Una vez más, el currículum de la presidenta de la Comunidad, Cristina Cifuentes, está en entredicho. Algo que ya había ocurrido en anterior, porque la dirigente popular pasó de funcionaria del grupo B al grupo A gracias a una oposición interna en la que le evaluaron dos amigos íntimos. Algo que prohibía estrictamente la convocatoria del concurso.

“Mire, yo conozco a muchas personas en la Universidad, porque he dedicado mi vida profesional a la Universidad”. Son declaraciones de Cifuentes, este miércoles, intentando defenderse en Onda Cero de la acusación de haber aprobado un máster con notas falsas. En concreto, el hecho de que conociese a la funcionaria que cambió sus notas. Escuchándola, parecería que Cifuentes es poco más una catedrática que ha pasado media vida subida a un estrado.

Pero no es así. Lo que sí es cierto es que conoce a mucha gente en la Universidad. Gente que le ayudó a ascender y a la que ella no ha dejado tirados en el camino. Esta es la historia de cómo Cifuentes se convirtió en funcionaria del Grupo A en la Universidad Complutense con la complicidad de dos amigos.

Se trata de una historia que en los últimos años han recopilado elplural.com y Los Genoveses, pero que merece la pena recuperar tras los últimos acontecimientos. Hay que remontarse al año 2001, cuando Cifuentes se presenta a una oposición restringida del Rectorado de la Universidad Complutense para pasar a ser Técnico de Gestión del Grupo A, puesto que entonces era funcionaria de categoría B.

Cifuentes, la PAS

Cifuentes era lo que se conoce como un PAS, personal administrativo y de servicios. Es decir, trabajadores no docentes, que pueden ser desde el bibliotecario hasta el bedel, pasando por una gerente. No son profesores, aunque algunos consigan dar el salto desde esta categoría a dar clase, como la propia hermana de Cifuentes. Pero esa es otra historia.

El caso es que Cifuentes se presenta a esta promoción interna y la aprueba, ya siendo diputada del Partido Popular, y no del montón. Había sido portavoz adjunta en la Asamblea de Madrid, portavoz en la Comisión de Educación y secretaria de la Mesa de la Asamblea.

En el tribunal que evaluó su oposición Cifuentes tenía dos amigos íntimos: Dionisio Ramos Martínez y José Francisco Otero Ferrero. El primero era el presidente suplente del entonces rector, Rafael Puyol, que como es lógico no dedica su tiempo a estas burocracias y delega. El otro era vocal en el tribunal.

El tribunal de Cifuentes

Otero fue compañero de oposición de Cifuentes en 1990, cuando ambos entraron en la Complutense como PAS. Y la relación íntima de Cifuentes y Dionisio Ramos se había fraguado en el campus. Tanto era así que dos años después del ascenso que le otorgaron a Cifuentes, tanto Otero como Cifuentes aparecen en las crónicas de la “vida social” como los testigos que firmaron en la boda de Dionisio Ramos con la “señorita Marta García Solano”.

En el grupo de testigos, por cierto, también estaba Gustavo Villapalos, unos de los rectores más polémicos y ultraconservadores de la historia de la Complutense, que después se convertiría en el consejero de Educación de la Comunidad de Madrid en la época en la que se creó la Universidad Rey Juan Carlos I que ahora está otra vez en entredicho.

El problema es que el mismo BOE donde se publica la oposición interna a la que se presentó Cifuentes también incluía unas normas muy claras: “Los miembros del Tribunal deberán abstenerse de intervenir, notificándolo al Rector de la Universidad, cuando concurran en ellos circunstancias de las previstas en el artículo 28.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común (…)  Asimismo, los aspirantes podrán recusar a los miembros del Tribunal cuando concurran circunstancias previstas en la presente base”.

"Amistad manifiesta"

¿Y qué dice esa norma con ese nombre tan largo? Pues que tendrán que abstenerse todos los miembros del Tribunal que tengan “amistad íntima o enemistad manifiesta con algunas de las personas mencionadas en el apartado anterior", es decir los interesados en la oposición. Y, además, se debe comunicar esta circunstancia al resto de opositores, para que puedan impugnar el proceso si lo estiman oportuno.

Ninguno de los amigos íntimos de Cifuentes se abstuvo de participar en el Tribunal que le elevó la categoría funcionarial para que a día de hoy pueda presumir en su currículum de ser “funcionario de Grupo A” y, sobre todo, de sermiembro del "Cuerpo Técnico Superior de la Universidad Complutense de Madrid", algo que no existe. De hecho, si se busca esa terminología en Google, sólo aparecen las automenciones de las biografías de Cifuentes.

A día de hoy, los dos amigos de Cifuentes que tutelaron su oposición han salido muy bien parados. Dionisio Ramos dejó la Complutense y se dedicó a los negocios inmobiliarios. Desde hace poco, en la Plaza Cristo Rey, se yergue una residencia de estudiantes de lujo llamada El Faro. Sus dueños son una sociedad pantalla que se oculta en paraísos fiscales. El promotor de la obra era Dionisio Ramos. El arquitecto… el marido de Cifuentes.

Por su parte, Francisco Otero ha encontrado refugiado en la vida pública. A día de hoy, es gerente del Organismo Autónomo del Boletín Oficial de… la Comunidad de Madrid. Fue nombrado en julio de 2015. El decreto, por supuesto, lo firma la propia Cifuentes, un mes después de llegar al poder.