Alejo Miranda fue el soldado elegido por la dirección nacional del PP para guerrear con Pedro Sánchez en la Comisión de Investigación del caso Koldo en el Senado. El encargo, de entrada, no era sencillo. Menos aún cuando Alberto Núñez Feijóo indujo que esta cita inédita en la Cámara Alta significaría la claudicación del régimen sanchista y el fin de una era interminable. Cuando elevas las expectativas, la caída es desde más arriba. Génova guardó la “bala de plata” durante más de un año y medio y, tras la guerra de guerrillas de ayer, parece que no desenfundaron con demasiada eficacia.
Sánchez, político de trinchera habido donde los haya, salió incólume de Vietnam, un territorio más que hostil para él. Tuvo que hacerse al formato y, aunque empezó algo incómodo, supo rehacerse gracias a su capacidad parlamentaria, la intervención de sus socios y la impericia de los guerrilleros del bando contrario. Cinco horas después, no hubo ninguna baja nueva en el frente. Un ataque mal planteado puede reforzar al adversario si sabe manejar la narrativa con humor, ironía y sarcasmo. La primera norma de la guerra es no dar munición a tu enemigo.
Miranda, senador del PP, que fue el último interrogador en tomar la palabra, ha reconocido que vivió el momento con “frustración, angustia, inquietud y desesperación” porque Sánchez era “un muro absoluto”. Asimismo, ha acusado al líder del Ejecutivo de tener una “actitud escapista” y de llevar “7 años entrenando para esto”. El popular ha conjeturado que “el Gobierno quiere que miremos el dedo en vez de la Luna” tras una intervención desenfocada de la que "se siente orgulloso", pese a que el presidente “trataba de desesperarlo”, ha dicho.
Miranda, discípulo de Ayuso y jefe del Zendal
Miranda, para muchos un desconocido, fue director general de Infraestructuras Sanitarias de Madrid durante la pandemia, y por extensión, ideólogo y responsable político del Hospital Isabel Zendal, el proyecto estrella de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. También fue director general de Inversiones y Desarrollo Local, ha formado parte de los consejos de administración de IVIMA y del SERMAS, y lleva más de siete años en puestos de responsabilidad dentro de la administración madrileña.
Tras la sobreexposición de esta semana se han recuperado varios momentos de la etapa de Miranda en la Administración de la Puerta del Sol. Uno de los más sonados, en la inauguración del Hospital Zendal, a la que acudieron Ayuso, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el extinto líder del PP, Pablo Casado. En su ruta por las instalaciones del hospital, Casado intentó satisfacer su curiosidad lanzando una pregunta a cuyo paso salió Miranda.
¿Se acuerdan de cuando Pablo Casado preguntó si había quirófanos en el Zendal?
— Diego 🌿 (@DiegoRBCA) October 30, 2025
Ya veréis el máquina que le contestó que no había quirófanos en un hospital. Sí, Alejo Miranda, ya apuntaba maneras 👇 pic.twitter.com/d2JeGqlJpZ
"¿Hay quirófanos?", preguntó Casado a Ayuso que, sorprendida, guardó silencio. Miranda intervino en ese momento para indicar que lo que había en el nuevo hospital eran "salas de procedimiento donde se pueden hacer traqueotomías", cualquier tipo de intervención, dijo. El centro que el Gobierno de Ayuso levantó con más de un mes de retraso respecto a la fecha comprometida careció de quirófanos, lo que dificultó su uso para otras necesidades sanitarias. Pese a ello, el coste real del hospital superó los 170 millones de euros, un 149% más de lo estipulado inicialmente para las obras de construcción.
En 2022 se incorporó al segundo nivel de la dirección popular. Desde entonces, es secretario de la Ejecutiva de Alberto Núñez Feijóo, ha compartido la portavocía del Senado con Alicia García y participa en hasta 7 comisiones legislativas y de investigación. En la actualidad, según los portales de trasnparencia, cobrá 133.007,84€ anuales.
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