Con el paso de los días, vamos conociendo cómo fue el comportamiento de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la pandemia y su inoperancia ante las muertes en las residencias de ancianos públicas y dependientes de su Gobierno. Este miércoles se ha publicado en El País, una carta a la directora, Pepa Bueno, en la que un hombre cuenta el labor de su madre, trabajadora en una de las residencias, durante las peores fases del coronavirus: "Es vergonzoso, presidenta. Mi madre lloraban todos los días", comienza narrando Víctor de Cea Lobato.

A continuación, el emisor de la misiva niega las vergonzosas palabras de Ayuso en las que hablaba de lo inevitables que eran dichas muertes: "Mi madre llegaba llorando porque su trabajo, en una residencia de ancianos pública de la Comunidad de Madrid que usted preside, fue un infierno esos meses. Se encontró cuerpos en el suelo, separó matrimonios de vidas enteras por culpa de la enfermedad y algunos nunca volvieron", describe.

Asimismo, Víctor de Cea expresa que su madre "no pudo hacer más". "Sintió impotencia, y el trauma continúa, aunque ahora alimentado por sus palabras. Me siento muy orgulloso de ella. Por usted, presidenta Ayuso, vergüenza".

El tuit, publicado por el periodista de la Cadena SER José Luis Sastre ha llegado ya a decenas de miles de personas. Con gran seguridad, Ayuso es una de ellas.

Infierno en los conventos

La falta de medidas preventivas y la negligencia en los centros de mayores religiosos y conventos durante la crisis del coronavirus en Madrid ha generado una profunda preocupación. Las inspecciones policiales revelan una serie de deficiencias, como la falta de uso de mascarillas, la ausencia de espacios seguros para el tránsito de personas contagiadas y la mezcla de pacientes con y sin síntomas. Estos hallazgos han desencadenado peticiones de rendición de cuentas y demandas de investigación tanto a nivel regional como nacional.

A pesar de ello, las autoridades regionales han minimizado la gravedad de la situación, a pesar de su evidente crudeza. Incidentes como un incendio en una residencia que causó la muerte de tres ancianas han vuelto a resaltar la falta de medidas de seguridad en estos centros. La exigencia de explicaciones y acciones correctivas ha llegado incluso al Gobierno central , subrayando la gravedad del problema y la necesidad de responsabilidad por parte de las autoridades competentes.

Gran esfuerzo de los trabajadores

Otra gran polémica que está cayendo sobre la gestión de Ayuso es cómo la presidenta de la Comunidad de Madrid es acusada de ocultar las actas de inspección en residencias durante la pandemia. Estos documentos revelan condiciones desgarradoras, personal agotado y falta de recursos básicos en centros como la residencia Las Azaleas. La sobrecarga laboral y la escasez de material eran comunes en muchas instalaciones, como las Hermanitas de los Ancianos Desamparados. Ayuso ha redoblado sus esfuerzos para desviar la atención, insistiendo en que el traslado de pacientes a hospitales no garantizaba la supervivencia, lo que ha provocado durísimas críticas por su falta de empatía y frialdad.

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