El mismo día que el Tribunal Constitucional admitía a trámite el recurso del PSOE contra la ley de reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha del pasado 21 de mayo, aprobada en Congreso y Senado solo y exclusivamente con los votos del PP, sentandando un peligroso precedente en la historia de la democracia española, el Gobierno de Mariano Rajoy daba marcha atrás y accedía a sacar de las negociaciones con el PSOE sobre la regeneración de la vida política la elección directa de alcaldes. ¿Por qué ese día y no las semanas anteriores, cuando conocía el rechazo unánime del resto de los partidos a su controvertida reforma electoral? Fácil, Moncloa y su vicepresidenta, Soraya Sánez de Santamaria, prefieren el diálogo y el consenso antes que el ordeno y mando impuesto por María Dolores de Cospedal en Castilla-La Mancha, donde los socialistas han anunciado este viernes la presentación de un segundo recurso de inconstitucionalidad en un intento de frenar lo que para la mayoría de la ciudadanía se trata de un “pucherazo electoral” o de un “golpe de estado autonómico”, según el PSOE.

Soraya se la devuelve a Cospedal...
Que el anuncio de retirada de la elección directa de alcaldes de la mesa de negociación sobre la regeneración democrática, con la consiguiente reforma de Ley Electoral, se hiciera el mismo día y en La Moncloa no es casual. Los “tres mosqueteros” de la vicepresidenta (José Luis Ayllón, Alfonso Alonso y José Antonio Bermúdez) escenificaron los deseos del PP de llegar a un acuerdo y diálogo con el principal partido de la oposición, algo que Cospedal ha rechazado y ni siquiera ha invitado formamente al PSOE para reformar el Estatuto y la normativa electoral. De esta forma, Sáenz de Santamaría deja a los pies de los caballos a la secretaria general del PP, lanzando un mensaje distinto y no autoritario como el que practica la presidenta de Castilla-La Mancha en todas y cada una de las inciativas políticas que lleva a cabo en la región.

...y los socialistas recogen el guante
Tal ha sido el desaire, tal la desautorización de Cospedal, que el PSOE de Castilla-La Mancha a través de su secretario de Organización, Jesús Fernández Vaquero, ha recogido el guante lanzado por los hombres de la vicepresidenta, asegurando que “nos gustaría que Cospedal hicera lo mismo y  aparcara la reforma de la ley electoral y se iniciara un diálogo entre todas las fuerzas políticas de la región, tanto parlamentarias como extraparlamentarias, para realizar una modificación consensuada y democrática de esta ley”, aunque el portavoz socialista se mostró muy escéptico que Cospedal recoja este ofrecimiento.

García-Page: “Es impepinable”
No cabe duda de que la decisión del Alto Tribunal de admitir a trámite el primer recuso, sumado a la disposición del Gobierno de Rajoy a consensuar todo lo referente a la Ley Electoral estatal, ha dado alas a los socialistas castellano-manchegos, que en palabras de su líder, Emiliano García-Page, resulta “impepinable” que el Constitucional eche para atrás una normativa que puede suponer un “aldabonazo contra el sistema democrático en España” porque, recuerda, es la primera vez que un partido político aprueba en solitario, “y sin un solo segundo de conversación” la reforma de una norma tan importante como un estatuto de autonomía, “que además contempla un recorte en democracia”.

Abierto al resto de partidos políticos
En este sentido, el líder de los socialistas castellano-manchegos animó desde Albacete al resto de los partidos políticos de la región (IU, Podemos...) a sumarse al recurso que ha presentado en solitario el PSOE contra este “pucherazo electoral”, que calificó de “barbaridad”, para seguidamente añadir, “que se sume a nuestro recurso todo el mundo que en la región quiera defender la democracia ya no solo en la calle, sino donde hay que hacerlo: en las instituciones y desde luego en los tribunales”.

“Cospedal quiere ganar sin salir a la calle”
García-Page también anunció el apoyo de los socialistas a las  medidas que se lleven a cabo para reducir la burocracia “pero nunca las que se toman contra la democracia”. Finalmente recordó que hace un año Cospedal, cuando los diputados cobraban, elevó su número. “Ahora cuando no cobran quiere dejarlos a la mitad porque simplemente quiere ganar las elecciones sin salir a la calle, una calle a la que cada vez puede salir menos”, concluyó.