Cala Vento decidió marcarse su propio destino y hace cuatro años crearon el sello Montgrí para autoeditarse. En ese tiempo, su discográfica ha ido añadiendo entre sus filas bandas de la talla de Biznaga, Lagartija NickYawners, Vulk o La Élite. Tras la pandemia, Joan y Aleix levantaron su propio estudio y ahí grabaron Casa Linda, un disco de 37 minutos que sirve como refugio. Como hogar ante el acoso de las élites, las desigualdades, la precariedad y los problemas de salud mental. Ante la dureza de coexistir en un mundo marcado por el turbocapitalismo.

En una conversación con ElPlural.com, el dúo catalán reflexiona sobre el álbum y la filosofía que rodea a Casa Linda.

Pregunta: 'Casa Linda' como refugio frente a la inclemencia del exterior.

Joan: Es un remanso ante la vorágine que llevamos como vida y de la que no sabemos cómo salir. Y el disco son 37 minutos de refugio en los que encontrar la tranquilidad y estar con los tuyos.

P: Qué difícil es encontrar tu propia 'Casa Linda'. A nivel metafórico pero también concreto.

Joan: Ya ha trascendido y preocupa a la sociedad de manera muy notable. Es muy difícil encontrar un sitio en el que vivir y más aún poder hacerlo tuyo. En España tenemos como algo cultural el poder comprar y tener en propiedad una vivienda pero es que ya, ni alquilando. Estamos en un punto bastante crítico y plasmarlo en una canción es hacerlo visible.

P: Es bastante interesante eso que dices de poder convertir tu casa en un hogar y lo difícil que es llegar a sentirlo.

Joan: Hay una diferencia entre casa y hogar. Encontrar un sitio de paz, crear una comunidad, una familia, es muy difícil. Y más un sitio en el que poder guardar tus cosas no materiales y tus problemas y sentirlo como tuyo.

P: Fue muy importante la protesta que hizo Biznaga el pasado viernes en las fiestas de San Isidro contra el pelotazo de la Quinta del Sordo.

Joan: Estuve presente y me flipó. Al final Biznaga están en Montgrí por algo. Nos entendemos muy bien con ellos tanto a nivel político como musical y es un gozo poder estar ahí. Fue un conciertazo, además. Con mensaje, que vaya más allá de la música.

P: No sé si tenéis una opinión respecto a las protestas en Bonanova, la okupación y colectivos como Desokupa.

Joan: Estamos algo desconectados de Barcelona porque vivimos en L'Empordà pero me da la sensación de que hay un momento del año en el que tanto partidos políticos como medios de comunicación necesitan hablar de la okupación para crear contendido o acelerar la vía odio contra esa gente. Con la de casas vacías que hay y el problema de vivienda que tenemos, no veo ningún problema en que se ocupen espacios inhabitados.

P: Además, en ese caso concreto, no se estaban ocupando viviendas sino oficinas.

Joan: Al final cada caso es un mundo y en ese en concreto no tiene ningún sentido. Solo hace falta ver las imágenes de organizaciones como Desokupa para darte cuenta de que el mundo está fatal. Te voy a pasar a Aleix que quiere hablar del tema.

Aleix: El otro día estaba dándole vueltas y nunca se habla de la gran diferencia que existe entre allanamiento de morada y okupar. Son dos cosas completamente distintas. Y en este caso, el matiz es muy importante. Los okupas no van a buscar sitios habitados. Si no sería allanamiento de morada y eso es un delito. Hay que hacer inciso en eso.

P: En '23 semanas', analizáis la situación del medio rural. Eso llamado la España vacía.

Aleix: Cruzamos esa zona de forma recurrente. Concretamente, por la provincia de Zaragoza y Teruel. Esa idea de la España vaciada que se compara con la densidad de población de Laponia. Incluso por debajo. Queríamos hablar de ello y verlo en positivo. Como un potencial y no como un defecto. Tenemos ese patrimonio y cuando pasas por ahí dices: "¿Por qué no hay nadie aquí?". Y hoy en día, con el tema del teletrabajo, la conectividad, hay muchas cosas que se hacen en las grandes ciudades que se podrían hacer en el medio rural. Y todos seríamos más felices. Y es algo que tras el confinamiento se ha puesto encima de la mesa. Ha habido un éxodo urbano importante hacia los pueblos. Nosotros lo vivimos en el pueblo donde tenemos el estudio porque de repente se han empezado a construir casas. Y es consecuencia de que la gente ha pasado muchos meses encerrada en un piso de mierda y dice, nunca más. Con este tema buscamos esa necesidad de liberación y volver a los orígenes. 

P: En Teletecho habéis colaborado con Amaral. 

Aleix: En este tema hablamos del insomnio. Algo que Joan sufre, por ejemplo. Al final, el sistema nos dicta unos horarios y hay gente que tiene dificultades para adaptarse a ellos. De hecho, él me inspiró para escribir esa canción. Y respecto a Amaral, es una suerte encontrarse con gente que, a pesar de haberlo hecho todo, siguen con ilusión de los primeros años. Es motivador e inspirador. La desazón no afecta a todo el mundo y hay gente que sigue viviendo el oficio con la misma ilusión.

P: ¿Cómo es posible no dejarse seducir por un Ferrari?

Aleix: Siendo muy valiente. Y también teniendo en cuenta que, si alguna vez lo haces, no pasa nada. El miedo a la tentación es complejo. Tenemos derecho a equivocarnos y a hacer cosas no tan políticamente correctas de vez en cuando. No hacerlo es agotador. En el disco hablamos mucho de esto. De buscar la tregua. De ser consciente de todas mis responsabilidades individuales como parte de una sociedad pero dejadme un respiro de vez en cuando.

P: Y dejarte llevar por tus propias contradicciones.

Aleix: Es importante. Forman parte de nuestra manera de ser. Y abrazar los defectos de los demás aunque muchas veces te pongan de los nervios. Les mandarías a la mierda pero puedes abrazar eso. Apreciarlo y verlo con cariño. No existe nadie perfecto.

P: En Ferrari también hacéis referencia a los 7 pecados capitales. ¿Cuál os parece el más complicado de combatir?

Aleix: La avaricia. Por el sistema capitalista en el que vivimos donde todo se puede comprar y contar en dinero. Es muy difícil despegarse cuando todo tu alrededor gira en torno a eso. Y mira que lo intentamos. Como Cala Vento pero también con nuestro sello. Intentamos que esto no sea lo importante. La economía nos sirve para tomar algunas decisiones pero luchamos por que no siempre sea eso. Aunque es muy difícil. Otra gran contradicción con la que tenemos que convivir cada día. Nosotros también pedimos dinero para tocar pero si el mundo fuera de otra manera, seguro que lo haríamos gratis. Es algo que nos gusta y nos llena tanto que si esto estuviera montado de otra manera no nos importaría. Pero claro.

P: Qué egoísta querer comer.

Aleix: Exacto.

P: Me ha gustado mucho Equlibrio y el videoclip con los cabezudos paseando por Barcelona.

Aleix: Es encontrar esa tregua. Esos momentos de paz en la cosas y en la gente cercana. En eso que te mantiene a flote. Hace unos días nos preguntaron si teníamos miedo a algo. Yo dije que solo se lo tenía a la soledad. 

P: Montastéis Montgrí, vuestra propia discográfica. Me imagino que haya sido una aventura fascinante.

Aleix: Siempre hemos tenido una vocación de hacer las cosas por nosotros mismos. Siempre hicimos nuestros diseños, los discos, buscar conciertos... Desde el underground lo haces tú todo porque no hay nadie que haga nada para ti. Y eso nos ha marcado como músicos. Llevábamos dos discos con BCore y sintiéndonos privilegiados de formar parte de ese sello. Pero necesitábamos cambiar. Estudiamos varias propuestas pero la que más nos motivaba era la de la autoedición y crear nuestro sello. Nuestro anterior disco, Balanceo, se convirtió en la primera referencia de Montgrí. De hecho, teníamos un acuerdo casi cerrado con Virgin y a última hora cambiaron el contrato que llevábamos meses trabajando y ahí dijimos no. Se enfadaron y Lagartija Nick, que formaba parte de Virgin, al verlo tampoco quisieron editar su próximo disco. Y Joan tuvo la brillante idea de decirles 'te lo editamos nosotros'. Abrimos la veda y comprobamos que también nos gustaba trabajar con discos de otras bandas que nos inspiran. Cada una a su manera. Es lo más enriquecedor del sello, al final.