La última semana la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha acumulando una serie de malas decisiones y desafortunadas acciones que han minado notablemente su imagen. El pasado lunes arrancó con la polémica de las aglomeraciones de Ifema aún coleando, ha tenido que rectificar con respecto a los menús de los niños vulnerables, desaprovechó la donación de Plátano de Canarias para incorporar frutas a los menús, los despidos masivos a profesionales sanitarios, la dimisión de su directora general de Salud por discrepancias sobre la celeridad con la que Ayuso quería pasar a la fase 1 de la desescalada y la polémica fotografía que evoca a la Virgen de los Dolores.

Una semana horribilis que el Ejecutivo ha tratado de atajar con un anuncio: un nuevo hospital permanente para epidemias.

La jefa del Ejecutivo madrileño ha hecho este anuncio en una entrevista con el diario El Mundo publicada este domingo, en la que señala que "si todo sigue como indican los expertos, este virus va a estar entre uno y dos años con nosotros”.

Del nuevo centro, Ayuso explica que será para epidemias, para Covid, gripe y las que "puedan ir viniendo". "Tenemos la parcela y estamos a punto de ultimarlo", detalla la presidenta regional, que recuerda que el hospital de Ifema no está "desmontado" sino apagado.

Conviene recordar no solo que el anuncio se ha hecho después de una semana que ha asestado una estocada de proporciones bíblicas a la credibilidad de Ayuso, sino que además este hospital ya existía. Era el Carlos III, pero fue desmantelado por el PP en plena crisis del ébola, transformando la instalación médica de referencia para enfermedades tropicales y contagiosas en un centro de larga instancia.

El bochorno de Ifema

El cierre del hospital de campaña de Ifema se convirtió en una peligrosa fiesta. La presidenta de la Comunidad de Madrid invitó a todos los diputados de la Asamblea (que optaron por no acudir) y a consejeros del Ayuntamiento de la capital, además de a su Gobierno y altos cargos. 

Los tumultos dejaron imágenes preocupantes que no tardaron en ser denunciadas. Y es que, incluso Ayuso se animó a repartir bocadillos de calamares tras una barra. Las distancias de seguridad no se respetaron en ningún momento. Tanto Ayuso como José Luis Martínez-Almeida pidieron disculpas, pero la presidenta de la región optó además por culpar a Podemos y a los médicos.

En un primer lugar justificó que fueron los morados los que invitaron a grupos médicos; y luego, espetó que cuando llegó a Ifema ya "había un tumulto de sanitarios, bomberos, protección civil…”. “Nos En su entrevista en Telecinco, Ayuso ha explicado que “quería contar con los diputados de la Asamblea de Madrid y a los concejales del Ayuntamiento”en el acto de Ifema porque era “un día histórico”. Sin embargo, se justifica apuntando que cuando ella llegó, “había un tumulto de sanitarios, bomberos, protección civil… Que eran todas las personas que han estado trabajando estos meses en Ifema y otros compañeros que fueron allí”. “La parte que yo convoqué era dentro de un pabellón y como se puede ver en las fotos había distancia de seguridad y estaba organizado en ese sentido”, insistió; y añadió que “yo esa parte [la de los profesionales sanitarios] no la convoqué. Luego nos juntamos todos y nos dejamos llevar por esa alegría”.

Los menús de pizza

Tras casi dos meses y un aluvión de críticas, la Comunidad de Madrid ha decidido dejar de dar menús del Telepizza y Rodilla a los niños vulnerables. Lo ha hecho tras recibir una carta de la fundación de los hermanos Pau y Marc Gasol

Ayuso defendió estos alimentos recurriendo a argumentos tales como que a los menores les encanta la pizza.

El vicepresidente segundo y ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, le agradeció el gesto, pero la dirigente popular no tardó en replicarle públicamente a través de su cuenta oficial de Twitter.

Además, ha trascendido que Plátano de Canarias ofreció el 18 de marzo donar 12.000 frutas tres días por semana para los menús de los niños más vulnerables .

La Comunidad de Madrid se limitó a agradecer su gesto a Plátano de Canarias y les puso en contacto con las dos empresas elegidas, que no aceptaron la fruta porque tenían que ir a recogerla a Mercamadrid. “Les dijimos que no era posible la distribución tienda por tienda, entonces lo que les ofrecimos a esas empresas fue hacer la entrega gratuita en plataforma en Madrid”,explicó Sergio Cáceres, gerente de Asprocan, la asociación que agrupa a los productores de la marca de plátanos.

Tests defectuosos

El personal sanitario de la Comunidad de Madrid lamentó un nuevo agravio de la presidenta regional tras confirmarse que los tests rápidos que se están realizando a los médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y demás profesionales no tienen la fiabilidad prometida.

El Gobierno de Ayuso alardeó de haber obtenido en el convulso “mercado persa” 100.000 tests de coronavirus rápidos con una fiabilidad del 92%. La operación fue presentada ante la opinión pública como un logro cuasi titánico, en contraposición al material defectuoso que denunciaba que China había colocado al Gobierno de Pedro Sánchez.

Sin embargo, un informe interno de la consejería de Sanidad de Madrid revela que los 100.000 tests tienen apenas un 79,4% de sensibilidad, por lo que los resultados son mucho menos precisos que otros marcadores y, en consecuencia, menos fiables.

Polémica foto

Ayuso se convirtió en la protagonista del fin de semana después de su posado para El Mundo que evoca a la Virgen de los Dolores, comúnmente conocida como La Dolorosa. Esta fotografía vio la luz después de que el Gobierno no aprobara el cambio de fase para la región. Las redes se mofaron e hicieron las delicias del respetable con todo tipo de memes, bromas y comentarios, lo que no ha gustado del todo en el Partido Popular.

Según la Cadena SER, fuentes internas de la formación consideran un “despropósito” la estrategia seguida por Ayuso y marcada por su asesor de cabecera, Miguel Ángel Rodríguez, que entre otras cosas está tensionando al máximo la relación con Ciudadanos.

Las citadas fuentes apuntarían “ha perdido por completo el relato de la gestión de la crisis y su estrategia empieza a hacer aguas”.