El expresidente de la Región de Murcia Pedro Antonio Sánchez ha acudido este martes a su cita con la Justicia, en el Tribunal Superior de Justicia de Murcia, para dar explicaciones como investigado -antes imputado- en la trama Púnica. Es este tribunal el que tiene jurisdicción, después de que le enviara el caso desde la Audiencia Nacional el magistrado Eloy Velasco, dado que pese a haber dimitido como presidente, Sánchez sigue enrocado como diputado del Parlamento murciano, además de seguir presidiendo el Partido Popular de Murcia.

Sánchez ha hecho el paseíllo acompañado de su abogado, que no es otro que el decano del Ilustre Colegio de Abogados de Murcia, Francisco Martínez-Escribano Gómez. Un gesto que, según fuentes conocedoras del proceso, busca impresionar al juez instructor y mostrar “poderío”.

Sin embargo, la defensa de Pedro Antonio Sánchez se ha basado únicamente en señalar que nunca llegó a contratar servicios con las empresas de la trama Púnica y que, si se reunió con los empresarios investigados fue sólo porque durante diez meses se lo pidieron “de forma insistente”.


El perfil completo de Pedro Antonio Sánchez, en Los Genoveses

Sánchez ha reiterado que estas empresas llegaron "casi a acosar" a su gabinete con este tipo de ofertas, y solo se reunieron a instancias de las empresas para atenderles, como se hace con cualquier otra persona que así lo solicita.

Dos argumentos muy pobres. El primero, porque los informes de las fiscales de Púnica y las exposiciones razonadas del juez Eloy Velasco remarcan que el fraude a las arcas públicas no tiene nada que ver con que se llegue a firmar ningún contrato, sino que es un delito en grado de tentativa. Además, el hecho de que no llegará a materializarse el contrato no fue porque Sánchez no estuviera convencido, sino que la operación Púnica se adelantó debido al chivatazo dado a Francisco Granados, con lo que los empresarios fueron detenidos pocos días antes de que se cerrara el negocio con el dirigente murciano.

Por otra parte, su defensa de que se reunió con los empresarios porque eran muy “insistentes” no es sólo poco creíble cuando se habla de un alto cargo de un Gobierno autonómico, al que no deberían marcarle la agenda unos emprendedores anónimos. Si no, sobre todo, porque los mensajes de móvil y las llamadas prueban que la insistencia más bien vino de parte de Sánchez.

De hecho, Sánchez sólo ha respondido a las preguntas de su abogado defensor, el responsable del Colegio de Abogados murciano, y se ha acogido a su derecho a no declarar para evitar contestar a las cuestiones planteadas por la acusación popular.