La relación de altos cargos dimisionarios de la Junta de Andalucía en solo seis meses tal vez no sea lo bastante extensa como para identificarla como una crisis de Gobierno, pero sí lo bastante excepcional en la política nacional y autonómica como para restar verosimilitud a las apresuradas explicaciones del Ejecutivo que preside Juanma Moreno.

Según el consejero de Presidencia y portavoz, Elías Bendodo, “es bueno y entra dentro de lo razonable” que, en un Gobierno que está al frente de 270.000 trabajadores, “cada vez que se encuentra un perfil mejor que el anterior” se sustituya, haciendo así honor al “permanente estado de alerta y renovación” que sería la seña de identidad del “Gobierno del cambio”.

"Nadie es imprescindible"

En la misma línea, para la dirigente de Ciudadanos y presidenta del Parlamento, Marta Bosquet, estas cosas conviene “no sacarlas de contexto”, puesto que entre quienes ocupan cargos públicos “nadie es imprescindible” y, llegado el caso, lo importante es que “hay personas preparadas para sustituir” a quienes dimiten.

Y de modo parecido lo ve el portavoz parlamentario de Ciudadanos, Sergio Romero: “Lo importante son las medidas, no las personas”. Aunque no son miembros del Gobierno autonómico, Romero y Bosquet se han visto obligados a dar explicaciones porque los nueve cargos dimisionarios pertenecían a consejerías gobernadas por el partido naranja.

Ideología y cohesión

En todo caso, los deseos gubernamentales de pasar página cuanto antes no han logrado borrar del todo el rastro de inquietud que deja este rosario de dimisiones sobre la fiabilidad y solvencia de los equipos designados por Ciudadanos, cuyos bandazos ideológicos y escasez de cantera propia no solo dificultaron el reclutamiento, sino que restaron cohesión política y compenetración personal entre los fichajes.

La relación de caídos en el frente institucional es esta: la viceconsejera de Empleo, Isabel Balbín; el viceconsejero de Igualdad, Francisco José Martínez; la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Mercedes Sánchez; la secretaria general técnica de Igualdad, Inmaculada Jiménez; la secretaria general de Universidades, Pilar Ariza; la directora general de Fondos Europeos, Isabel Álvarez; el delegado de Empleo en Málaga, Miguel Luis Guijarro; la delegada de Educación e Igualdad de Almería, Antonia Morales; y la titular provincial de Turismo en Granada, Elisa Fernández-Vivancos.

Lo que dice la oposición

Y si para el Gobierno y los partidos que lo conforman tantas dimisiones no son nada, para la oposición de izquierdas lo son todo. Para el portavoz de Hacienda del grupo socialista y delegado de Universidades del PSOE, Antonio Ramírez de Arellano, que eleva el número de dimisiones a 12, estaríamos ante una “auténtica crisis de Gobierno” que requeriría la comparecencia del presidente para dar cuenta de ella.

Arellano añadió una razón que no se había oído hasta ahora: el Gobierno de PP y Ciudadanos se ha apuntado desde el minuto uno al “catastrofismo, a levantar alfombras y a generar mentiras”, lo cual tiene "para cualquier persona de bien un coste psicológico ” que no todo el mundo está dispuesto a pagar.

Adelante Andalucía no ha sido menos severa que los socialistas. Su portavoz, Inmaculada Nieto, conecta la sucesión de renuncias con el “gran fraude y la gran farsa que ha supuesto Ciudadanos al convertirse en altavoz de la extrema derecha”.

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