Las vacaciones se agotan y, pasado el ecuador de agosto, los políticos ya miran de reojo a septiembre. La vuelta al cole de Podemos estará marcada por los tribunales. La formación de Pablo Iglesias se enfrentará a dos juicios contra díscolos morados. El día 12 de septiembre, tal y como desveló en exclusiva ELPLURAL.COM, Podemos irá a juicio por su acuerdo con En Marea con el que concurrieron juntos a los comicios autonómicos gallegos del 25S ya que podría ser considerado ilegal por violar dos artículos de los Estatutos de Podemos. Seis días antes de este juicio, tendrá lugar otro, también contra una inscrita crítica. El juicio se celebrará el día 6  en el Juzgado de Primera Instancia número 7 en Palma de Mallorca. En este caso, los morados se enfrentan a la querella de Montse Seijas, diputada del Parlament Balear acusada de amenazar en foros internos con votar en contra de los Presupuestos autonómicos si no se renovaba el contrato con el grupo de un compañero, Daniel Bachiller. Seijas, Bachiller y Xelo Huertas (expresidenta de la Cámara) fueron expulsados del partido por este motivo. Ahora, la diputada, exiliada en el Grupo Mixto, exige que se le retire el expediente y sea readmitida.

 

El próximo 6 de septiembre se celebra su juicio contra Podemos. La querella se interpone porque entiende que la formación le expulsa injustificadamente. El partido le acusa de amenazar en foros internos con votar contra los presupuestos si no se favorecía al grupo de Daniel Bachiller, un compañero suyo que también fue expulsado. ¿Esto es así? ¿Cuál es tu versión?

 

Ellos configuran su relato para justificar una expulsión de una persona crítica y molesta para el secretario General y para los intereses de la cúpula actual de Baleares. Yo, desde que entré en Podemos porque me creí realmente el proyecto, reivindiqué lo que nos habían dicho para que muchos saliéramos a la calle y para que nos metiéramos en política, porque yo nunca había estado en política. Me creí todo el discurso. El problema de fondo que había era que el secretario General, Alberto Jarabo, había comprometido los Presupuestos de 2017 sin contar con los requisitos que había, previamente, decidido el Consejo Ciudadano Autonómico del que yo formaba parte. Más de dos tercios del CCA estábamos levantados en armas, de una forma poética de decirlo, para cargarnos al secretario General. Yo reconozco que era una de las más combativas, no ahorré en adjetivos y calificativos e incluso pedí su dimisión. Él, junto con el secretario de Organización, se inventaron este relato para justificar mi expulsión. La mía y la de Xelo Huertas por otros motivos y la de Daniel Bachiller por otros motivos. Nos metieron a los tres en el mismo saco. A Xelo Huertas la metieron porque el Jarabo la veía como una potencial rival a la secretaría General y a Bachiller por ser una persona que estaba buscando las cosquillas exigiendo que se cumplan los documentos.

¿Pero usted defendió internamente la renovación del contrato de Bachiller?

 

Mira, una de las mayores que tuvimos con el PSOE fue la implantación de la Facultad de Medicina con nocturnidad y alevosía en contra de lo que quería Podemos. Sin negociar, comiéndonos toda la documentación… Haciendo todo por la parte trasera. El argumento que tenía el Govern era que había que aumentar el I+D+I, el desarrollo, que la Facultad de Medicina nos iba a ayudar y demás. Entonces, una vez que Jarabo se compromete a los Presupuestos sin consentimiento ni de las bases ni nada y con orden expresa de no hacerlo, el gobierno no hace el convenio, que lo tenían que renovar porque caducaba, no lo renuevan. Es donde está Bachiller, pero Bachiller no perdía el empleo. Es un funcionario del CSIC y, de hecho, sigue trabajando con otro convenio con otro organismo del Govern. Entonces, todo esto eran cortinas de humo del secretario General, que en esto es un especialista, porque había personas críticas que le estaban molestando.

El tiempo pone todo en su sitio y él está solo. El motivo de no presentarse a las elecciones es porque no tiene apoyos de ningún tipo. El único apoyo que tiene es el de la presidenta del Govern, Francina Armengol. Jarabo no era una persona apta para dirigir el grupo, no sabía unir al grupo ni mantener las decisiones de Podemos dentro del Govern. Vale para las risas, pero cuando hay que afrontar a una persona de frente y decir que no y negociar, no vale.

Yo no vengo de política, pero entiendo que el proyecto es lo que hay que respetar porque nos comprometimos con los ciudadanos y es un contrato firmado. Esto yo lo decía internamente y lo estaba denunciando un día tras otro día.

¿Cómo era su relación con Jarabo? Porque supongo que esto no estalla de la noche a la mañana. ¿Qué pasó?

 

La gota que colmó el vaso es que a mí me llega un informe de que la empresa anterior de Jarabo, desde que está en política, factura un 400% más, él había dicho que había abandonado sus acciones, pero su mujer trabajaba de autónoma para esa empresa. Entonces yo digo ‘¿qué pasa ahí?’, y que me enseñe las declaraciones de su mujer de antes y después para ver si realmente ha habido un aumento de facturación o no. Y ya me techa de loca. Yo sabía que ahí ya me la estaba ganando.

Y luego también me acusaban, como secretaria jurídica, que no dejaba pasar ni una y quería todo legal. En unas situaciones que hubo de la Comisión de Garantías, que está disuelta, decían ‘no, no, aquí hay gente que hay que eliminar porque lo quieren todo legal y legal’. Entonces yo era una persona molesta para todos. Yo pensaba que estaba en un foro en el que podía decir las cosas con claridad. Pero no…

Volviendo al juicio, ¿qué espera que ocurra?

 

En mi caso se han producido muchas irregularidades procesales y de derechos fundamentales de cualquier individuo. Espero que a través de la justicia ordinaria consiga que se me trate justamente. Y que el proceso se declare nulo. Se han vulnerado los propios Estatutos del partido, y ya no entro en temas de libertad de expresión.

El suyo no es el único juicio que Podemos deberá afrontar en septiembre. El día 12 hay otro contra un compañero suyo también considerado díscolo. ¿Tiene un problema Podemos con los críticos? ¿Hay purgas en Podemos?

 

¿Hay purgas en Podemos? Sí. ¿Tiene problemas con los críticos? También. Aquí lo que quieren es gente sumisa. Lo que no me explico es que esta gente pensaba que los críticos, los que no nos creemos a pies juntillas lo que dicen los periódicos normales, que indagamos… Pensaban que nos íbamos a quedar callados sin decir nada. Esta gente está haciendo buena al PP, fíjate que tristeza. Yo entré para luchar contra la Ley Mordaza del PP y al final tengo que luchar contra la Ley Mordaza de Podemos.

Algunos compañeros considerados del sector crítico han convocado movilizaciones para apoyarla. ¿Cómo le llega este cariño? Y luego, ¿ha recibido algún tipo de amenaza o presión del sector más oficialista?

Desde el bando oficialista, presiones y amenazas todo el rato. Me tachan de loca, que si esto es lo más importante que he tenido en la vida y que lo estoy a echando a perder… Unas barbaridades que me quedo alucinada. Yo soy una persona sumamente sensible y no pensé que tuviera esta fortaleza. Para mí lo más fácil hubiera sido dejar el acta y marcharme, pero no. Porque si no, es bajar los brazos y decir que no hay alternativa. Dentro de Podemos hay gente fantástica y gente que se cree esto y que está dispuesta a trabajar gratis y poner de su bolsillo para que este proyecto salga adelante. Yo me quedo con eso y que Podemos no son los iluminados de la Complutense, sino la gente, los millones de personas que votaron por este proyecto con ilusión. Una ilusión que nos están robando ahora con ver que son más de lo mismo. Ellos, hábilmente, utilizaron nuestros sueños y esperanzas. Podemos era la esperanza de muchos y no voy a permitir que nos la borre esta gente. Vamos a seguir luchando, unos desde fuera y unos desde dentro. Que lo tengan claro.

Luego, hay muchos compañeros que me apoyan pero tienen miedo, y ahora que hay primarias quieren colocarse en un sitio u en otro. El miedo es libre. Es difícil que la gente dé un paso adelante para afrontar determinadas situaciones. Pero el hecho de que compañeros a nivel nacional empezaran a apoyarme y sentarse a mi lado... Para el día del juicio varios grupos y asociaciones estarán allí para apoyarme. A mí esto me ha dado mucha fuerza y ha ayudado a que otros compañeros dieran un paso adelante sin temer a las represalias, a pesar de que aún quedan muchos que temen hacerlo por si pierden su status.