Cantaba Carlos Gardel aquello de que “veinte años no son nada…”. Pues bien, ello es relativo en algunos casos y mucho más cuando han pasado 43 años de un suceso tan importante para la historia de España como fue el intento fallido de volver a la larga noche de la dictadura pasada. Nos referimos a que ya han acontecido 43 años desde que el teniente coronel Tejero Molina, coordinado y dirigido por altos mandos militares y algún civil, asaltaron el Congreso e intentaron asestar un golpe de Estado a la joven democracia española. Hoy hace 43 años de aquel vergonzoso 23-F.

Un golpe de Estado entre Kafka y Berlanga

Con la mirada retrospectiva, podemos estar tranquilos de que el ruido de sables se acabó en España y que esa situación entre kafkiana o propia de Berlanga no se volverá a repetir.

Es precisamente por ello, por la democracia totalmente consolidada y no “vigilada”, no se entiende que claves y aspectos esenciales del 23-F que están documentados en papeles y grabaciones no se puedan aún conocer, más de dos décadas después, porque todavía permanecen en un cajón al estar clasificados como secretos de Estado. La causa principal de esto que algunos califican como “anomalía” histórica” se fundamenta en una ley de 1978 que custodia esos secretos y que significa una especia de ley búnker que impide el acceso a ese material.

Guardado en el CNI y en Moncloa

La realidad es que toda esta documentación clave para entender ese episodio se guarda celosamente en el Centro Nacional de Inteligencia, el CNI. También hay otro tipo de información en Moncloa.

Un golpe gestado en semanas

Entre la documentación más relevante podría ser la relativa a la transcripción del juicio oral desarrollado tras la intentona golpista. Si se tiene en cuenta que hay algunos investigadores que piensan que el 23-F, prácticamente se gestó en unas dos semanas, podríamos entender la información tan esclarecedora que arrojaría si toda esta documentación fuera pública.

Claves como la participación civil, los auténticos protagonistas de la trama militar, las operaciones previas, así como los objetivos y otros detalles. Todo eso se sabría al mismo tiempo que daría luz a las operaciones desarrolladas con anterioridad al fatídico día del 23 de febrero de 1981.

Resulta poderosamente extraño que hasta la fecha no haya habido ningún Gobierno de los que sucedieron al fallido golpe que haya puesto en marcha una norma legislativa para conseguir desclasificarlos. Según Aitor Esteban, "existe tanto material clasificado, que no saben exactamente qué es lo que hay". Precisamente es el partido de Esteban, el PNV, quien con más insistencia exige que esa documentación se desclasifique y se analice lo realmente sucedido. A esa reivindicación de hace años del nacionalismo vasco, se sumó posteriormente la formación Podemos y las fuerzas independentistas desde ERC a los herederos de Jordi Pujol.

Mientras tanto, los socialistas mantienen que lo que se ha publicado hasta la fecha es material suficiente para que se conozcan las claves y detalles de lo que sucedió.

El Tribunal Supremo avala que sean secretos oficiales

Las peticiones de claridad chocan contra la Justicia ya que el Tribunal Supremo dictaminó que se mantuviese la documentación clasificada en esa categoría durante 25 años después de la muerte de los procesados o 50 años tras el golpe de Estado. Este tiempo marcado por el Alto Tribunal podría culminarse en el año 2031, medio siglo después. 50 años no son nada.

Cronología del golpe de Estado del 23-F

A continuación repasamos los hechos más relevantes de ese día con una lista cronológica:

  • Tarde del 23 de febrero de 1981: El teniente coronel de la Guardia Civil, Antonio Tejero, irrumpe con 200 guardias civiles armados en el Congreso de los Diputados en Madrid, interrumpiendo la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo como presidente del gobierno. Los diputados y el gobierno son retenidos como rehenes.

  • Casi simultáneamente: Se produce la sublevación de la Capitanía General de Valencia bajo el mando del teniente general Jaime Milans del Bosch, quien declara el estado de excepción en la región, sacando tanques a las calles y declarándose en rebeldía contra el gobierno democrático.

  • Noche del 23 de febrero: El rey Juan Carlos I se dirige a la nación a través de un mensaje televisado, vestido con el uniforme de capitán general de las Fuerzas Armadas. En su discurso, el rey condena el golpe de Estado y se manifiesta firmemente en defensa del orden constitucional y la democracia. Este mensaje es crucial para desactivar el golpe.

  • 24 de febrero de 1981: Durante la madrugada, la mayoría de las unidades militares que inicialmente habían mostrado apoyo o ambigüedad respecto al golpe se posicionan en favor de la legalidad constitucional, siguiendo el llamado del rey.

  • A lo largo del 24 de febrero: Los golpistas comienzan a rendirse. Antonio Tejero y los guardias civiles que ocupaban el Congreso de los Diputados se rinden y liberan a los rehenes. Milans del Bosch es arrestado en Valencia.

  • Consecuencias: El intento de golpe de Estado fracasa, fortaleciendo la democracia española y consolidando el papel del rey Juan Carlos I como defensor de la misma. El evento lleva a una reflexión nacional sobre la importancia de la democracia y el estado de derecho.

  • Juicios y sentencias: Los principales implicados en el golpe son juzgados y condenados a penas de prisión. Tejero y Milans del Bosch reciben las condenas más severas.