Cristina Cifuentes se ha marcado un Mariano Rajoy. Y no porque “yo no sé nada”, que también, sino porque ha reaparecido este lunes tras estallar el caso de su presunto Máster adulterado vía plasma. La presidenta de la Comunidad de Madrid preside este lunes el Comité Ejecutivo del PP madrileño y los periodistas no podrán preguntar a Cifuentes puesto que tan solo podrán seguir sus palabras por la televisión. Con este escenario como telón de fondo, la presidenta ha utilizado un formato beneficioso para denunciar la “cacería” que está sufriendo.

Asegura que la Universidad Rey Juan Carlos I nunca le ha brindado ningún “trato de favor” y que le consta que otros alumnos tuvieron también problemas en la transcripción de las notas. No obstante, dice que “la cacería continúa” y que "el registro de clics diarios marcan las líneas editoriales de algunos medios al margen de cualquier circunstancia”.

Cifuentes cree que la “cacería” tanto “personal como política” va encaminada a deteriorar su imagen.

Asimismo, la presidenta regional ha anunciado una querella criminal contra los periodistas que desvelaron la información: Raquel Ejerique y el director de eldiarios.es, Ignacio Escolar.