La preocupación de los ciudadanos por la independencia de Cataluña ha bajado del cuarto al quinto puesto en un mes y se ha reducido en más de 12 puntos desde la entrada en vigor del artículo 155 de la Constitución a finales de octubre, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).

El barómetro, cuyo trabajo de campo fue elaborado entre el 1 y 10 de diciembre pasados, antes de las elecciones del 21 de diciembre, refleja que la preocupación por Cataluña es citada por el 16,7 % de los encuestados cuando en octubre la mencionaban el 29% y en la encuesta de noviembre eran el 24,6% de los ciudadanos.

No obstante, en primer lugar se sigue situando el paro con el 66,8%, seguido de la corrupción y el fraude, con el 31,7, en tercer lugar, los partidos políticos, citados un 28,5 de los encuestados, y los problemas económicos, que señalan el 22,9 % de los españoles, todos ellos sin grandes variaciones. Tras estos primeros cinco problemas, los ciudadanos mencionan la sanidad -9,9-, los problemas sociales -9,7-, la calidad en el empleo, -7,3- o la educación, mencionado por el 6,9%.

La situación política y económica sigue “mala”

Como cada mes, el CIS pregunta a los ciudadanos sobre su percepción de la situación política y económica. Sigue siendo muy elevado, del 73,4%, el porcentaje de quienes califican la situación política de “mala o muy mala” aunque ha bajado 2,3 puntos en el último mes. Frente a ello, sólo el 3,1% la consideran “buena o muy buena” y el 21% la califican de regular. A futuro, el 41,8% no augura cambios y siguen siendo más los pesimistas que creen que empeorará, 27,7%, frente a los que apuestan por una mejora.

Preguntados por la situación económica aumenta el pesimismo ya que el 53,5 % de los encuestados creen que es “mala o muy mala” frente al 50,9 de la encuesta anterior. Solo el 7 ciento la ve como “buena o muy buena” y el 39,1 la ve “regular”.

A un año vista, son algo más optimistas y el 23,5 % augura una mejora de la economía -2,5 puntos más que en el sondeo anterior- frente a un 20,6 que empeorará -2,3 puntos menos-, mientras que el 43,5 % no espera cambios.

Las perspectivas personales son mejores, y el 40,2% reconoce que su situación económica particular es “buena o muy buena” frente a un 12,6 que la califica de “mala o muy mala”. Es más, el 26,5 confía en que su situación económica mejore en el próximo año frente a un 5,3 que cree que empeorará.