Si las mujeres son mayoría en la universidad, ¿por qué no lo son las rectoras?

Jornada revindicativa del Día de la Mujer. Hoy, más alto que nunca reivindicamos igualdad. El techo de cristal sigue siendo una realidad ha denunciar este 8M. Este fenómeno social sustentado en la desigualdad y en le machismo, hace que mujeres que despuntarían por sus cualidades y formación, se queden a medio camino en sus carrera profesional, que choquen con un techo invisible, pero real e impuesto, que hace que no lleguen a los puestos de mando. Esas sillas, son todavía para los hombres. El techo de cristal es injusto en todos los ámbitos de nuestra sociedad, pero quizás la paradoja es mayor si hablamos de Educación y universidades pues, mientras que entre los estudiantes las mujeres son mayoría, en los puestos de mando son una clara minoría.

La Patronal celebra el Día de la Mujer negando la brecha salarial

La presidenta de la Comisión de Igualdad de la CEOE, Val Díez, ha asegurado hoy que la realidad es que un hombre y una mujer "tienen que ganar lo mismo por el mismo trabajo" y que, de haber discriminación, las mujeres pueden acudir a los tribunales y que obtendrán una sentencia favorable. Todo esto en encuentro entre mujeres empresarias y estudiantes de bachillerato organizado por la organizacion patronal como celebración del Día de la Mujer.  La brecha salarial es un resultado estadístico fruto de los pluses, ha asegurado Díez, quien ha destacado la antigüedad porque los hombres llevan más tiempo trabajando, así como la nocturnidad o la peligrosidad, complementos en puestos muy masculinizados. Por otro lado, ha señalado que son las mujeres quienes más solicitan reducciones de jornada "por la desigual distribución de los roles", así como una menor presencia femenina en carreras técnicas, puestos directivos o que exijan movilidad.

Las mujeres rurales también están en huelga

La tasa de desempleo que sufren las mujeres en el medio rural es del 42,8% y su presencia en cargos de responsabilidad es escasa, según la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (Fademur), que participa este 8 de marzo en la huelga que se celebra en todo el país. Fademur convocó a todas sus integrantes a realizar paros de dos horas en sus jornadas para "visibilizar las brechas y discriminaciones que, por razón de sexo, aún existen en los pueblos". La organización de mujeres progresistas del medio rural ha explicado, en un comunicado, las razones por las secunda la movilización: “problemas particulares, cercanos a los que sufren las mujeres en el medio urbano, pero no exactamente iguales”. Las oportunidades laborales para las mujeres del medio rural son más que escasas y la tasa de desempleo que sufren es “del 42,8%, una cifra que es más de siete puntos superior a la tasa media nacional, e incluso casi cuatro puntos más que la tasa media de desempleo de las mujeres de toda España”. En cuanto a los cargos de responsabilidad, la presencia de las mujeres es escasa. En los consejos rectores de las cooperativas agropecuarias, por ejemplo, solo el 3,5% de sus integrantes son mujeres, mientras que en su base social las mujeres representan el 25%, denuncia Fademur.

Las pioneras de 1976: “Yo también soy adúltera”

A las puertas de la Transición, el feminismo despertaba con una gran manifestación en Barcelona, en 1976, contra la discriminación y el delito de adulterio que se usaba como arma arrojadiza contra las mujeres. Miles de mujeres de toda condición social, entre ellas escritoras como Maruja Torres, salieron a la calle al grito de "Yo también soy adúltera", en apoyo a María Ángeles Muñoz, una obrera a la que querían retirar la custodia de su hija acusándola de adúltera. El marido de María Ángeles Muñoz, que la había abandonado, regresó y la acusó de adúltera para obtener la custodia de su hija. El movimiento feminista, liderado por Lidia Falcón, colaboró para esconder a la niña y que el hombre se saliera con la suya. La obrera contó con la defensa de la abogada Anna Mercadé

Regreso Al Futuro | Mujeres rebeldes

Mucha gente cazurra se empeña en defender sus ideas basándose en que eso es así desde hace siglos, como si la historia legitimase algo más que la antigüedad.  Al mismo tiempo ignoran que las ideologías opuestas también tienen su historia y son muchas veces más prácticas y coherentes en los tiempos que vivimos. Por este motivo dedicamos hoy estas líneas a las mujeres rebeldes, para que con sus propios argumentos esas mentes cerriles entiendan que, las mujeres que luchan son parte de nuestra historia y por tanto parte de lo que somos. En todas las capas de la sociedad ha habido mujeres invencibles, jóvenes y ancianas, que reclamaron para sí lo que en derecho era suyo, dejando huella en la literatura misma de nuestro país. Un gran sabio en mujeres, como fue Lope de Vega, les dio voz en su obra cumbre “Fuenteovejuna” poniendo en labios de la joven labradora Laurencia una arenga que ha pasado a la historia. En esos versos  la joven: recrimina, amenaza e incluso insulta a los hombres que no se unen a su lucha contra el comendador.