El tatuador Daniel Berdiel es uno de los artistas más importantes en el estilo del microrealismo en España. A través de su obra, destacan influencias clásicas, mitológicas, con fuerte inspiración barroca y renacentista pero mezcladas también con referencias futuristas, el universo anime, la cultura pop y el bestiario fantástico de espíritu poético. Unos diseños oníricos cuyas agujas pinchan en piel humana, como de si un lienzo se tratara. Para conocer un poco más a este autodefinido "artesano", ElPlural.com charla con el dueño de Isometric Gallery.

Vuelta a Madrid: "Nací aquí y al final eso tira mucho. Siempre me ha encantado Madrid y ahora mismo vive un momento interesante y boyante. Me he dedicado a viajar por muchos países y Madrid tiene una actitud diferente ahora mismo. Además, se contagia culturalmente y hace que todos quieran venir aquí".

Talento: "Es desde crío. Se notaba a quiénes nos gustaba dibujar. Salía de forma natural. A unos ni les interesaba y otros ya estaban intentando dibujar un rostro. Tú veías que lo tuyo no era como lo que hacía el que estaba al lado. Y veías que la gente flipaba con lo que hacías".

Tatuajes: "Fue desde muy joven. Mi madre cuenta que siempre me fascinó la gente tatuada. También ha sido unir el dibujo y el arte con llevarlo en la piel. Me parecía lo máximo. Decidí empezar cuando estaba en la universidad, hacía bellas artes y aunque no estuviera totalmente decidido a ello siempre me llamó la atención. Necesitaba formarme y tener una base, tanto de dibujo como de conocimiento creativo y de diseño. Finalmente, surgió de imprevisto y terminó por fascinarme".

Estilo: "Estudié escultura y el renacimiento, barroco, el arte clásico, son las épocas doradas de la escultura. Y eso influye mucho a la hora de diseñar. También se ha generado bastante tendencia a la hora de incorporar esa cultura antigua a un diseño contemporáneo en el tatuaje".

Evolución de los tatuajes, desde lo marginal a lo exclusivo: "Ha sido muy exponencial. Desde lo marginal y underground, incluso asociado al crimen. Pero, a nivel histórico, esa asociación forma parte de una época corta. También ha sido de status, lujo. Ahora la gente sabe apreciar cuando alguien va bien tatuado. Sabe que se ha invertido un dinero y que lo luce".

Artículo de lujo o tendencia low cost: "Tenemos que saber valorar si estamos haciéndonos un tatuaje de un diseño único y personalizado. No se puede esperar algo de calidad en un tattoo low cost. Luego vemos esos tatuajes que salen tan mal".

Status del tatuador: "Todavía hay sensación de que España sigue siendo retrógrada en este aspecto. Cuando he salido fuera parece que valoran más la figura del tatuador como artistas. Pero he de decir que aquí también se va dando".

Límites a la hora de tatuar: "Suele ser por alguna razón de estética más que algo prejuicioso. Tampoco me piden simbología, por lo que no entro en demasiado conflicto ideológico. Si no puedo hacer un buen trabajo, no me identifico o es un estilo alejado, prefiero decir que no. Y la gente también lo agradece".

Tatuajes en la cara: "Hace tiempo que dejé de juzgar los tatuajes en la cara. No deja de ser otra parte del cuerpo. O igual me he acostumbrado a verlos".

Paso por la universidad: "No recuerdo la universidad de Bellas Artes como el momento más influyente de mi carrera artística. Sin embargo, de la formación en un ciclo superior de escultura tengo un recuerdo genial. Fue muy provechoso, más de trabajo de taller, de ensuciarme. Era lo que me motivaba. La tendencia en la universidad era, a grandes rasgos, más académica. En el cómputo global yo no sentía que adquiría una formación provechosa. Yo entendía que el arte era muy subjetivo y que había que tener amplitud de miras. Y fui con esa intención. Si el arte conceptual y moderno se me hacía bola, yo quería saber por qué. Veía también una concepción muy sesgada por parte del profesorado sobre lo que había que hacer. O lo que ellos entendían por arte".

Arte moderno: "Tiene un factor grande como negocio y valor económico. Y se ha jugado desde hace mucho con eso. Ese es el mérito. El juego de analizar el arte como tendencia. Cómo se sobrevalora o infravalora a ciertos artistas...El tatuaje no tiene un valor especulativo fácil".

Apoyo institucional al arte: "En España se potencia poco el arte. Conozco gente a la que le ha costado mucho dedicarse a ello y eso es un síntoma. Y se hace de manera puntual y de cara a la galería".

Miedo a la provocación: "Según cómo se mire, provocar puede ser ahora más fácil o más difícil. Pero es menos auténtico. Es muy difícil que una provocación no se haga medida y teniendo en cuenta qué repercusión va a tener en redes sociales. Y que no tenga una consecuencia tan grave como solía ser. Cuando te podía costar incluso la vida. Al final, eso sí tenía cierto halo de provocación. El arte se está haciendo más blandito, más family friendly. Para no ofender se buscan cosas monas, cute".