyó así la alocución de la abogada en el Senado: “De nuestra unidad, de nuestra solidaridad y de nuestra  memoria, se tiene que lograr un futuro de democracia, de igualdad y de paz que asegure un nuevo ciclo histórico ajeno al de violencia y radicalidad que estamos recordando”.