José María Aznar está de vuelta. Su ficha vuelve a ubicarse en el tablero político. Con la victoria de Pablo Casado en las primarias del Partido Popular ya se barruntaba el regreso del aznarismo. El pasado martes reapareció en el seno de la comisión de investigación de la presunta caja B de los populares y mucho se ha hablado desde entonces del legado del expresidente del Gobierno: 12 de sus 14 ministros están imputados, encarcelados, cobraron sobresueldos o están inmersos en escabrosos asuntos judiciales. Dicho de otra manera: no se salva ni el apuntador. Con su vuelta parece que el predecesor de Casado ha quedado en el olvido. Poco o nada se habla del legado de Mariano Rajoy.

La herencia de Rajoy no es mucho mejor que la de Aznar. Entre la terna de sus ministros tiene varios manchurrones: reprobados, salpicados por corrupción, colocados, condenados, con mentiras en su currículum… No es baladí semejante listado pues el Partido Popular ha vuelto a denunciar en el pleno de este miércoles los casos de Màxim Huerta, Carmen Montón, Pedro Duque… Incluso votaron el martes para reprobar a Dolores Delgado por la grabaciones del comisario Villarejo. Echemos un vistazo al legado de Rajoy…

Empecemos por el tejado

La primera mácula del legado de Rajoy es el propio Rajoy. El expresidente del Gobierno ha grabado su nombre en la historia por varias cuestiones de dudoso honor. En primer lugar, Rajoy es el primer presidente del Ejecutivo en activo que tuvo que declarar ante un tribunal en el seno de un caso por corrupción -en calidad de testigo, eso sí-. Y en segundo lugar, su nombre pasará a la posteridad por ser el primer presidente que debe abandonar el Ejecutivo por una moción de censura (por cierto, motivada por la sentencia del caso Gürtel).

Muchas son las cuestiones que aún quedan sin responder, en la más profunda de las sombras gürtelianas. El expresidente acudió a la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares citado en calidad de testigo, una condición que le obliga, por ley, a decir la verdad. Y no lo hizo. Se sospechaba que un viaje de vacaciones que realizó con su familia a las Islas Canarias en marzo de 2004, tras la derrota electoral frente a José Luis Rodríguez Zapatero, fue sufragado por la trama Gürtel. “Lo pagó mi partido hasta donde yo sepa”, aseguró Rajoy. Mentira. Según desveló en exclusiva el redactor Jefe de este periódico, Marcos Paradinas, el viaje fue sufragado por el Congreso de los Diputados, tal y como demuestran las facturas, incluidas en el sumario del caso. Rajoy debería de explicar dos cosas: por qué mintió y por qué sus vacaciones las pagó el Hemiciclo y, por inercia, todos los españoles.

Rajoy también admitió una especie de sobresueldos, tal y como ya hiciera la actual tesorera del Partido Popular, Carmen Navarro, en la Comisión de Investigación sobre su presunta caja B. El exlíder del PP aseguró que no conocía “en absoluto” la caja B, pero sí que confirmó que existían sobresueldos, aunque los llamó “complementos”: “Cobrábamos un sueldo de diputado y bastantes personas del partido tenían complemento que se declaraba a Hacienda. Cuando dejamos el Gobierno dejamos de cobrar ese complemento porque no se podía hacer”. Asimismo, aseguró que “yo eché a Correa”. Mencionó que se reunió con el tesorero del partido, por aquel entonces Álvaro Lapuerta, y éste “me dijo que algunos proveedores estaban utilizando el nombre del PP en ayuntamientos”. Rajoy reiteró que no conocía a Correa, “le habré visto en algún mitin, si lo conocía era de saludarlo en un acto público y tampoco puedo afirmarlo nítidamente”, pero Lapuerta le había dicho que “algunos proveedores estaban usando el nombre del partido. Yo le pregunté [a Lapuerta] si consideraba que había cosas que no se ajustaban al derecho y me dijo que no tenía pruebas”, pero sí ciertas suspicacias. ¿Y no hizo nada con esas suspicacias?

Y como no podía ser de otra manera, la madre de todos los lamparones de Rajoy sigue incrustada: los sms de Luis Bárcenas, que a estas alturas, ya son de sobra conocidos.

Reprobados everywhere

Las grabaciones recogidas en el despacho de Jorge Fernández Díaz, por entonces ministro de Interior, con el ahora exdirector de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, en las que conspiraban para impulsar las investigaciones sobre los casos de corrupción que salpicaban a partidos independentistas bien le valieron al exministro la reprobación de la comisión de Interior. Pero si hay un ministro de Rajoy que será recordado por la historia, ese es Rafael Catalá.

El ministro de Justicia, acusado de inmovilismo en el marco del caso Moix y de injerencias en la cartera de la que es titular, fue reprobado por el Congreso de los Diputados, erigiéndose así como el primer ministro de la Democracia en ser reprobado por el Parlamento. Pero rápido acudió su amigo Montoro a auxiliarle. No quería dejarle solo y, tras ser criticado por su Amnistía Fiscal, fue reprobado por el Congreso. Por cierto, los dos primeros ministros de la historia de la Democracia de España que fueron reprobados por el Congreso también son los peor valorados y, curiosamente, los que más cobran. 

A la lista de dirigentes reprobados se unió también el número dos de Juan Ignacio Zoido (ministro de Interior), José Antonio Nieto. El Congreso reprobó al secretario de Estado de Seguridad por haberse reunido con Pablo González, hermano del expresidente de la Comunidad de Madrid Ignacio González, hoy en la prisión de Soto del Real. El encuentro se produjo en abril, mientras se estaba investigando el caso Lezo.

También fueron reprobados Juan Ignacio Zoido y Alfonso Dastis por el incumplimiento de las cuotas de acogida de inmigrantes a las que España se comprometió con la Unión Europea. El montante total de ministros de Rajoy reprobados por la Cámara Baja es de cuatro -más un secretario de Estado-.

Catalá Sociedad Limitada

Además de recibir el dudoso honor de ser el primer ministro en la historia de la democracia española en ser reprobado por el Congreso, Catalá puso en jaque el discurso del nuevo PP con respecto a las sociedades patrimoniales. El Partido Popular quiso aprovechar los vientos de cola del astronauta cuando trascendió que Pedro Duque tenía dos inmuebles a nombre de sociedades patrimoniales. En tromba, pidieron -y piden- su dimisión. Pero salió a escena Catalá. Tal y como desveló en exclusiva ElPlural.com, el exministro de Justicia del Gobierno de Mariano Rajoy y actual secretario de Justicia y Administraciones Públicas de la formación adquirió cuatro propiedades a través de una empresa.

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Una condenada con puesto en la Universidad

En el año 2009 estalló el caso Gürtel, cuya primera etapa ya tiene sentencia y entre los 29 enviados a prisión (de 37 acusados) suman 351 años de cárcel. En el fallo de la Audiencia Nacional se incluye la exministra de Sanidad Ana Mato, quien fue condenada a título lucrativo por haberse beneficiado de hasta 27.857 euros con 53 céntimos en concepto de “viajes y eventos familiares”. Además, su exmarido, Jesús Sepúlveda, exalcalde de Pozuelo de Alarcón, se encontraba en el epicentro de la trama Gürtel (de hecho, ha sido condenado a 14 años y cuatro meses), y Mato recibió innumerables regalos. Desde bolsos hasta viajes, pasando por la Comunión de su hija, un Jaguar, un Range Rover y noches de hotel. Todo este listado se conocía ya a principios de febrero de 2013.

A pesar de este currículum, Mato es la directora de Relaciones Institucionales de un centro universitario adscrito a la Universidad Rey Juan Carlos, cargo que ostenta desde mediados de 2016.

Soria, mentiras panameñas 24 horas

El 11 de abril de 2016, con el Gobierno en funciones, trascendió que el ministro de Industria, Energía y Turismo y presidente del PP de Canarias, José Manuel Soria, aparecía en los Papeles de Panamá. Concretamente, su nombre figuraba como director de la sociedad offshore UK Lines Limited, una empresa creada en Bahamas a través del famoso despacho Mossack Fonseca.

Soria salió rápidamente al paso asegurando que UK Lines Limited era una empresa “cien por cien británica” con la que tanto él como su familia tan solo mantuvieran una relación “pura y exclusivamente comercial”, y no de “tipo acciones ni de dirección”, a lo que añadió que “nunca tuve ni acciones, ni participaciones, ni ninguna responsabilidad de dirección”. Sin embargo, 24 horas tardó en contradecirse él mismo.

Soria reconoció un día después que “es la misma que fundó mi padre, si, si” y que “hoy me he enterado que aparece otro papel donde se dice que soy secretario de la anterior empresa UK Lines. Que yo soy secretario o que conste que yo soy secretario, me he enterado esta misma mañana”.

El por entonces ministro tuvo que dimitir de todos sus cargos cinco días después por mentir. Rajoy, entonces, intentó colocarle en el Banco Mundial mientras todo el país miraba hacia el Congreso, donde se celebraba la investidura fallida de Rajoy. Un premio que, finalmente y dada la presión mediática, no se concretó.

Los tentáculos de los Papeles de Panamá también llegaron al exministro de Agricultura y actual comisario europeo Miguel Arias Cañete. El nombre de Micaela Domecq, su mujer, apareció en los papeles de Panamá junto con otros miembros de su familia. Figuraban como autorizados de la empresa Rinconada Investments Group S.A., registrada en el país centroamericano. La firma fue registrada el 18 de noviembre de 2005 a través de bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en sociedades offshore. Unos meses más tarde, en noviembre, trascendió que Hacienda investigaba también las cuentas en Suiza de la sociedad panameña vinculada a la mujer de Cañete.

El comisario europeo se desvinculó de los negocios de su mujer subrayando que tienen una “separación absoluta de bienes” desde que contrajeron matrimonio y “nunca he participado ni en la administración ni en la gestión de los bienes de mi mujer”. Asimismo, insistió en que él estaba cumpliendo con “las obligaciones del código de conducta de comisario”. No obstante, a pesar de que la aparición de Micaela Domecq en los Papeles de Panamá no importunó en absoluto ni al Gobierno del PP ni al partido, la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) sí que se alarmó y abrió investigaciones al respecto. También investigaban a la exvicepresidenta del Ejecutivo comunitario Neelie Kroes. "Hemos abierto cuatro el año pasado y este año hemos abierto dos más, de modo que tenemos seis en total. Es todo lo que puedo decir", señaló una en rueda de prensa la directora de Apoyo a Investigación de la Oficina Antifraude europea, Beatriz Sanz Redrado, en el seno de la presentación del informe anual de OLAF.

Los retiros dorados

Mariano Rajoy se distinguió por tratar bien a los suyos. El 1 de agosto de 2015 el BOE publicaba un Real Decreto rubricado por Felipe VI mediante el cual se nombraba embajador Jefe de la Delegación Permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) a José Ignacio Wert Ortega. Se consumó, así, un dedazo de libro para contentar a uno de los ministros más impopulares y menos valorados del Ejecutivo de Rajoy. El nuevo puesto incluía vivienda en París, la ciudad del amor, un destino que el propio exministro solicitó porque también había ido allí a trabajar su esposa, Monserrat Gomendio, que además fue uno de sus altos cargos en su ministerio.

La obcecación de Wert en irse a vivir con su esposa a París a vivir su idilio tiene un alto coste para las arcas públicas: el exministro cobraba unos 10.000 euros mensuales más gastos de representación y vivía en un piso de 500 metros cuadrados en la zona más lujosa de París que cuesta unos 11.000 euros cada mes. Y además habría que añadir la indemnización que cobró por dejar su cargo de ministro: 4.600 euros. Pero no se vayan, que aún hay más: el Gobierno corrió con la cuenta, a cargo de los ciudadanos, del mantenimiento de los jardines de la vivienda de Wert. En total, el montante ascendió a 775.655 euros. Con la llegada de Sánchez al Gobierno, se le acabó el chollo.

El exministro de Economía, Luis de Guindos, también fue recolocado. En su caso, como vicepresidente del Banco Central Europeo.

Nadal y Dastis

De la nueva hornada (segundo Gobierno de Rajoy) es destacable también el falso currículum de Álvaro Nadal y las condiciones en las que Alfonso Dastis mantenía a sus becarios y becarias en embajadas y consulados.

Nadal no tiene el doctorado en Harvad del que presume. En una ocasión le presentaron como tal en una conferencia y él no negó tener dicho título: "Agradezco tan generosa presentación: debo decir que no me presentan todos los días así de bien, por tanto, [estoy] doblemente agradecido", dijo.

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Por otro lado, Alfonso Dastis, quien aseguraba que los jóvenes se marchaban de España porque eran aventureros, no pagaba ni daba ayuda alguna a sus becarios y becarias en embajadas y consulados.

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