La presencia de los partidos minoritarios a nivel nacional como Equo o los independentistas catalanes y vascos en el Parlamento Europeo podría tener los días, o mejor dicho años, contados, así como cualquier esperanza de conseguir representación de Bruselas de VOX y PACMA.

El Consejo de la Unión Europea, que forman los Gobiernos de los países miembros ha propuesto esta semana aumentar el umbral de voto necesario en las elecciones europeas del 2% al 5% en las circunscripciones de más de 35 escaños, incluidas las circunscripciones únicas nacionales, como España.

En las últimas elecciones europeas, partidos como Ciudadanos, ERC, Primavera Europea (Compromis) o Los Pueblos Deciden (BNG) no consiguieron superar el 5% del total de votos emitidos en España, por lo que los seis eurodiputados que consiguieron se habrían repartido entre el resto de los grupos de haber existido este límite más alto y que ahora se ha propuesto.

Si se mantiene el mínimo en el 2% en España para las elecciones europeas de 2019, según las últimas encuestas, podrían conseguir representación tanto VOX como PACMA.

La medida, que será refrendada por la Eurocámara en la sesión plenaria de julio para que pueda entrar en vigor de cara a los comicios al Parlamento Europeo de mayo de 2019 en los países donde tienen más prisa en hacerlo, como Alemania, podrá aplicarse en la mayoría de los Estados, como España, de cara a las europeas de 2024, confirmaron fuentes parlamentarias.

En España, las elecciones europeas son en sistema de circunscripción única y desde la próxima legislatura contarán con 59 escaños (5 más que hasta ahora por el reparto parcial de los eurodiputados del Reino Unido pactado por el resto de los socios para después del Brexit).

La propuesta se enmarca en un conjunto de medidas para poner al día la ley electoral europea de 1976, que incluye facilitar la votación a los ciudadanos comunitarios residentes en terceros países, así como establecer sanciones para evitar que la misma persona no vote en más de un país.

El acuerdo se basa en una primera propuesta de la Eurocámara de 2015, donde también se incluía la petición de reconocer distintas formas de voto, como el electrónico, que han salido adelante.

Tras el acuerdo en el Consejo, el eurodiputado del PSOE Ramón Jáuregui, involucrado en la propuesta, explicó que Alemania “presionó” por el establecimiento de un umbral de hasta el 5% para restringir el acceso de formaciones minoritarias antieuropeistas.

En el caso de España, sin embargo, consideró que se abogará por no elevar del 2% el umbral mínimo por circunscripción para no restringir opciones de voto y que en cualquier caso no será aplicable antes de las elecciones de 2024.

Jáuregui valoró que se trabaje por una ley electoral europea que armonice disposiciones en los veintisiete países, si bien se mostró crítico porque el Consejo haya descartado medidas que proponía la Eurocámara como las “listas cremallera” o la posibilidad de dar voto a los europeos entre 16 y 18 años, entre otras.