La aparición de los cadáveres de dos niños desaparecidos 22 años antes en un pequeño pueblo de Massachusetts es el punto de partida de 'Los crímenes del carrusel', un thriller del escritor y monologuista Juan Solo, protagonizado por un solitario y atormentado escritor, una joven periodista, un ambicioso agente literario y un entregado policía, entre otros. La trama nos lleva por todo el país, de este a oeste, a través de escenarios emblemáticos como el Golden Gate de San Francisco y los parques nacionales de California ofreciendo un retrato auténtico de la sociedad norteamericana, llena de contrastes. "Esto es América", le dijo Richard Vaugham, el empresario del método de aprendizaje de inglés del mismo nombre.
Al mismo tiempo, hay un viaje interior a través de los personajes, que se debaten entre el bien y el mal. En algún momento de la novela, nos explica el autor en una entrevista, todos ellos tendrán que enfrentarse a un problema ético: "Tienen que decidir si hacen lo correcto o lo que les conviene".
PREGUNTA.- ¿Qué vamos a encontrar en ‘Los crímenes del carrusel'?
RESPUESTA.- Está pensada para que digas 'tenía que acabarme el libro porque me quedaban 100 páginas y no podía dormir'. No hay nada que me moleste más que el escritor tramposo que, a 10 páginas del final, te saca de la manga un personaje que no sabías quién era. 'No, es que me ha contado...' No, él te ha contado cuándo, si yo estaba leyéndome toda la novela y no te he visto hablar con él nunca.
Soy muy fan de Sherlock Holmes. Te daba toda la información, pero sabía que tú no la ibas a saber organizar. Por eso luego cuando decía Watson. 'Claro, es tan fácil'. No, fácil no es, pero toda la información estaba ahí. Yo trampas no hago.
P.- ¿Es tu referente Conan Doyle?
R.- Es uno de ellos. Me apasionaba. Así como con Agatha Christie tengo una relación regular, porque alguna novela me gustó mucho y en otras fue un poco tramposa, aunque no sea correcto decirlo. Me han marcado historias, que de escritores o escritoras.
Siempre es muy atractivo para el lector un personaje que sufre
P.- ¿Y qué historias, por ejemplo?
R.- 'El conde de Montecristo', ¡a quién no le gusta una buena venganza! Me parece una historia redondísima, con un personaje fantástico. Los personajes son una parte muy importante de cualquier historia y el que no lo quiera ver está ciego.
De Julio Verne, por ejemplo, hablo de mi infancia, '20.000 lenguas de viaje submarino' me pareció apoteósica, sin embargo, 'La vuelta al mundo en 80 días', no. ¿Y por qué, si te gusta viajar? El capitán Nemo es un personaje muy poderoso, un personaje que sufre. Los personajes que sufren me gustan y este sufre mucho. En 'La vuelta al mundo en 80 días' descubrimos a un señor muy rico que hace una apuesta en su club de Londres. No es mi estilo.
El personaje de Ripley, me parece una maravilla.
Yo estudié arte dramático, soy actor de formación. A los 17 años leía Shakespeare, pero porque me apetecía, no porque me lo mandaran. De todas las tragedias de Shakespeare, mi favorita es 'Ricardo III', que no puede haber un personaje más ruin, cruel y salvaje que él, pero es alguien que sufre mucho y dice 'voy a arreglar mis problemas, pero a la tremenda'.
No todos los personajes tienen que reaccionar igual, pero creo que siempre es muy atractivo para el lector un personaje que sufre. ¿Qué interés hay en contar cosas que no pasan? Nadie dice '¡vaya barbacoas que hacía lord Byron!' No, sufría el amor, el romanticismo nos gusta.
Hay diferentes formas de matar, cada cultura genera su propio psicópata
P.- Es una novela muy americana, ¿Qué vínculos tienes con EEUU?
R.- Esta novela sólo podría ocurrir en EEUU. Cuando a lo largo de los años vas hablando con policías, comisarios... te dicen: 'Sabes, Juan, que cada país tiene su propia forma de matar, sus propios criminales'. Cada cultura genera su propio psicópata. Esto es interesante. Por ejemplo, aquí la policía no se enfrenta con el psicópata que deja mensajes de la Biblia. Me dijo el comisario 'cuando tú vas a un hotel americano y abres el primer cajón de la mesilla, ¿qué te encuentras? La Biblia'. Forma parte de su cultura, la aprenden, la memorizan. Por lo tanto, es normal que alguien que mate recurre a lo que conoce. Un asesino de ese pelaje en España tendría que poner a lo mejor pasajes del Quijote, pero no ayudan a la hora de matar. Y esto fue muy curioso. Entonces, esta historia solo puede transcurrir en EEUU por lo que sucede y lo que se cuenta.
Siempre me he gastado el poco dinero que ganaba en viaja y ese país me fascina, es un crisol, una cosa increíble. No se trata de la América profunda, hay muchísimas Américas.
Esto es América. Es lo bueno y lo malo, lo peculiar y lo conocido. Está todo
P.- Todos conocemos muy bien la cultura americana a través del cine, ¿te ha influido a la hora de escribir esta novela o te has documentado personalmente?
R.- He conocido algunas de las cosas personalmente, otras a través del cine y otras a través de amigos americanos. Soy muy amigo de Richard Vaugham, que se leyó la novela antes de darla por terminada. Le conocí haciendo radio, colaborando con él en sus programas haciendo personajes y nos hicimos muy amigos.
Se la pasé para que me dijera si era creíble. Solo me hizo una advertencia, 'espero que no estén comiendo perritos calientes todo el tiempo, porque es la imagen'. - No hay un solo perrito caliente en la novela. - Vamos bien, me dijo. Cuando se la acabó dijo: 'esto es América. Es lo bueno y lo malo, lo peculiar y lo conocido. Está todo'.
He visitado todos los sitios que aparecen en la novela, salvo los que me he inventado, claro. Por ejemplo, Three Rivers, que es un pueblo real que hay en California, rodeado de montañas, que va serpenteando por una carretera sinuosa. A mí me pasó, intentar ir andando con mi mujer a un restaurante a 200 metros del hotel. en una noche fantástica de junio, y nos miraron como si estuviéramos locos. Yo pensaba: 'estos con tal de no hacer ejercicio'. Y me indicó detrás de mí una señal enorme amarilla con un oso y el letrero cinco millas. - '¿Pero hay osos?', dije. - 'Sí, por eso está puesta, porque bajan y atacan a la gente'. Vivían con ello, era algo normal que formaba parte de sus vidas.
Cuando una novela te ha gustado, recuerdas detalles de esa novela. Quiero que el lector pueda recordar cosas auténticas que le hayan enseñado algo. Me gustaría que la gente viera otra América, no porque tenga un interés especial, sino porque ya que está ahí se puede contar.
La idea de crimen y castigo está muy presente en la novela. Él no escribe sobre una plaga de langostas por accidente
P.- Es una historia que habla también de plagas bíblicas, una plaga de langosta, la idea de crimen y castigo.
Por poner en antecedentes, es una plaga que ocurrió en EEUU que el protagonista utiliza para la novela que está escribiendo. Los datos reales son de ciencia ficción, no te lo puedes creer, con dimensiones desconocidas y abrumadoras. La idea de crimen y castigo está muy presente en la novela. Él no escribe sobre una plaga de langostas por accidente.
La salud mental hay que tomársela muy en serio
P.- ¿Tener premoniciones, como le sucede al protagonista de tu novela, es un síntoma de tener un problema de salud mental?
R.- Hablé con un muy buen amigo psicólogo porque no quería meterme en semejante melón desde un punto de vista ajeno, no quería dar una visión frívola de este tema, nada me espantaría más que eso. La salud mental hay que tomársela muy en serio. Creo que el ser humano ha mejorado mucho en este sentido, por muy pesimistas que seamos.
Me gustaba mucho la idea de un protagonista que cree conocer el secreto de lo que ocurre, pero no puede contárselo a nadie porque nadie le va a creer. Eso me gusta. Las premoniciones pueden ocurrir o no.
Yo he escrito cosas que luego han pasado
Hay una parte que me une al protagonista, como escritor. Yo he escrito cosas que luego han pasado, nada que nos haga volvernos locos o sí, depende. Hay un par de ellas en concreto que dices 'uff' y otras han sido casualidades. Investigando para una novela, pregunté a un ferroviario '¿qué es lo peor que puede ocurrir?' Me describió un accidente horroroso. Fue mi primera novela y una semana antes de que saliera el libro, ya editado, ocurrió el accidente de Santiago de Compostela. Es exactamente igual que el que yo cuento.
Esta casualidad macabra fue el germen de la novela. ¿Y si no fuera...? Y ahí lo dejamos, es una duda que planteo al lector desde la primera página.
P.- Tu personaje podría ser el peor psicópata de todos los tiempos, pero despierta cierta ternura. Es un personaje que ha sufrido mucho, ¿no?
R.- Sí y me emociona pensar que despierte esa ternura, él lo único que quiere es llevar una vida normal.
En mi cabeza están compartimentados el cómico, el humorista, el actor y el escritor que escribe novelas policíacas y que, además, tortura a sus personajes
P.- Es complicado hablar de una historia como esta sin hacer spoiler
R.- Sí. Yo tenía una duda existencial con esta promoción porque no sabía de qué hablar sin destripar la historia o ponerse en plan reclamo de léansela... Aquí la periodista juega un papel importante, y no desveló nada, pero todos los personajes tienen un problema ético. Hay un punto en el que tienen que decidir si hacer lo correcto o lo que les conviene. Eso también es muy humano. Digamos que el protagonista no es el único que tiene sus dudas.
P.- ¿Cómo llevas dedicarte al humor y escribir novelas como ésta, de matar gente?
R.- Yo creo que tengo la cabeza compartimentada en dos personalidades, una que se dedica a hacer reír y luego esa persona seria, de esa infancia seria que yo he tenido. Yo era un niño muy serio, aunque hacía el tonto todo el día. Mi imagen tampoco acompaña, porque parezco un cirujano que da malas noticias.
En mi cabeza están compartimentados el cómico, el humorista, el actor y el escritor que escribe novelas policíacas, porque son las que le gustan y que, además, tortura a sus personajes, encontrando cierto placer en ello. Pero fíjate que no interfieren las personalidades entre sí.
El único punto de unión es que me gusta entretener a los demás, hacer reír y, en este caso, preocupar o sembrar inquietud. Si te asustas, pues te asustas, es cosa tuya, pero al fin y al cabo es entretener. Esto nos lleva al origen del ser humano, en las cuevas lo primero que hicimos, antes de que existiera la literatura, fue contar historias. Me imagino a la gente sentada en torno al fuego, con alguien que contaba cosas, eso era su televisión.
Lo que une mi faceta de cómico con la de escritor de thriller es que te estoy contando historias y quiero que te lo pases bien, bien riendo o bien sufriendo.
P.- ¿Algún truco a la hora de escribir?
R.- Tengo una pizarra en el despacho que va por colores, negro rojo y verde, escribo lo que cuento, lo que realmente estoy contando, pero tú todavía no lo sabes, y lo que quiero que el lector piense, para que luego, en algún momento, pueda hacer eso de '¡aaaah!'
A veces los personajes te dictan actos que tú no habías planteado y suelen ser muy truculentos
P.- O sea, que eres un gran manipulador
R.- Voy a decir que sí. Tú sabes cuando acabas una novela y que te digan: 'Claro, por eso, cuando dijo tal...' Efectivamente. Los personajes, en ese proceso de maduración mental para ir de A a B, van tomando sus decisiones. Esto no es poesía, esto es verdad, a veces los personajes te dictan actos que tú no habías planteado y suelen ser muy truculentos.
Para que tú, como lectora, puedas creer que un personaje es real yo tengo que vivirlo como alguien muy real. Es entonces cuando empiezan a hacer y a sugerirte cosas. Ocurre, pero porque han cobrado vida.
P.- ¿Está ya con otra historia, grande?
R.- Sí. Escribir es un músculo, tu quinta novela es mucho más fácil que la segunda, que en comparación con la primera es mucho más difícil, porque no puedes defraudar. La quinta ya es 'voy a contar esta historia historia porque me apetece, es redonda y os va a gustar'. Estoy ya con otra, que tiene sus procesos, como todas, pero ya sé cómo va a acabar.
P.- Están muy de moda las sagas detectivescas, ¿te lo planteas?
R.- Tengo cierto pudor, no me gustaría en ningún caso que una lectora o un lector pensara que le estoy vendiendo una trilogía para asegurarme dos libros más. Cada historia es cada historia y, si surge escribir otra con algún protagonista, eso sí. Pero tienen que darse unas condiciones en la novela para que tú puedas hacer dos más.
Sinopsis de 'Los crímenes del carrusel'
'Los crímenes del carrusel' narra la historia de Sebastian Walker, un prometedro escritor que vive atormentado por los fantasmas de su infancia, con un padre estricto que se suicidó, después de que su madre les hubiera abandonado. Le persigue una extraña maldición que iremos descubriendo a lo largo de la historia, con sueños premonitorios con los que alimenta sus novelas. Las similitudes entre el crimen que relata en una de sus novelas con el asesinato de dos niños desaparecidos 22 años le pone en el centro de la diana cuando su agente literario, Arnold Millikan, aprovecha la casualidad para promocionar su carrera.
La periodista Irene Roberts comienza a investigar y se verá atrapada en un caso donde la línea entre ficción y realidad es inquietantemente delgada. Otros personajes, como el director de la cadena Ernie “Torpedo” Briggs y el jefe de policía Peter Collins, también juegan un papel clave en esta compleja trama de misterio y suspense.
Biografía de Juan Solo
Nacido en Madrid en 1969, Juan Solo es escritor, actor, cómico de stand up, presentador de televisión y licenciado en Arte Dramático por la RESAD de Madrid. 'Los crímenes del Carrusel' es su quinta novela, después de 'El hombre sin brazos', 'Una muerte improvisada', 'La mano del verdugo' y 'La cabeza de la serpiente'. Estos tres últimos conforman la trilogía de Frank Geraldo, un inspector condecorado de Chicago que vive retirado en España y colabora de manera altruista con la policía en la resolución de complejos crímenes.
Juan también ha publicado la colección de relatos 'Nueve historias cortas con un título muy largo', colaboró con Dani Mateo en la publicación de 'La verdad os hará libres' y es autor de la versión teatral en castellano de la exitosa comedia Una pareja feliz. Es considerado uno de los cómicos más reputados y prolíficos del canal Paramount Comedy, donde llegó a presentar y dirigir su propio late night show: 'Solo ante el peligro'.