El pleno del Parlamento Europeo ha dado luz verde a la reforma de la ley electoral europea que obligará a España a establecer un umbral mínimo de entre el 2% y el 5% del voto para obtener representación en los comicios al Parlamento Europeo a partir de 2024.

La norma establece ese nuevo mínimo para las circunscripciones de más de 35 escaños (como es el caso de España en las elecciones europeas, con una circunscripción única) para evitar una mayor fragmentación de Eurocámara.

Ese umbral ya existe en todos los países con más de 35 eurodiputados, menos en España y Alemania. Y es este último país el que más ha presionado para su establecimiento lo antes posible, con el fin de frenar a formaciones euroescépticas como Alternativa para Alemania, quien en las encuestas obtiene ya sin embargo más del 5%.

En manos del Gobierno español

Así, el texto que obligará a España a cambiar su ley electoral, previsiblemente en la próxima legislatura, queda en manos de ser concretado por el Gobierno de Pedro Sánchez o del próximo Gobierno que salga de las urnas y que podría dejar fuera de la Eurocámara a los partidos nacionalistas si fijase el umbral mínimo en el 5%.

Por comparar, la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG) establece un límite de, al menos, el 3% de los votos válidos en una circunscripción para entrar en el reparto de escaños, pero algunas leyes regionales sí que elevan este mínimo al 5%.

De fijarse la opción más alta, podría dejar fuera del Parlamento Europeo a los eurodiputados de Esquerra Republicana, del PDeCAT, del PNV o de Bildu. En las elecciones de 2014 sólo los convergentes y los vascos superaron el umbral del 5% al concurrir con Coalición por Europa junto a los nacionalistas canarios y los gallegos de CxG. ERC y Bildu, en cambio, se quedaron en un 4,2% y un 2,8%. En las elecciones generales de 2016, ninguno de los partidos nacionalistas mencionados alcanzó el 3% del total de las papeletas, pero sí en sus respectivas circunscripciones.

Opiniones enfrentadas

El eurodiputado Ramón Jáuregui (PSOE), que ha seguido de cerca las negociaciones y ha explicado que Alemania “presionó” por el establecimiento de un umbral de hasta el 5% para restringir el acceso de formaciones minoritarias antieuropeistas.

En el caso de España, sin embargo, consideró que se abogará por no elevar del 2% el umbral mínimo por circunscripción para no restringir opciones de voto.

Por su parte, la ponente de la reforma, la polaca Danuta Hübner del grupo de los populares europeos, defendió esta semana que el umbral mínimo es “importante para disminuir las desigualdades entre ciudadanos europeos” porque ahora no hay un criterio único para todos los estados.

Por su parte, el eurodiputado Josep Maria Terricabras, negociador por el grupo Verdes / ALE en la reforma de la ley electoral europea, calificó de “incoherente” la reforma, que según los Verdes se opone al principio de “representación pluralista”. “El Parlamento Europeo está demostrando una vez más su incapacidad para solucionar el déficit democrático”, ha criticado en un comunicado tras la votación en Estrasburgo. Según Terricabras la reforma se ha adoptado “en favor de los grandes partidos tradicionales” y constituirá un “obstáculo” para la profundización de las democracias.

El voto recibió del pleno 397 votos a favor, 207 en contra y 62 abstenciones. Para ser una realidad definitivamente deberá también ser aprobado por los líderes de los países europeos de forma unánime, trámite que se espera se supere sin contratiempos.

Además, la reforma electoral incluye otras disposiciones, no obligatorias para los países, dirigidas a impulsar el voto anticipado, por correo y electrónico, y a dar más visibilidad a los partidos políticos europeos en las papeletas de voto.