Desde que Ciudadanos decidió abandonar el centro para pelearle la derecha de tú a tú al Partido Popular, no hay una semana tranquila en la formación naranja. Estos siete días, que prometían ser de color rosa para los de Albert Rivera después de la fallida investidura de Pedro Sánchez, se han vuelto a torcer debido a una nueva dimisión. El economista y experto fiscal Francisco de la Torre, en antaño número dos de Cs, decidió abandonar la dirección del partido argumentando que los suyos se han convertido en “parte del problema y no parte de la solución” a la gobernabilidad del país. Asimismo, en una entrevista concedida a 'El Confidencial', el todavía diputado de la formación naranja –tiene previsto renunciar a su acta en septiembre- ahondaba más en la crítica: “Yo me apunté a un partido de centro, pero Ciudadanos ahora es populismo infantil”.

No obstante, pese a las críticas, la cúpula del partido ya ha manifestado que tampoco facilitarán una investidura de Sánchez en septiembre​, pese a que numerosas encuestan señalan que en caso de repetición electoral, los naranjas podrían sufrir una gran pérdida. "Ni ahora ni en septiembre tampoco", señalaba la recién elegida líder de Ciudadanos en Cataluña, Lorena Roldán.

La renuncia de De la Torre llega apenas cuatro días antes de un nuevo consejo general de Ciudadanos, que se celebra este lunes 29 de julio y en el que los naranjas esperan cambiar los estatutos del partido. Desde la dirección del partido confiaban en que esta fecha fuera el punto y final a la mayor crisis interna de la formación, pero temen que los últimos acontecimientos (el papel secundario de Rivera en la investidura, descompasado y superado claramente en mesura por Pablo Casado, y el pacto con PP y Vox en Murcia), unidos al adiós de De la Torre, aviven aún más las voces discordantes. 

Como apuntábamos en las líneas anteriores, la marcha de De la Torre no es la primera (y seguramente tampoco la última) renuncia de un alto cargo de Ciudadanos, y prácticamente todas responden a un mismo patrón: pesos pesados de la formación que no están de acuerdo con la estrategia de Rivera de plantear un cordón sanitario al PSOE, y al mismo tiempo pactar con la extrema derecha.

El primero en abandonar el barco y destapar el tarro de las esencias fue el portavoz de los naranjas en el Congreso y uno de los máximos responsables del programa del partido, Toni Roldán. “No me voy porque yo haya cambiado, sino porque Ciudadanos ha cambiado”, señalaba en su acto de despedida el 24 de junio de este año, cerrando con una frase lapidaria: “¿Cómo vamos a superar la dinámica de confrontación de rojos y azules que vinimos a combatir, si nos convertimos en azules?”.

Toni Roldán anuncia su marcha de Ciudadanos en el Congreso de los Diputados. Europa Press
Toni Roldán, exportavoz de Ciudadanos en el Congreso, el día que anunciaba que se marchaba del partido. Fuente: Europa Press.

Ese mismo día, el líder de Ciudadanos en Asturias, Juan Vázquez, también abandonaba las filas de los de Rivera, criticando el giro ideológico de los suyos: “Es evidente que cuando yo entré el partido tenía unas orientaciones y un espacio político distinto al que tiene ahora”.

No habían pasado ni 24 horas del adiós de Roldán y Vázquez, cuando los cimientos de los naranjas volvían a fallar. El eurodiputado y responsable del Área de Unión Europea, Javier Nart, presentaba su dimisión como miembro de la dirección del partido después de que la mayoría de la Ejecutiva de Ciudadanos decidiera mantener el veto a Pedro Sánchez. Actualmente sigue manteniendo el acta como diputado en el Parlamento Europeo.

Tras la marcha de estos tres, Rivera aprovechaba un acto para cargar duramente contra ellos, y el resto de críticos de la formación, y les enseñaba la puerta de salida: "Si algunos piensan que el 'sanchismo' tiene que campar a sus anchas que presenten un partido político".

Otro peso pesado que dimitía de todos sus cargos era el responsable del Área de Educación de Ciudadanos, fundador y líder del partido en Baleares, Xavier Pericay. No obstante, su salida no era tan traumática para los de Rivera, puesto que no se marchaba por el 'no' al presidente en funciones: “Creo que no hay que pactar con Sánchez, por lo que estoy en la línea mayoritaria en la que está el partido”. De esta manera, justificaba su renuncia por motivos personales, después de perder las primarias del partido en Baleares ante el antiguo secretario de la Agrupación de Palma, Marc Pérez Ribas.

El último en abandonar las filas naranjas, antes de De la Torre, era otro de los fundadores del partido, Frances de Carreras. Este ya había anunciado meses atrás su intención de darse de baja del partido, después de que la Ejecutiva decidiera por unanimidad no pactar con Sánchez. De hecho, en una tribuna publicada en el periódico ‘El País’, Carreras criticaba duramente a Rivera y su política de pactos: “No entiendo que te hayas convertido en un adolescente caprichoso”, escribía, afeándole que hubiera antepuesto los intereses del partido a los intereses generales de España.

La Junta de Andalucía como máximo exponente

Si a nivel nacional la situación de Ciudadanos en cuanto a las dimisiones es preocupante, a nivel autonómico es crítico. Concretamente en Andalucía, donde gobiernan conjuntamente junto al PP y gracias a los votos de Vox, en seis meses de mandato han abandonado o sido cesados hasta nueve altos cargos en la Junta, todos, sin excepción, pertenecientes a consejerías controladas por la formación naranja. Los últimos en renunciar a sus puestos han sido Isabel Balbín, viceconsejera de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, y José Martínez López, viceconsejero de Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación. Este último ha justificado su decisión debido a las diferencias con la consejera, Rocío Ruiz (también de Ciudadanos). Por su parte, Mercedes Sánchez Vico, directora del Instituto Andaluz de la Mujer, anunciaba su marcha debido a una “gravísima” enfermedad, según palabras de la consejera.

Mismo camino han recorrido Pilar Ariza, secretaria general de Universidades, Isabel Álvarez, directora general de Fondos Europeos, que fue cesada, e Inmaculada Jiménez, secretaria general técnica de Igualdad.

En el ámbito provincial, han dejado sus cargos, Antonia Morales, delegada de Educación en Almería, Miguel Luis Guijarro, delegado de Empleo en Málaga, y Elisa Fernández Vivancos, delegada de Turismo en Granada.

Ante tal chaparrón, el portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo (PP), salía al paso para restar importancia a las dimisiones, señalar que se trata de "algo que entra dentro de los razonable” y que los nuevos nombramientos serán “mejores que los cesados”. No obstante, el mensaje de puertas para dentro es bien distinto.